Guía Cereza
por: Maduro45xile Publicado hace 2 meses Categoría: Sexo con maduros 2K Vistas
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Me llamo Catalina, soy del norte de Chile, esta es mi relato, que lo acaba de escribir mi padre. Ya que mañana llega Mamá

20-03-2020, dos acontecimientos importantes, que se desprende uno del otro y cambiarían mi vida. La pandemia.

Ese día el presidente decreta la cuarentena, comenzaba el uso de mascarillas, llenarse de alcohol Gel las manos, desinfección a toda la casa y lo peor el encierro, muchísimo encierro, comencé odiándolo, no poder juntarme con mis amigos, hoy puedo decir… “gracias encierro”.

Mi madre quedo varada en Madrid, había concurrido a un seminario por su trabajo en una compañía multinacional, en la que había posibilidades de un ascenso laboral, entendí como que le habían ofrecido el puesto de gerente en la empresa para la cual trabaja y debía hacer una capacitación.

Mi padre se puso como loco, no sabía cuándo regresaría mamá, pero gracias a su trabajo, ya que él tenía modalidad teletrabajo desde casa, eso también ayudaba ya que por lo menos había comunicación por video llamada con mamá todos los días.

Pasados veinte días de encierro, una noche, me levanto para ir al baño; debo aclarar que debo pasar por la puerta del cuarto de mis padres, observo algo que me llamo la atención, mirando hacia donde estaba la luz de la computadora, mi papa estaba frente a su monitor bastante grande que usa para su trabajo, quedando un poco de lado a la puerta, desde ese ángulo podía ver su lado derecho y también la pantalla del monitor, note que hablaba con mama a la vez que también se masturbaba. Si, observe como una de sus manos agarraba aquel miembro y lo movía raudamente. Quería ver mejor pues la puerta estaba solamente entreabierta, me acerque silenciosamente para tener más detalle de como se la meneaba, y no solo vi a mi papá con su extraordinario pene en la mano, si no también que mamá aparecía en la pantalla desnuda con su mano en la vagina, por un momento quede inmóvil, petrificada por como ambos se masturbaban y el vocabulario que usaban.

-…”!! Mamy ábrete la concha, eres una puta, como me gusta que te mojes, saca la lengua para que lo chupes”… era algunos términos que mi papá trataba a mi progenitora.

Mientras que mi madre le respondía:

-…”Que ganas tengo de sentir tu verga metida hasta el fondo, mira como me hace falta que me chupes la concha, mírame como me mojo y te deseo amor”…

Mientras mi madre le iba diciendo todo eso, comenzaba a jadear y gemir como loca, podía observar con más detalle y podía ver claramente cómo se perdían dos dedos de una mano en el interior de su concha abriéndose los labios mientras la otra haciendo círculos sobre su clítoris. Yo por mi parte no aguantaba la calentura y ya estaba sintiendo como se me humedecía mi sexo y me subía un calor desde mi cavidad vaginal hacia mi rostro.

Mientras mi madre gemía y gritaba más fuerte note como ella llegaba a un orgasmo. Me retire al baño con esa imagen en mi cabeza. Luego de orinar abrí la llave de paso de agua del bidet, y cuando estuvo a temperatura me senté sobre el chorro de agua tibia y al sentir como el agua me golpeaba el clítoris me hizo estremecer, sin perder la oportunidad, con esas imágenes grabadas en mi mente del gran miembro de papá el cual se veía muy colorado y brilloso, con sus venas bien marcadas en su mano subiendo y bajando, cubriendo y descubriendo la cabeza de su verga,

No aguante más puse mis dedos en mi virginal vagina y haciendo círculos sobre mis labios me tire una paja feroz, entre las imágenes y los jadeos casi inaudibles de mis padres, acabe reprimiendo un grito.

Muy silenciosamente pasé para mi cuarto, ya mis padres reían, ¿habíamos hecho un trio? con ese pensamiento y riendo en mi interior me acosté a dormir relajadamente.

Al día siguiente, mi padre se había levantado de buen humor e hizo una propuesta muy interesante, donde realmente comenzó a cambiar mi vida. Mi padre me comenta:

- …”Cata, porque no vienes a hacer un poco de ejercicios en las maquinas”.

