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se que normalmente se esperan una historia candente con pasión sin igual. Pero hoy traigo una confusión reprimida que me tomó mucho tiempo en animarme en escribirla. Espero que la disfruten
desde muy joven siempre tuve algunas tendencias homosexuales y al comenzar la adolescencia tuve la oportunidad de experimentar con hombres, pero nunca llegué a experimentar un verdadero placer. Con el paso del tiempo fui también experimente con mujeres pero aún así no lograba encontrar ese placer que lograra hacerme desmayar y saborear el verdadero placer de estar con alguien. No fue hasta que conocí a María Josefina. O josefa como le gustaba que le llamaran.
cunado era adolescente, Josefa se había mudado al edificio donde solía vivir con mis padres. Era un apartamento que estaba al frente del de mis padres y solía cambiar de alquilamos muy rápido así que le prestábamos poca atención quien llegaba. Pero Josefa era diferente a todas las demás personas, era toda una mujer (o eso yo creía en ese momento) aún me acuerdo de su pelo negro y largo, con un cuerpo de diosa de la lujuria, el olor que tenía, era que era delicado, y no olvidar su actitud atrevida y sagas. Solo verla me hacía sentir q mi yo interior soñaba con las cosas más sucias posibles quería todo con ella y sin importar el que o como. Me acuerdo que esperaba al lado de la puerta para escuchar si ella llegaba y poderla ver.
no entendía el porqué de tanta lujuria que me causaba, me acuerdo que le conté a un amigo de la época y el se limitó a decir que era las hormonas de la adolescencia y que ya se me había a pasar. Pero yo estaba muy seguro de que ella tenía algo que me calentaba. Solo pensar en ella me daban ganas de masturbarme.
Continuando con Josefa, pasado cierto tiempo mi madre me pidió que le llevara unos papeles de la administración a ella ya que a los horarios que ella estaba mi madre y mi padre trabajaba. Yo no dude ni un segundo y dije que lo haría. Me acuerdo que me arreglé aunque siendo honesto nunca fue muy guapo así que me inseguridades estaban más que evidentes al intentar arreglarme para ella. En fin hice lo que pude, tome los papeles y me fui a la puerta de al frente. Me acuerdo que abre la puerta y salle ella y un baby doll blanco, con ropa interior de encaje también blanco, Era como ver un ángel y yo quedo con mi corazón a mil y mi verga firme. Se que se dio cuenta por que me mira y dice que se me ve el paquete listo. Yo quedé frío, ni esperaba ese comentario de ella y me no aguanto y me vengo. Me dio mucha pena. Ella me invitó a pasar ya que tenía que firmar, ella sintió el olor de mi semen que salía de mi pantalón y ella me mira con cara de complicidad. firmado los papeles ella me dice “mira si yo no soy una mujer como las otras “ la verdad es que en ese momento no la entendí pues para mí ella era única. Yo le respondí que “claro no todas son angelitos”, se río. Me despido y regreso. Casi me desmayo al pasar la puerta del apartamento me acuerdo ir al baño y estar lleno de leche. Nunca nadie antes me había echo venir así.
pasaron los días y la frase de “yo no soy una mujer como las otras” me daba vueltas sin parar. Por cosas de la vida la respuesta vino de el portero del edificio. Un día dejé las llaves en casa y tuve que esperar a que mis padres volvieran a casa, y me quedé en la portería hablando con el portero. En esa charla sale Josefa y le comenté a él la frase que ella me dijo y el me dice “no joven, lo que pasa es que doña Josefina es trans y escort” todo en ese momento cobró sentido. La verdad yo estaba impactado pero a la vez me daban más ganas de estar con ella. Fue una emoción muy fuerte.
al poco tiempo, decidi que quería intentarlo y me animé y fui a su departamento sin excusas y me armé de valor ya que me ganaron el morbo y las ganas. Toque la puerta, ese día ella estaba normal con un jean y un body negro, aún así se veía muy hermosa. Le pedí poder hablar y ella me invitó a pasar, al comenzó la conversación fue algo difícil para mí pero ella supo calmarme y pude decirle lo que sentía, le comenté que ella me calentaba mucho y que llevaba meses pensando solo en ella. Ella me preguntó que si sabía que era trans y le dije que eso es lo que más me calentaba. Ella confiesa que le pareció lindo de mi parte pero que yo era un menor de edad y que no quería problemas. En ese momento el mundo de me vino abajo y quedé destrozado. Fue muy duro pero lo acepté, ya al final me paré pero antes de irme ella se acerca y me da un beso que aún persiste en mi mente y corazón. Y me dice que el día que sea mayor vuelva a tocar en su puerta y que me mostrara el placer que quería tener. y con esa promesa salí de su apartamento.
tristemente, al poco tiempo ella se mudó y nunca más la volví a ver. Y internamente siempre quise intentarlo. E incluso me gustaría estar con una trans después de tanto tiempo, pero esa fantasía que quiciera cumplir eso es para otro relato.