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Cuando yo vi la boleteada que le pegaron por Facebook a Sara y Esteven pensé que ese hp que los grabó era igualito a mi exmarido.
Yo podría ser la misma Sara y estar siendo humillada por cuanto sapo desconocido quisiera opinar sobre mi vida sin conocerme. Porque así somos, hablamos de los demás para creernos mejores personas y mostrarles a otros a lo que se exponen si no nos gusta lo que hacen.
Yo estaba cansada de pedirle a mi marido que nos divorciáramos. Él también era de la Sijín, como el del video. Y yo era técnica de la Fiscalía, donde lo conocí y uno también aprende cositas. Pero este infeliz en vez de firmarme los papeles, me amenazaba y me hacía un rosario de madrazos. Que primero mataba al que le tocara la mujer. Y que de él no esperara un peso, que todo era de él...
Por eso nada dejé al azar. Al ponerle cachos me aseguré de que recordara todas las que me hizo y aprendiera que no todas las mujeres somos las pendejas que vamos a llorar cuando nos la hacen. No, mijos. Ahora sus cagadas van a tener otro costo. La hacen y pagan. Piénselo mejor.
Pues cómo les parece que este man en sus supuestos operativos se daba sus escapaditas con noviecitas. ¿Raro?... Claro que no, pero yo lo confirme con sus amigos, a quienes me les presente con algún pretexto para sonsacarles información.
A mi exmarido le daba piedra. "¿Qué yo para qué tenía esa gente?", me decía. Pero quién dijo miedo. Yo se las cantaba clarito. "Pues cuando lo necesite y ud. no aparezca, los llamo a ellos". Y como él tenía en Facebook a enemil mujeres que ni conocerá y conmigo no aparecía en una relación ni nada, pues yo le decía que "yo no le pido explicaciones de lo que hace en Facebook", y santo remedio.
Pues, señores, sus amigos después empezaron a enviar solicitudes al 'feis' y al 'Insta' y mensajes en wasap. Se envalentonaban para escribirme cuando aquel se iba a sus 'operativos'. Y yo sí los iba aceptando, y les contestaba y tales, para darles confianza y me echaran los perros.
La estrategia era hacer sentirlos cómodos para hablarme, pero que les costara un poquito, para que se portaran como los gusanos rastreros y me soltaran información.... jajajajaja... Ay, mijas, haciéndome la confundida empezaron a traicionar a mi ex. Yo les decía que "mi marido es muy lindo, muy bueno, pero a veces es duro llevar una relación a distancia, y no estoy segura de seguir con él así".
Ja, más me demoré en hablar bien de él que algunos en hacerlo quedar mal. Y así me enteré para dónde era que iba de 'operativos' y cuándo sí tenía trabajos. Y me le puse al corte, señores... Pero si uno busca el diablo tiene que estar preparado para encontrarlo. A los meses, con la ayuda de una compañera, descubrí la realidad y tuve uno de los dolores más /(&%#!"$ de toda mi vida.
Mi pensado era pillarlo y darle una buena lección, para mostrarle como son las cosas conmigo y enderezarlo, pero imaginando que era un pecado menor... Porque mi sueño era un hogar bonito, con fundamentos, estable. Y en eso confieso que fui muy ingenua, porque la basura podrida no se convierte a limpia. Y un pecado pequeño es también el síntoma de un vicio incorregible.
Calculé mal, porque este hp tenía una muchacha preñada. Y cuando se quedaba en mi casa, a ella le decía que tenía operativos. Pero cuando se quedaba en Yopal con ella, el cuento de los operativos me lo aplicaba era a mí. La tenía de mujer. Llevaba una doble vida con las dos.
Sufrí lo que nadie se imagina... Yo tengo un niño, que no es hijo de él. Lo tuve cuando estaba en el colegio, una adolescente pendeja, ñoña, ingenua. Por eso los manes creen que uno es comida fácil, una hembra desamparada que pueden utilizar. Y este man me rogó que tuviéramos una familia, que un niño y pitos y flautas. Por eso dejé de planificar y tuvimos la niña, que es su adoración. Pero con ese descubrimiento quedé devastada moral y físicamente... No hacía sino chillar.
Tuve la intención de enfrentar a este maldito, que se creía la verg@ por engañar y comerse a dos mujeres. Quería reclamarle. Insultarlo. Acabarlo. Pero de golpe en golpe la vida me enseñó que uno debe pensar las consecuencias y decidir buscando las mejores consecuencias, no actuar por impulsos.