Mis padres habían construido una habitación donde tenían máquinas para hacer ejercicios, de todas las clase que se imaginen, a la cual yo nunca pescaba, porque me daba pereza ponerme a caminar o bicicletear, en una máquina.

-…” Así cuando regrese mamá estamos físicamente bien, creo nos vendría bien a los dos”.

-…”Si pa… si no tengo otra cosa que hacer”.

El, que es experto en el tema computación y navegar por la red, bajó un curso completo de ejercicios que incluso no necesitaban aparatos ni peso para modelar los músculos, iniciando de inmediato.

Pasados unas semanas, en los cuales hacíamos hasta tres veces por día las rutinas, nuestros cuerpos fueron cambiando un poco creo yo, Papá estaba de buen humor, unos días más que otros (cuando hablaba con mamá sobre todo).

Con mis diecisiete años, tenía un cuerpo normal, pero ahora creo yo un poco mejor, mi culo había tomado una forma más redondita casi como una pera, duro y firme, mis piernas estaban más duras, y mis pechos estaban redondos y turgentes, bueno eso es lo que yo veía, aunque mi padre siempre me halagaba de lo bien que estaba, incluso una vez me dijo, “Que rica estas”, yo lo tome como un alago.

Un día al levantarme me puse unos shorts de lycra y un top deportivo sin sostenes, el pantaloncito me marcaba la cola descomunalmente, se me veía muy parada, cuando papá me vio dejo escapar un largo silbido y extendiendo su mano toco la firmeza de mis glúteos, reaccionando al instante, se puso colorado y retiro presuroso su mano.

- …” Perdón fue instintivo, pensé y obre al mismo tiempo, pensaba que bien te había sentado el ejercicio y que firme estaba tu cola”…

Levante mi mano para ir Silenciando su boca con mi dedo

- …” Pa… por fa eres mi papa, no te pongas mal, sé que no lo hiciste con maldad”. Le respondí a su acto, creo involuntario

- “Tienes razón, pero eso puede traer malos deseos, tu madre lejos, el encierro, solo vemos al delivery que nos realiza las compras”… Me respondio enseguida

- “Si pa…, a mí me pasa lo mismo, aunque aún no he tenido nunca relaciones sexuales, mis hormonas están muy alborotadas, solo la pasamos acá los dos, sin más gente con quien interactuar”. Le respondí

Ahora yo Poniéndome colorada más que el cuándo me toco, le confesé en ese momento que lo había visto masturbándose por video llamada con mamá y no perdía la oportunidad de observarlo y retirarme a mi habitación para hacer lo mismo.

- … “Hija que vergüenza me da”. Me respondió avergonzado

- …”Para nada querido pa…, entiendo lo de las necesidades, y te comprendo más a ti que sabes lo que es hacer el amor y que te falte tu compañera de juego”. Le fui diciendo en una postura de mujer madura

- …”Papá ya soy toda una mujer y se de lo que te hace falta”

Me acerque lentamente y bese sus labios apasionadamente.

- …”Hija no creo que sea”…

Calle sus palabras con mi mano poniéndola sobre su boca, emitiendo de la mía el clásico sonido de hacer silencio, -…”shhh”…

Volvimos a hacer contacto corporal, nuestras bocas se unieron nuevamente, las respiraciones se hicieron más agitadas, nuestras manos danzaban por nuestros cuerpos, fuimos despojando nuestra piel de la poca ropa que nos cubría, lentamente, prenda a prenda.

Cuanta ansiedad tenia, iba a ser mi primera vez y con el hombre que más amo en esta vida, le pediría perdón a mi mamá, pero no debe enterarse, esto quedara entre nosotros y lo llevaremos a la tumba.

Los besos que me entregaba la boca de mi padre fueron ganando territorio, de mi boca a mi cuello, de ahí y sin escalas a mis tetas, mis ya duros pezones recibían esas chupadas con mucho agrado, mis pezones se endurecían haciendo mojar mi sexo que desde el comienzo pedía a gritos ser penetrado.

