Compartir en:
El día de ayer me decidí por fin a que me penetraran de sin afanes y disfrutando cada momento, por lo que contacté una trans en la ciudad de Manizales. Cuando llegamos al motel estaba nervioso pero con ganas de que me penetraran bien rico, lo hice porque mi novia estaba de viaje así que aproveché y me porté mal.
Una vez llegamos al motel empecé a besar sus pezones y tocar su verga, le dije que hace mucho rato quería comerme una polla bien rica y me dijo trágatela toda. En ese momento me encendí y le empecé a mamar la verga, que caramelo tan rico. No era la primera vez que hacía eso, ya hace unos años con muchos nervios había saboreado una verga pero no por mucho y no lo había disfrutado tanto como ayer.
Le mamé la verga por un rato haciendo garganta profunda y me encantó, no sé si podré seguir mi vida heterosexual normal o definitivamente me iré a disfrutar de niñas trans. Luego de mamarsela un rato me dijo “te voy a culiar”, así que me puso la bordo de la cama y me echó lubricante. Al principio empezó a jugar con su verga en mi culo y luego la metió duro, debo confesar que me dolió mucho y me tocó sacarla y pasar un poco el dolor.
Al momento volvió a meter su verga, la verdad no era tan grande pero se sintió como llegar al cielo y me empezó a culiar, fue la mejor sensación de mi vida, creo que nunca había disfrutado tanto algo. Me culió por varios minutos hasta que se vino muy rico, sentí la leche caliente dentro de mí, me sentí como toda una puta y la verdad me encantó.
Ahora entiendo porque dicen que la curiosidad mató a más heteros que gatos.
Quiero repetir y disfrutar mi sexualidad.