Yo tenía claro que si me ponía a pelear, la realidad no iba a cambiar (porque despreñada no hay) y podía pasar una de dos... que me tocara irme con mis chinitos, con una mano adelante y otra atrás, y luego humillarme por una miserable cuota de alimentos cada mes. O quedarme con él y hacerme la estúpida para no desmejroar la vida de mis chinitos, como hacen muchas mujeres, a costa de mi propia dignidad y aguantándome a un malpar!%0 que sabe que por poner un peso ṕuede portarse como un marrano.
No, mija... olvídense Afortunadamente tuve una mamá que me enseñó a ser guapa e inteligente.
Así que elegí ser táctica. No le dije nada. Fingí que no sabía nada. Obviamente no podía fingir que lo quería o deseaba, pero me hice la celosa con cualquier motivo, la paranoica que ve problemas en todo y no quiere ni que la toquen. Él me preguntaba "qué me pasaba". Que "por qué estoy así con él". Y a mí me empu%&/( que este tipo se hiciera la víctima, que "no hago sino trabajar ustedes", para "sus hijos" y que no recibía sino desplantes... que estaba "mamado de portarse bien"... ¿Ah? ¡la belleza de hhpp!
Pero yo también me hice la viva. Para que me convenciera de que estaba firme conmigo lo puse a gestionar el subsidio de vivienda que da la policía y logré que la casa quedara a nombre de los dos. Lo mismo hice con el carro y un negocio de juegos de azar que tenía por ahí.
Lo siguiente en el plan era asegurar que este man no me volviera a joder. Que yo no tuviera que encartarme rogándole para que le dé a mis hijos lo que le corresponde para su manutención. Y por último, pegarle una cachoneada bien brava...
Para esa época, a todos los amigos de él y cualquier otro canchoso que me molestara los mandé a la porra. Yo estaba como una garra... No dormía. No comía. Lloraba en el trabajo, después de dejar los niños, en fin. Sentía rechazo por los hombres. Así que solo pensaba en cómo hacer que este man caminara finito con mis hijos.
Y encontré la manera.
Resulta que me pillé que el man tenía el negocio de juegos de azar para lavar activos. Y le ayudaba a unos manes de casinos a la operación. Y todo lo coordinaba con otro man.
Reyes (mi exmarido) para mostrarme que era legal conmigo, me tenía huella registrada en su celular y yo podía chequear y todo. (El creyó que yo no sabía que tenía otro telefono para sus romances, que encaletaba en el locker de su oficina). Y ahí le pesqué las conversaciones en Telegram con un compañero que se habia retirado del servicio. Estaba todo lo que yo necesitaba.
Pues en una salida con los niños hice como si le hubieran robado el celular. Le dije que no lo reportara, que de pronto lo había dejado en un restaurante y se lo devolvían. Y mentiras, en un descuido grabé y le tomé capturas de pantalla a sus conversaciones. Y todo lo envié a mi teléfono. Y luego lo puse en modo avión y le quité la simcard.
Ese teléfono se lo dejé a guardar a una amiga, sin claves. Y con una fiscal me averigüé cómo le podía ir a nuestro amiguito de las dos mujeres por estar lavando plata con juegos de azar siendo servidor de la Sijín. Ja... Con ese teléfono en mis manos, ¡lo tenía de las hue###!
Yo ya estaba viendo la luz. Ya empezaba a salir de esas tinieblas. Y me puse a organizar lo del divorcio. Me fui a la Defensoría, donde conocí a un man que me orientó. Me dijo que ellos allá no podían llevar esos casos de familia, pero me recomendó a una colega.
Ya había transcurrido más de un año desde que supe lo de la otra mujer y a mí me fastidiaban los hombres. Ni siquiera sentía necesidad sexual ni me tocaba por mi cuenta para darme placer. No existia deseo en mí. Estaba como muerta en ese aspecto. Pero con este man de la Defensoría resurgió el interés por sentirme deseada. Y aunque lo mío no era establecer una relación, porque ya sabía cómo iba a ser de dif+icíl encontrar una pareja adecuada, sí quise tomármelo con calma aunque fuera una aventura.
Y así fue, mija. Sin buscar el desquite ni nada, ese man me llamó la atención. De buenos modales. Estudiado. Simpático. Por un momento me pareció hasta picado, pero no, el tipo era serio, otro tipo de hombre. Y para no dar muchos rodeos, todo sucedió despúes de llevarle unas escrituras para que me las revisara.
Me dijo que se las dejara, que las revisaba el fin de semana. Y yo le dije que si me podía quedar mientras las revisaba. ¿Dónde? En la casa de él. Eso sí, típica casa de hombre soltero. Y sin muchos coqueteos ni nada por el estilo, de repente todo surgió.
Yo ya estaba bien bonita. Ya estaba respuestica. Y para estas vueltas me arreglaba bien. Y en eso de preguntar por qué aparecía no sé que nombre en el documento, se quedó viéndome con esa mirada como de sinvergüenza que no le quita a uno la mirada de la boca ni las tetas. Y la verdad yo no me hice rogar.