Trate de hacer lo visto en algunas películas XXX que he visto, como para estar a tono.

Con mi mirada puesta en sus ojos, mientras lo acariciaba con todo el amor posible, bajando suavemente hacia el miembro erguido de mi progenitor, encontrándome con la firmeza de ese pene que tal como lo había visto anteriormente era descomunal que apenas caía en mis dos manos, lo tomé suavemente, tal cual lo había soñado desde que lo vi masturbándose. Ambos estábamos con un temblor en nuestros cuerpos desnudos, la piel erizada y sentí por primera vez el famoso olor al sexo, que invadía nuestro alrededor.

Cayendo de bruces ante el palpitante pedazo de miembro, sin dudarlo abrí la boca y lo engullí, en un principio me dio arcadas debido a que por mi inexperiencia llegué hasta el fondo de la garganta, sacándolo de un tirón para retomar la tarea, ahora más despacio, cuando mis oídos comenzaron a percibir sus jadeos acompasados al ritmo de mi mamada. Trataba de pasar mi lengua desde sus testículos subiendo por el mástil hasta su glande para volver a metérmelo en la boca y ahí con i lengua envolverlo.

Suavemente me tomo de los hombros haciéndome levantar, se arrodillo elevando una de mis piernas para situarla sobre su hombro, sabía lo que se venía, me entregue a disfrutar. Su aguda y hábil lengua recorrió todo el contorno de mis labios vaginales, por momento los quería separar y continuaba su lengua en derredor haciéndome perder la noción del tiempo transcurrido entre que comenzó , sentía un fuego en mi interior y a la vez como por primera vez mis fluidos eran abundantes bajando por mis piernas, como un deseo de orinarme ahí mismo y llego al lugar que me hizo explotar en tremendo orgasmo, el duro clítoris encapullado que tantas veces yo había usado para darme mi propio placer, pero este orgasmo fue totalmente distinto, fue el primero producido por un hombre real, no imágenes que veía en los videos pornos.

Ese orgasmo me hizo temblar mucho más las piernas, no podía mantenerme en pie, con media sonrisa de lado y mis jugos chorreando por la comisura de sus labios, bajando como una vertiente por mis piernas paso su lengua para secarme, después se paró para bajar delicadamente la pierna elevada de su hombro.

- …” Cata, ¿es cierto que aun eres virgen?”

- …” Si papa, no te miento, aun lo soy”.

- …” Entonces estas preparada para dar ese paso tan importante”.

-  …” Sí, es algo que siempre soñé, entregar lo más bello al hombre que siempre me valla a amar”.

- …” Es muy lindo lo que dices, pero… ¿no quieres guardarte para alguien más especial?”

- …” Nunca habrá alguien más especial que tu pa…, ¿te arrepentiste y no quieres hacerme mujer”

Debo haber tocado su sensibilidad, sello mis labios con un beso. Mientras caminamos completamente desnudos hacia la habitación, me abrazo por detrás tomando mis tetas con ambas manos haciéndome sentir en mis glúteos la dureza de su miembro al tiempo que besaba y daba pequeños mordiscos a mi cuello. Con la delicadeza que lo caracteriza me deposito en la cama.

- …”Pero hija, ¿no tenemos protección?” Dijo casi decepcionado.

- …”En mi mochila tengo una caja de preservativos que llevaba por las dudas se presentara la ocasión”.

Sin dudarlo salió corriendo hacia mi pieza regresando rapidísimo con lo necesario en la mano, abrió uno dejándolo en la mesita de noche, para continuar el jugueteo previo. Entregándome a disfrutar de su experiencia, cerré mis ojos posicionándome en la cama a piernas y brazos abiertos. Comenzó a acariciarme con las yemas de esos dedos suaves, recorriendo todo mi torso superior y mis flancos, sin llegar al monte de venus, casi sin tocar los pezones, bajaba hasta la pelvis para regresar por el mismo camino. Llevábamos así varios minutos cuando se decidió y aboco su trabajo manual en mi alborotada vagina frotando mi clítoris.

