Guía Cereza
por: Cl2012 Publicado hace 3 semanas Categoría: Tríos 1K Vistas
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Hola somos Luz y Carlos, mi esposo. Soy una mujer delgada de 42 años, trigueña, de senos y nalgas medianas que he entrado en mis cuarenta con muchas ganas de explorar mi sexualidad y la de mi marido. Carlos y yo nos conocimos, cuando yo tenía veinticuatro años y el treinta y cinco y llevamos 17 años de casados con dos hijos de nuestro matrimonio. Me encanta vestir elegantemente y mantener mis manos y pies siempre muy arreglados. Voy al menos una vez a la semana al salón y en ocasiones dos veces.

Esto ocurrió en Octubre de 2024 en un viaje a Cartagena donde ya habíamos tenido algunas conversaciones previas con Isaac, separado maduro, de piel morena un encuentro para conocernos y ver que se daba

Quedamos un vernos un sábado por la nochecita. Me puse un vestido negro, corto que me llegaba casi hasta la altura de las rodillas y de tiras en la parte de arriba y un conjunto de sujetador con tanga también negros. Unas sandalias de tacón me encantan así porque me permite lucir mejor mis pies que me gusta insinuar

Isaac, era un cartagenero de buena planta, trabajador, serio y cumplidor que se nota despierta gran revuelo entre las mujeres. Vestía de forma casual, con una bermuda de dril y camisas manga corta de colores claros, lo cual les quedaba muy bien. Además con el aroma a colonia fina, lo que les daba aún más distinción

Cenamos en un lindo lugar en la ciudad amurallada y luego fuimos a una discoteca donde tomamos unos cocteles y una botella de whisky para ellos. Isaac, como bueno moreno, caribeño era excelente bailarín y prácticamente no me dejó descansar en la mesa, lo cual me hacía feliz, pues me encanta el baile y más con hombres que saben moverse muy bien, como Isaac. Cada vez teníamos más confianza y nos pegábamos más en las canciones y ritmos que ameritaba, frotando de manera deliciosa nuestros cuerpos, lo que me gustaba y hacía que sensaciones calientes empezaran a surgir en mi.

Poco a poco empecé a sentir como la diminuta tanguita negra que llevaba puesta empezaba a humedecerse con el rico ardor de mi cosita. La verdad no pensaba mas allá del momento y disfrutaba de cada baile lo cual el notó y hacía comentarios cada cada vez más picantes, se pegaba más a mí, donde ya podía notar como su verga ganaba en grosor, y deliciosa dureza.

Cuando fui al baño estaba completamente con la tanguita empapadita de la calentura que me producía, junto a mis pezones erectos y duros. Suponía que sucedería esa noche, y solo quería dejarme llevar por las delicias que estaba sintiendo

Casi a oscuras, solitos, empezamos a bailar con mis manos alrededor de su cuello, por lo que él tomó más confianza y empezó acariciarme deliciosamente la espalda que mi vestido dejaba desnuda y al notar que me gustaba, empezaron los besos en el cuello que fueron abriendo camino con destino a mi boca, hasta que nuestros labios se encontraron en un apasionado beso y las lenguas empezaron a entrelazarse de la forma más erótica y sublime, lo que hizo que sus manos cayeran a mis nalgas para manosearlas y apretarlas contra su humanidad, haciéndome notar que  estaba mucho mas firme, dura y larga.

Al vernos así Carlos propuso irnos al apartamento que habíamos rentado. No sé cuánto tiempo paso, pero cuando llegamos allí, estábamos ahí los tres, mientras Carlos  se encargó de subirme el vestido y desnudar mis nalgas, dejándolas a la vista con su hilo negro, para manosearlas a placer,  Isaac y yo continuábamos con ese eterno y delicioso beso y mi mano acariciaba su pantalón que no dejaba de ganar grosor, lo que sencillamente me ponía loquita de deseo.