El me besaba suavecito. Y yo iba a su ritmo. Pero la verdad estaba que le mordía los labios y le arrancaba el pantalón. Entonces el me tomó por la espalda, me apretó y ya supe que estaba a punto. Dejé que él tomara el control, para guardar apariencias. Me hice la vencida por sus besos... pero yo, honestamente, quería vérselo... y beśarselo. Me gustaba mucho.
Y sí, se me empelotó ahí en el comedor, done estábamos viendo los papales. Y yo pues me quedé en ropa interior, para que notará el juego de encaje que había elegido. Pero la verdad, parecía un caballo... Me besaba las tetas, me apretaba las nalgas, en fin... Y yo sentía que mi interior estaba empapado de flujo vaginal... Súper húmeda. Es que hacía tiempo ni yo misma me tocaba.
Y este hombre así, como estaba, me empieza a besar allá... Ay, señor... Cómo me encantaba, pero yo la verdad quería vérselo. Y le dije que me dejara a mí. Y sí, eso hice. Lo tenía parado, muy duro. No era tan grande. Y no estaba rasurado. (Tal vez estaba inactivo, como yo). Y se lo besé con unas ganas... Ganas de eso mismo, de besárselo y chupárselo. De tenerlo, de hacerlo mío. Más que nada eso.
Y cuando ya me había dado gusto en eso, dejé que me penetrara como se le diera la gana. Y no se imaginan como estaba de humeda y expandida mi vagina, por lo que sonaba muy duro... por la humedad, el aire y la fuerza y la rapidez con la que este potro me cogía....
Años sin sentir eso. Años... Para que ustedes se den cuenta que esos que se las tiran de perros y muy machitos tienen más mal cogidas a sus mujeres. En cambio, este príncipe me hizo venir en pura...
Y desde ahí nos volvimos amantes. Y varias veces me fue a recoger al trabajo. Y una vez me lo llevé en mi propio carro para la Sijín, donde lo vieron todos los amigos de mi marido. No habrá faltado el sapo que me grabó para enviarle el video.
Y cómo les parece. Reyes, que supuestamente estaba de operativo, al siguiente día me llegó a la casa envenado. Hecho el diablo. Gritaba como un loco. Me madreaba. Ni le importaban que lo oyeran los niños.
Entonces tome mi teléfono. Llamé a un Coronel, ahí mismo, y le dije que Reyes estaba maltratándome y que tenía una grave denuncia con evidencias para hacer. Rápidamente el hp me quitó el teléfono y me hizo colgar. Entonces le dije que le echara un ojito a lo que tenía ahí. Y él creía que eran fotos porno o cosas que hacía con mi mocito. Pero qué sorpresa... Descubrió que ahí había capturas de pantalla y una grabación de sus conversaciones de chat para torcidos. Y una grabación donde se ve su teléfono y se oyen los audios entre él y su compínche.
"Si quiere dáñelo", su teléfono y otra copía están listas para entregarselos a la Fiscalía. Tóqueme un pelo. Síga gritando...
Y le dije, tiene quince minutos para que saque sus cosas y se vaya para Yopal donde su mujer y su bebé. Y este hijueputica quedó blanco como una hoja de papel. No sabía ni qué contestar. Entendía ahora todo.... TODO. Hasta se puso a llorar, me dijo que yo tenía una mente perversa, que yo era muy dañada... JAJAJAJAJAJA lo que hay que escuchar, Dios mío... y me pedía perdón de rodillas. Que habláramos.
Y solo se fue hasta que me vio decidida a irme a la Fiscalía a poner la denuncia.
Duró como un mes tratando de convencerme de que le devolviera el teléfono y borrara todo. Rogó hasta que entendió que no tenía ni la más mínima oportunidad. Y tuvo que haber aguantado comentarios en su trabajo, donde le habrán contado que la mujer le ponía los cachos ahí al frente, delante de sus compañeros.
Y miren lo juicioso que desde ahí ha estado. Ya lleva tres años pasando la cuota cumplidito, sin rechistar. Y mirá cómo se volvió de respetuoso. No peleó por la casa. Me dejó el carro. Le entregué su negocio. Y no se mete conmigo para nada.
Seguramente para algunos soy una mala mujer. Dirán que debía haberme ido como una dama, no rebajarme... Cuidar mi buena imagen, etc. Y querrán hacerme lo mismo que le hicieron a Sara, la que estaba con el de la Sijín. Pero ¿saben que? A esos les digo que ustedes no conocen la vida de los demás y no son autoridades para juzgar... Ya respeten la vida y las deciciones de los demás, metiches. ¡¡¡¡VAYAN A COMER MIERDA!!!!!