Recuerdan que lo único que habíamos hecho con mi supervisor era solo sexo oral. Bueno Valente preparó un plan. Se las arreglo para hacer una reparación en un apartamento donde el ocupante no estaba, así que ya se imaginan a quien pidió que lo acompañara para el trabajo. Me llevo y me dijo que pasáramos ala casa para ponerme algo sexy. El quería que me pusiera esa tanga negra que lo ponía caliente. Así que pasamos a la casa me bañé me prepara porque ya sabía lo que iba a pasar. Me puse otra tanga de encaje muy sexy.
al llegar al apartamento apenas y cruzamos la puerta la cerró.y me abrazó por atrás me empezó a besar el cuello mientras apretaba mis pezones. Me quito la playera y el pantalón dejándome en solo mi tanga. Me miro y dió un par de nalgadas. Se desnudó de inmediato. Yo traía lubricante en mi bolsillo porque no podía olvidar el grosor de su pene. Me tomó de la mano y me llevó a un sofá en la sala. Se sentó y me puse de rodillas entre sus piernas y empecé a chuparlo lo mejor que podía. Desde la punta hasta sus bolas. Jaló mi cintura hacia el y empezó a buscar mi culito hasta que pudo introducir uno de sus dedos. Estuvo jugando con mi culo mientras yo le chupaba ese pene gordo. Y Valente Me preguntó ¿lo quieres? Le dije si por favor. Se sonrió y me arrodillo sobre el sillón abriendo mis piernas y empezó a frotar la cabeza en mi culito. Le puse lubricante a mi culo y su pene y así empezó a introducirlo , el primer empujón me dolió muchísimo. Le pedí que parara me empezó a besar y a acariciar mi cuerpo y les tengo que confesar algo entre los besos en mi cuello, las caricias y el sentir ese trozo de carne. Entre mis nalgas, me puso muy caliente, nunca había sentido la necesidad de ser penetrado, como ese día y así que fui yo quien empezó a empujar mi trasero hacia el. Cada vez más y más hasta que de pronto pude sentir la cabeza entrando en mi culo mis piernas empezaron a temblar. Me dolía pero es difícil de explicar que ala misma vez sentía mucha satisfacción. Para ese momento, Valente ya no se movía, solamente gemía de placer y yo era el que poco a poco empecé a empujar mi trasero hacia él, introduciéndome cada vez más y más profundo su enorme pene. Estaban pasando muchas emociones y sensaciones en mi cuerpo estaba sintiendo dolor. Mis piernas temblaban descontroladas, pero entre sus caricias y el sentir ese trozo de carne adentro de mí me estaba volviendo loco y lo único que quería era tenerlo más y más adentro. De pronto sentí la pelvis prevalente, chocando con mis nalgas, y sabía en ese momento que ya me lo había introducido completo. En ese momento Valente empezó a bombear, dando empujones largos y profundos, y yo no me di cuenta en qué momento empecé a jadear de placer fue la primera vez que tuve un orgasmo sin tocar mi pene lo que estaba sintiendo, simplemente no lo puedo describir.
Me empezó a evestir cada vez más duro. El dolor había disminuido pero todavía estaba ahí. Me daba unas nalgadas que eso me hacía sentir más calenté. Me agarró de mis hombros y me empujaba hacia el. Podía sentir sus bolas golpeándome. Entre tantos empujones terminénamos en el piso y yo boca abajo con
is piernas abiertas y temblorosas. El se recostó sobre mi y dió un par de empujones profundos, ahí pude sentir su leche dentro de mi.
empezó a besarme otra vez.
me dijo: me encantas quiero que seas mía de ahora en adelante. Este culo es solo mío. A lo cual yo le contesté que si que mi culo era suyo. No me sacó su pene enseguida pude sentir como se iba desinchando poco a poco
después nos pararemos y al pararme su semen se me escurría entre los piernas.
me encantó esa sensación.
me limpié me puse mi tanga y mi ropa y nos pusimos a trabajar. La verdad que mi culo me dolió por varios días.
después salimos a trabajar fuera de New York a otro estado. La que pasó después se los cuento en el siguiente relato. Un contrato de trabajo de 6 meses. 6 meses donde Valente y yo le dimos duro
dejame comentarios dime que puñada de mi vida loca