Carlos, dijo ir por una botella que tenía en la nevera y con una risa picara me dio un beso dándome libertad.  La verdad, en ese momento no quería pensar en lo que estaba haciendo, sencillamente dejarme llevar por el placer que en ese momento estaba sintiendo y así lo hice. Al volver con las copas en la mano, vio la escena de los dos pegaditos completamente, el restregándome sus manos en mi culo en un beso tan apasionado como erótico, por lo que dejó las bebidas a un lado, para retirar las manos de su amigo de mi culo, y pegarse a el lamiendo mientras que la verga  de Issac parecía explotar dentro de su pantalón.

Separo mi boca de Issac y le doy espacio para que manosee a gusto mis tetas, mientras volteo a ver a su Carlos que está detrás mio, y en cuestión de segundos, estoy nuevamente besándolo con pasión desenfrenada, no soy dueña de mí, mi voluntad no existe y todo mi deseo y calentura es de ellos. El negro aprovecha para tomar las tiras del vestido y bajarlas por mis hombros, para así dejarlo casi en mi cintura, dejando al descubierto mis pechos que ataca sin misericordia con su apetitosa boca, jugando con su prodigiosa lengua, lo que me hace exhalar intensos y ricos gemidos

No saben la delicia de mamada de tetas que me daba ese negro. Las tomaba las dos con sus manotas y no dejaba de lamer, chupar y succionar mis pezones adoloridos de lo duros que los tenía por la calentura que sentía. Carlos me seguía besando mis nalgas, no se quedaba quieto y metió su mano por mi vestidito, y primero por encima de la tanga, empezó a frotarse sus dedos por encima de mi empapada cuquita. Issac, bajó mi vestido completamente y me dejó solo en las tanguitas diminutas, para luego empezar a subir por mi anatomía lamiendo y besando mis piernas, mis muslos hasta llegar a mis nalgas, que se frotaba en la cara, lamia e incluso mordía de manera deliciosa. Carlos bajó mis braguitas hasta los tobillos para dejarme completamente desnudita, lo que aprovechó Isaac para descender, hacer que abriera un poco mis piernas, y empezar a hurgar en mi conchita con su morbosa lengua y labios, mientras  que Carlos  no perdió su tiempo, abrió mis nalguitas e hizo lo propio con mi estrechito culito. No saben la sensación que era tener, por primera vez, dos lenguas calientes haciéndome sexo oral. Tome sus cabezas con cada una de mis manos, me encantaba verme entre esos dos hombres, la sensación era tan rica que me concentraba en mis gemidos, levantando mi rostro y cerrando los ojitos.

Los dos se incorporaron y sin dejarme de besar y manosear sus cuerpos, hicieron caer al suelo sus pantalones junto a sus boxer. Dirán que exagero, pero era la vergas más largas y gruesa, que había visto en mi vida. Sentí una sensación de intimidación y a la vez deseo, y cuando se pararon los dos frente a mí, no había necesidad de palabras, sabía bien lo que querían y yo estaba allí para complacerlos, así que me puse de rodillas, tomé esas vergas con mis manos y empecé a darles una intensa mamada.

No les miento al decirle que tomaba la verga de Isaac con las dos manos y les sobraba la cabeza, además, de lo gruesa, casi mi mano no cerraba en su contorno, por lo que podía mamarles la cabeza y lamerles el resto, y fue casi imposible tragarme los dos penes a la vez, por más ricos intentos que hicimos. Pero ello no fue impedimento para que se dieran cuenta como me encanta y disfruto mamarlas y tragarme sus grandes  guevas mientras me daban golpecitos en el rostro con esas vergas bien tiesas y Carlos no pudo más y me regaló su carga de leche abundante y espesa y se sentó en un sofá a disfrutar mirándonos

Isaac, me acomodó en cuatro, y empecé a sentir como el otro frotaba la cabeza de su vergota por los labios de mi vagina, para poco a poco ir penetrándola con su animalote, haciéndome producir gemidos sin que me sacara el otro palo de mi boca. Fue un proceso lentamente delicioso el que mi cosita se acostumbrara a semejante herramienta. Con tacto y experiencia, el supo ir introduciéndomela, produciéndome instantes de ese dolorcito rico de placer que me hacía apretar entre mis labios la verga del otro macho que me comía, para en casi en la mitad, empezar a darme un delicioso bombeo que me hacía alucinar de lo delicioso. En ese momento pensé, y me excité aún más y yo solita movía mis caderas para sentir el pene más adentro de mi panocha.

