Guía Cereza
Publicado hace 8 meses Categoría: Fantasías 888 Vistas
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Tengo la inspiración (y tiempo) para escribir así que aquí va el segundo relato.

Aclaro a quien lea que estos no van en orden cronológico pero trataré que sea una lectura, por lo menos, amable.

Cuando conocí a Ángela (seudónimo de mi sugar baby) hablamos de nuestros fetiches, fantasías y experiencias anteriores. Yo le manifesté mi gusto por el sadomasoquismo (no muy extremo), el mundo swinger, voyerismo, exhibicionismo y otros fetiches algo particulares que tengo. Ella a su vez me manifestó su curiosidad por experimentar algunas cosas, su temor al experimentar otras y su deseo de complacerme “Daddy, lo que tú quieras hacer lo hacemos” esa frase se me marcó y me generó un grado inexplicable de excitación y una mezcla de felicidad y dulzura.

Se aproximaba su cumpleaños, llevábamos pocos días de haber comenzado nuestro acuerdo y le propuse varias opciones para celebrarlo; entre las opciones estaba ir a un bar swinger con un amigo y su sugar baby. Para mi sorpresa se inclinó por esta opción por encima de ir de fiesta a una discoteca y otros planes.

Habíamos comprado una lencería para que la estrenara en el club swinger y ella se la puso, se organizó como siempre lo hace. A medida que se acercaba la hora de salir hacia el sitio sus nervios aumentaban, me pidió un trago para calmarse un poco y tomamos algo en el apartamento mientras ella se organizaba y esperábamos a que fueran las 9:30pm que era la hora que habíamos convenido de encontrarnos con la otra pareja.

Sus nervios eran comprensibles. Era la primera vez que iba a conocer a otra pareja que tuviera el mismo acuerdo, su primera vez yendo a un bar swinger y por si fuera poco era su cumpleaños.

Llegamos al lugar y en la entrada ya estaban Vane y Jorge. Vane una chica de 23 años y Jorge un hombre de 42.

Nos saludamos, les presenté a Ángela y desde el primer momento hubo buena química entre todos. Entramos al lugar. Yo previamente le había contado cómo era la dinámica del sitio, desde el ingreso, la distribución de las distintas zonas de aquel lugar y cómo era el ambiente.

Nos sentamos cerca a la zona de fumadores y pedimos ron.

Comenzaba una noche inolvidable…

Entre tragos y una buena charla llena de anécdotas pasadas (algunas buenas y otras no tanto), el ambiente comenzaba a calentarse de a poco.

Fuimos a hacer el tour por el lugar para mostrárselo con más detalle y una leve explicación de cómo era la dinámica en cada uno de esos espacios. Luego regresamos a la mesa, nos tomamos un trago y le dije “baby, vamos al cuarto oscuro” y su respuesta fue: “¡de una Daddy, vamos!” Entramos allí y estaba solo.

Ella comienza a chupármelo con mucha excitación y pasión y yo a excitarme cada vez más, al punto de querer explotar. Y más me excité cuando noté que ya había un hombre en viéndola mientras se masturbaba y la miraba con mucho morbo.

Mi baby se puso de pie y comencé a penetrarla mientras ella estaba con su cuerpo hacia el espectador que cada vez comenzó a acercarse y a tocarla. Esto nos encendió mucho más. Infortunadamente el hombre estaba algo pasado de tragos y comenzó a incomodar, decidimos salirnos de allí e ir a un cuarto grande con la pareja que habíamos ido.

Cabe resaltar que no íbamos con la intención de hacer nada entre los cuatro, solo era celebrar el cumpleaños de mi baby.

Entramos al cuarto y comenzamos a besarnos ella y yo, cerca estaban Jorge y Vane. La temperatura iba subiendo entre todos y de repente Vane coge la cara de Ángela, mi sugar baby, y comienzan a besarse. No era su primer beso con una mujer pero más de ahí nunca había experimentado algo con una chica, Vane por el contrario antes había estado con otras mujeres.

Jorge y yo mirábamos, comenzamos a acariciar a nuestras respectivas babys.

Vane y Jorge comienzan a besarse, mi baby y yo igual y mientras nos besábamos de repente veo una imagen que me excitó tremendamente: Ángela tenía su mano derecha en mi pene y con la mano izquierda estaba masturbando la de Jorge. Todos sonreímos y nos calentamos aún más.

Mi baby y yo comenzamos a hacerlo ante la mirada de algunas parejas, una de ellas se subió a la cama y las chicas se tocaban sutilmente las manos, Vane y Jorge miraban excitados.

De repente, Jorge sale de la habitación luego de haberle susurrado algo a Vane y ella sonríe coquetamente y se une a Ángela y a mí.

Vane se tumba en la cama boca arriba y mientras penetro a Ángela ella le baja a Vane y la masturba. Era la primera vez que probaba una vagina, su sabor y su olor.

Saco mi pene y ellas comienzan a bajarme al mismo tiempo. El sentir dos bocas rodeando tu pene es una sensación tan difícil de explicar como de excitante.

Termino en sus bocas, ellas se miran, se besan y comienzan a jugar entre sí.

Ahora era el turno de Vane de probar ese sabor exquisito de mi sugar baby. Le bajó y masturbó. La cara de Ángela de placer era absolutamente fascinante. Fue gracias a la boca de Vane que tuvo otro orgasmo más en la noche.

¡Otra primera vez! Ya no solo sabía qué se sentía bajarle a una mujer sino que sabía qué era tener un orgasmo gracias a una.

Así terminaba mi baby de celebrar su cumpleaños, su primera ida a un bar swinger y su primera vez con una mujer… ahora faltaba el remate ella y yo juntos en el apartamento.

Al llegar y luego de darnos un baño lo hicimos recordando e imaginando cosas que seguramente hará parte de otros relatos.

¡Hasta pronto!

P.D:

Para efectos de no hacer tan largo el relato he saltado algunos momentos en los que Ángela y yo estuvimos haciéndolo en otros momentos y lugares

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