Debo reconocer que siempre he tenido miedo de mi primera vez, pero con Papá, mis miedos se disiparon, es muy dulce, tierno, sabe cómo y dónde tocar en el momento preciso. Su mano tomo la mía, la llevo a su miembro jugando con él por un rato, haciéndome lo propio en mi vagina, frotaba uno o dos dedos en la entrada de mi canal vaginal, mientras que yo tome con firmeza ese miembro tirando hacia mí; entendió el mensaje, se subió sobre mi cuerpo y sin soltar esa hermosa verga la guie a la vagina (aunque no hacía falta, Papá conocía perfectamente el camino) la sentí apoyada entre mis labios, entre mi mano mientras la apretaba sentía como le palpitaba, y se movía entre ellos con facilidad por la humedad reinante producida por mis abundantes jugos.

Había llegado el momento, el ubico ya su glande entre mis pequeños labios y comenzó a empujar para ingresar muy suavemente en mí, algo parecido a una corriente eléctrica recorrió desde mis pies hasta la cabeza, a medida que iba ganando terreno las sensaciones variaban, por momentos dolía, por momentos parecía como un ardor, como si me quemara pero no me importo todas esas cosas que sentía eran soportables, solo estaba expectante a escuchar el sonido que me había imaginado haría al perder la integridad del himen, cosa que nunca sucedió. Al sentir que la punta de ese verga tocar fondo, se detuvo preguntando.

- … ¿Duele o te sientes mal?

- …”No pa…, todo lo contrario, por favor sigue …no pares”.

Y así hizo, siguió moviéndose dentro de mí con una suavidad increíble, entraba y salía a ritmo constante, rotando levemente su cadera o moviéndola hacia los lados, sentí un hermoso cosquilleo que provenía desde lo más profundo de mi sexo con un calor que comenzó en el mismo lugar y se fue extendiendo hacia arriba y abajo, sintiendo como algo era expulsado en forma pulsátil, comencé a perder la respiración, mi corazón mucho más acelerado, comenzaba a gemir y jadear de la misma forma que lo había escuchado de mamá … me venía ¡¡¡mi primer orgasmo!!! Que rico se sintió y lo demostré con el grito que sucedió a los quejidos que venían saliendo de mi interior.

Saco su miembro de golpe, tomo el preservativo y la volvió poner dentro de mí con la misma suavidad que al principio, la diferencia era que al comenzar los movimientos los primeros segundos fueron más vehementes, rápidos y contundentes, como si quisiera meter dentro sus testículos que golpeaban fuertemente en el perineo. Gemíamos los dos, era un concierto de ruidos guturales, gemidos y gritos, nuevamente me vinieron esas sensaciones que me avisaron de otro orgasmo, mi expulsión de fluidos fue más cantidad que la anterior y el grito que pegue fue fuertísimo, tanto que al terminar de sentirlo papá hizo lo suyo, se descargó su semen pero lamentablemente toda esa eyaculación quedo en el plástico del preservativo, me hubiera gustado tanto sentirlo en mi interior, lo que si pude sentir fue su tibieza y la fuerza con que salía de su miembro cada vez que pujaba ese falo que momentos antes llevo mi “inocencia” a otro nivel.

Una vez que termino de palpitar en mi interior lo saco muy delicadamente, permitiéndome ver la prueba de esa hermosa primera vez, con un hilo sanguinolento que se deslizaba por el condón y una cantidad impresionante de semen en su interior.

Nos recostamos sin reproches, solo se le notaba la cara de felicidad y amor en sus ojos.

- Cata ya vengo, voy al baño a lavarme, aún tengo vestigios de tu sangre en el miembro.

- …“Pero si usaste condón”.

- …”Lo use para descargar el semen, tu desfloración fue sin él”.

- …”Bueno papito, aquí te espero”.

Al rato llego con su miembro pendiendo entre sus piernas, quedamos un rato observando nuestros desnudos cuerpos, de pies a cabeza, cuanta belleza estética había en el de mi papá.

Mi curiosidad me llevo a tomar su miembro entre mis manos para inspeccionarlo, textura, largo, grosor, color, cuantas venas tiene, como se desenfundaba la punta de esa majestuosa verga que momentos atrás me proporcionara mi primer gran placer de los muchos que vendrían.