En esa pose logré uno de los más intensos orgasmos de mi vida, el cual no lo gemí, lo grite intensamente mientras el negro que tenía detrás incrementaba sus movimientos, lo cual produjo, que casi al tiempo, los dos llegarán a su primera descarga de abundante semen que dejó en el condón y después escurrió sobre mis nalgas.

Caí desmayada sobre la cama. Los dos hombres ahora al lado mío completamente sudorosos, agotados, pero con ganitas de ir más allá. Me quedé allí, disfrutando de sentir como de mi vagina no paraba de palpitar mientras que mis labios, boca y mis tetas, tenías rastros del semen de mi marido. Me sentía puta, y me encantaba sentirme así.


Carlos me dio un beso en los labios que me dejó atónita. Nuestras lenguas se mezclaron en un tierno y cálido beso.  Mientras nos besábamos noté que Isaac estaba  semierecto y me quedé con la boca abierta, Dios mío, era preciosa, brillaba, era larga ,  gruesa , se le notaban las venas

Carlos me dio un beso de esos que te quitan el sentido, me chupaba y mordía las tetas, mis pezones se endurecieron de tal forma que creí iban a reventar mientras me decía suavemente y de forma linda lo puta que era. Por un rato me olvidé de Issac hasta que noté como empezó a lamer mi culito.

Después de ese beso quede abrazada a mi marido, pero Isaac lamiendo mi culo. Empezó a meter un dedo y luego otro, uuuuufffffffffff.  Carlos estaba erecto nuevamente y  le respondí  metiéndome toda su verga en mi boca, tomándola  de la cabeza con movimiento más fuertes, no paraba y de repente siento un gran embestida de leche en mi boca, era dulce rica sabrosa,

Issac mientras tanto introduce su gran miembro dentro de mí, siento como me desgarra  pero bueno me importa solo quería seguir haciéndolo, yo gemía como un gato del dolor y placer, me decía al oído que le fascinada sentir un culito tan estrecho, Issac seguía con sus fuertes embestidas hasta que siento como Isaac  llega en mi nalgas con lechita caliente, con tal fuerza que nunca en mi vida había sentido un orgasmo anal, sentía como se dilataba y contraía en cuestiones de segundos.

Al terminar Isaac  se despidió con un beso. Ahí quede dormida y satisfecha por unas horas, abrazada a mi marido


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🍒 Pregunta Cereza

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6 Comentarios

Wuuuaa mi dama . Exquisitamente bien contado o narrado, mejor imposible tu experiencia. Los felicito de verdad. Experiencia y vivencias así, hacen y motivan a vivir más aventuras de esa forma . Nuevamente felicidades y un fuerte abrazo 🫂 para ustedes.

hace 2 semanas

wow qu rica experiecia . se me paro la verga fantaseando que o hacia con mi esposa . Me encantaria poderla compartir y que le den verga

hace 2 semanas

que rica forma de escribir!

Saludos desde Santa Marta

hace 3 semanas

Excelente relato. Esperamos mas historias

hace 3 semanas

Buena tarde nojoda que excelente relató me llamo Javier tengo 45 años soy de Barranquilla un placer saludarles

hace 3 semanas

Que rico excitanre y buen relato, la descripción de los momentos me hicieron viajar e imaginar aquel momento, en donde una esposa y su marido complaciente dan rienda suelta la sexo complice y acólitado por un marido que disfruta se su mujer siendo comida por otro. Que bueno ser complice y protagonista del sexo grupal en momentos que fluyen y te llevan a disfrutar lo que deses sin presiones.

hace 3 semanas

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