La primera vez que fui a un sauna estaba petrificado de miedo, pero al mismo tiempo arrechisimo. Ya había pasado por el frente del lugar dos veces sin atreverme a entrar y dentro de mi cabeza decidí que la tercera vez que cruzará por el frente era la vencida. Si no entraba, me iba a casa.
Caminé lentamente la cuadra que había hasta el local, pensando en lo mucho que había fantaseado con conocer ese mundo desconocido del sexo sin desenfreno, pero al mismo tiempo preocupado porque podría encontrarme con alguien conocido.
Ya estaba a pocos metros de la entrada y me decidí. Abrí la puerta, subí las escaleras y llegué a la recepción. Me dijeron el precio del día, pagué y sin saber muy bien que hacer a continuación. Pasé por la única puerta disponible. Me encontré con unos lockers en los que sabía que debía poner todas mis pertenencias y quedarme en ropa interior o desnudo. Ya que había llegado hasta este punto decidí por quitarme todo y enrollarme una toalla en la cintura.
Primero me dediqué a conocer el lugar. Cuarto oscuro, sauna, turco, sala de TV, laberinto oscuro, cuartos privados y hasta piscina.
El local estaba bien concurrido, con hombres de todos formas y colores, la mayoría, igual que yo con una toalla alrededor de la cintura, pero muchos también mostrando culo y verga.
Durante el recorrido escuché gemidos de hombres a los que con seguridad les estaban dando duro por el culo, en los cuartos privados y también en las zonas oscuras.
Después de tanta estimulación audiovisual yo ya había perdido todas mis inhibiciones, decidí dejar la toalla en el locker y empecé a caminar por el lugar completamente desnudo, con mi verga de 20cm a la vista de todos.
Entre al cuarto oscuro donde me encontré a un hombre de espaldas en las colchonetas sobre el piso, mientras otro se lo clavaba en posición de misionero. El pasivo gritaba de placer y el activo le daba con fuerza, hasta el fondo. En la habitación habían otros 2 o 3 hombres disfrutando del espectáculo mientras se hacían una paja. Yo me acerqué a los dos que estaban culeando y empecé a lamerme las tetillas al activo. El pasivo me agarró la verga y me dijo que la quería probar, así que le di de mamar. A los pocos minutos el activo se empezó a correr y después de un rato le saco la verga al pasivo del culo. El pasivo se empezó a dar dedo el mismo mientras seguía mamandomela. Uno de los espectadores se nos unió y remplazó los dedos del pasivo con los suyos, pero el pasivo no contento con ello se volteo, con su culo hacia mi y se enterró mi mástil bien ensalivado por su mamada. Qué delicia de culo calientico y bien lubricado! Yo empecé a comérmelo con empujones suaves y largos, disfrutando de cada embestida. El pasivo, que estaba muy hambriento se estaba ya turnando chupando las pollas de otros dos participantes, mientras que otro se hizo a mi lado y me agarraba la polla cada vez que salía de ese culo y manoseaba también al culo, la verga y los testiculos del pasivo.
Como yo estaba que me venía detuve la follada y le saque la polla al pasivo para tomar aliento. El hombre que estaba a mi lado, inmediatamente me remplazó en ese culo y empezó a taladrar al pasivo. Le dio unas cuantas embestidas y luego saco su verga, me agarró la mía y se la metió al pasivo. Así, empezamos a turnarnos, 1, 2, 3, 4, 5 él, 1, 2, 3, 4, 5, yo.
En ese momento ya se habían acercado otros hombres a presenciar la orgía que estábamos haciendo entre 5. En una de las ocasiones en que era yo el que estaba fallando al pasivo, baje una de mis manos al culo del otro activo, y como no puso resistencia empecé a meterle un dedo.
Cambiamos de posición, el de activo y yo a su lado, mientras seguía dándole dedo hasta que su culo estuvo bien dilatado. Me lubrique la verga, me le hice detrás mientras culeaba y lo ensarté. El tipo del medio de ese tren gimió de placer y a los pocos segundos empezó a correrse con la polla enterrada an el culo del pasivo. Su ano me apretaba la verga con cada espasmo y yo tuve que hacer un gran esfuerzo para no venirme. Los dos sacamos las vergas de los respectivos culos, nos dimos las gracias y el activo del medio se marchó. El pasivo se masturbaba mientras seguía alternando dos vergas en su boca, hasta que las dos se corrieron sobre su cara, al mismo tiempo que el pasivo y yo nos vinimos sobre el abdomen del pasivo.
Ufffff... Qué fiestón el que nos dimos y que buena iniciación en los secretos de los saunas gay.