Lo vi ir tomando consistencia y endurecerse de a poco, irguiéndose majestuosamente ante mis ojos, sin pensarlo mucho, me acerqué hacia él, fui dando pequeños, suaves y delicados besos casi rozando solamente su piel, la lengua salió casi por inercia para recorrerlo en toda su extensión, deteniéndome por momentos a saborear sus testículos. Con la experiencia de mi primer sexo oral hace un rato, esta vez fui más despacio y tratando de degustar lo que me estaba “comiendo”. Clave mis ojos celestes en los suyos, abrí la boca introduciendo la regordeta cabeza en ella, automáticamente mi lengua se posó entre mi labio inferior y la móvil piel del aparato, lo rodeaba con ella, forme un círculo con mis labios ejerciendo una suave presión a la vez que mi cabeza iba y venía, atrás, adelante, rodeaba con la lengua, atrás, adelante, más profundo, más afuera, mi pequeña mano había aprendido rápido a mover la piel desde la punta hacia los huevos, que en su movimiento querían golpear mi barbilla. Esa máquina de placer se endureció haciéndome sentir como comenzó a palpitar, Papá jadeaba como un animal cansado de correr, y al grito de - Ahhhh nuevamente venia su nueva eyaculación.

Descargo una impresionante cantidad de semen tibio en mi boca. Debo reconocer que en un principio no me gusto, pero siempre mirándonos a los ojos me dijo…

- …”Trágala toda, hasta la última gota mi amor”.

No sé cómo se me ocurrió en ese momento, sin quitar la vista de sus testículos que me observaban, abrí la boca mostrando lo que tenía en mi interior tragando todo su semen, que me resulto agradable, ese sabor agridulce y su consistencia, a lo que más adelante me haría adicta.

Con mi cabeza apoyada en su abdomen, me quede dormida.

Soñaba con esas manos hábiles que momentos antes me habían brindado tanto placer, el sueño era tan real, tan vívido, que me parecía estar haciéndolo, experimente una corriente eléctrica que me despertó de golpe y ahí lo veo estaba arrodillado entre mis piernas, brindándome sus caricias eróticas y como dice el tema musical “no lo soñé” logró que tenga un orgasmo aun dormida, me giro en la cama y alzo mi culo, el que poniéndome cual perro lo ubiqué en pompa ofreciendo mi recién estrenada vagina, de un solo empujón perdió dentro de ella su hermosa virilidad con esos movimientos hermosos que hace, me llevo a elevarme nuevamente al paroxismo, cuando comencé a gemir y estaba por tener mi segundo orgasmo consecutivo siento que uno de sus dedos ingresa por el esfínter anal, haciendo ese momento inolvidable, mis fluidos salían a borbotones y el aumento su ritmo, de repente saco su miembro y descargo todo su semen en mi espalda, lo sentí hermoso, tibio y en gran cantidad.

Nos bañamos juntos para luego desayunar, sin hablar del tema, era como si fuera normal ya.

Con el correr de los días fuimos viendo videos y replicando posturas, leyendo el Kama Sutra a full.

Decidí inyectarme anticonceptivos, encargándolos en la farmacia venia un chico muy guapo que se ofreció a aplicarlo (creo que para verme el culito).

23 de noviembre de 2020 nos anuncia mamá que el veintisiete de ese mes tomaría el vuelo que repatriaría a los Chilenos varados en Europa.

Hablamos mucho sobre la vuelta de mama, quedamos en que lo nuestro no se iba a cortar, ya veríamos como tener nuestros encuentros de padre e hija.

Por lo pronto en las video llamadas de mis padres, (debo reconocer que me ponía celosa verlo masturbarse delante mío mientras hablaba con mama) ella no sospecho absolutamente nada, y eso que en varias oportunidades el hacia el ademan de masturbarse mientras yo le practicaba sexo oral arrodillada debajo de la mesita donde estaba la computadora, mama disfrutaba su paja y yo degustaba el semen de papá.

FIN……

Maduro45xile

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