Guía Cereza
Publica tu Experiencia

Relatos & Experiencias

El Giro de una Noche

El viernes por la noche salí con mi novia Eva a un bar del centro de la ciudad. El ambiente era electrizante; luces tenues y música envolvente creaban una atmósfera cargada de expectativas. Mientras nos abríamos paso entre la multitud, noté miradas curiosas dirigidas hacia nosotros.


Encontramos un lugar cerca de la barra y pedimos unos tragos. Eva estaba radiante; su vestido negro contrastaba elegantemente con su piel clara. No podía dejar de admirarla, sintiendo una mezcla de orgullo y deseo.


De repente, un grupo ruidoso se nos acercó. Uno de ellos, visiblemente ebrio, comenzó a coquetear descaradamente con Eva. Intenté mantener la calma, pero la tensión crecía por momentos. Eva, visiblemente incómoda, le pidió al intruso que se alejara.


La situación escaló rápidamente. El hombre hizo un comentario ofensivo, y no pude contenerme. Las palabras se volvieron más duras, y antes de darme cuenta, estábamos discutiendo acaloradamente. Eva, frustrada por la escena, me recriminó la falta de control y se fue molesta del lugar, dejándome solo y confundido.


Sentado en la mesa, sintiendo una mezcla de ira y soledad, noté a una mujer observándome desde el otro lado del bar. Tenía una mirada intrigante y una sonrisa que parecía prometer consuelo. Decidí acercarme, dejando atrás la tensión de la discusión.


Se presentó como Cleopatra. Conversamos un rato, y su risa era un bálsamo para mi noche estresante. La conexión fue inmediata y natural; cada palabra fluía con una facilidad sorprendente. Después de unos tragos más, Cleopatra sugirió que fuéramos a su apartamento, a solo unas cuadras de allí.


El camino hasta su casa fue corto pero lleno de expectativa. Una vez adentro, el ambiente cambió sutilmente. Cleopatra me condujo a su sala de estar, decorada con una elegancia simple y acogedora. Sin perder tiempo, nos acercamos y nuestros labios se encontraron en un beso apasionado.


La tensión de la noche se desvaneció mientras nos dejábamos llevar por el momento. Nuestros cuerpos se exploraron con deseo y curiosidad. La ropa cayó al suelo, y cada caricia encendía el fuego de la pasión. Cleopatra me guio hasta su habitación, donde la noche alcanzó su clímax.


Nos entregamos al deseo sin reservas. La conexión física fue electrizante, cada momento una combinación perfecta de placer y entrega. Al final, exhaustos y satisfechos, nos quedamos en la cama, envueltos en la suavidad de las sábanas y el calor de nuestros cuerpos.


Mientras el sueño comenzaba a apoderarse de nosotros, no pude evitar reflexionar sobre cómo la noche había dado un giro tan sorprendente. Lo que comenzó como una velada llena de conflicto y frustración, terminó en una experiencia inesperada y gratificante.


Sin embargo, justo antes de caer en un profundo sueño, un pensamiento abrupto me sacudió: ¿Qué había sucedido con Eva? La culpa y la preocupación se mezclaron con la satisfacción del momento, dejándome con una sensación agridulce y la certeza de que tendría que enfrentar las consecuencias de mis acciones.

Jonhs

Soy hombre heterosexual

visitas: 285
Categoria: Microrrelatos
Fecha de Publicación: 2024-06-29 13:44:50
Más Relatos Por Jonhs
Compartir en:

1 Comentario

Interesante. Pero rico disfrutar de una puta necesitada. Y complaciente.

2024-08-08 18:02:45