Hola, me presento, tengo 36 años y soy de Bogotá. Desde hacia un buen tiempo tenía ganas de probar verga, pero no me había animado. La verdad, soy discreto y tímido, así que solo había navegado en chats gay e ido a cabinas a mamar verga.

Hace como dos años por fin me anime a entregar mi culito. La verdad, las ganas me dominaron y no aguante más. Además, debo mencionar que soy velludo, aunque tengo buena nalga, y eso me había impedido encontrar un activo, pues debía ser alguien que gustara de clavar un culito peludo. Y ya sabemos, que muchos activos los prefieren lampiños...

El hecho fue que me decidí un domingo en la tarde, e ingrese al chat de bogotagay. Contacte con un tipo, que me dijo, era vergon, y deseaba darme verga. Por fortuna, el man estaba cerca a mi casa, en unas cabinas gays. Sin pensarlo, intercambiamos whatsapp y quede de caerle a las cabinas. Me aliste, me limpie la cola y, cosa curiosa, cuando había salido de mi casa, caí en el cuenta de aplicarme vaselina, así que me devolví y me aplique vaselina en mi ano... en fin. Tome un taxi y llegue a las cabinas, en Kennedy.

El corazón lo tenía a mil, pues iba a ser mi primera vez, y estaba dispuesto a todo. Entre a las cabinas, que quedaban en un segundo piso, y busque al man, que si no recuerdo mal, estaba en la cabina 5. Nos saludamos y el man me dijo que lo esperara, que tenia ganar de orinar. Yo lo espere y mientras di una vuelta por el lugar. Al ratico llego el man, y me invito a su cabina.

El man se bajo el pantalón y si, era vergon (como unos 20-21 cm) con algo de vello. Me arrodille y empecé a mamarselo. El man era algo rudo, pues me la metía y sacaba de la boca e intentaba hacerme garganta profunda. Pues no se, jajajaja, me gusto pero habría preferido saboreársela con mas calma, chuparle bien la verga con calma. El caso fue que el man me dijo que me pusiera de pie y me diera la vuelta, y me pusiera contra la pared. Obviamente estaba muy nervioso, pues nunca me habían penetrado. Eso si, me había dado dedito antes, pero nunca habían comido verga de macho.

El man se puso detrás mío y empezó a buscarme el ano, y no le atinada, pues el lugar era oscuro. Por fin de tanto probar encontro mi culito... y me entro de una y de golpe. Que dolor tan hp!, por la vaselina, claramente, su verga se metio de golpe entre mi ano.

Yo le pedí que por favor la sacara, pues dolía mucho, y él, muy caballerosamente, saco su verga de mi culito. Después me la siguió metiendo, suavecito, con calma. Se notaba que el parcero era bien aficionado a clavar culitos. En algún momento me la metió y me la dejo adentro un rato, para que me acostumbrara. Y me la sacaba y la volvia a meter, para dejármela un rato mas.

La verdad dolia mucho, pero era excitante estar siendo penetrado por otro hombre. Como yo me quejaba del dolor, el mancito solo me consolaba diciendome:

-ya, ya, ya, shhhh, ya.

Y pues para que, pero el man me trato bien, no fue brusco, solo que era vergon y era mi primera vez.

En algún momento se la saco y me pidió que se la chupara un poco mas. Sin pensarlo y sin asco acepte, y me arrodille y me volví a meter esa verga en la boca. Esa mamada me gusto mas, pues se la pude chupar despacio y saboreársela bien. La tenía rica, grandota, venosa. Uffff, de verdad me gusta mucho mamar una buena verga. Como dije, se la chupe despacio, con cariño, pues el macho tenía una muy buena verga. Después me dijo que me dejara penetrar mas, así que volví a ponerme de pie y darle la espalda.

El parcero me volvió a penetrar, pero ya no dolió tanto, y poco a poco iba cogiendo ritmo en la penetración. De pronto, me rodeo con sus brazos alrededor de mi cintura, y coloco sus manos alrededor de mi pene y mis guevas, pero sin tocarme. Es decir, me rodeo por la cintura e hizo una especie de triangulo con sus manos alrededor de mi pene, y note que lo hacia para clavarme bien, para introducir bien su pene en mi ano, con buen ritmo. Como dije, el man era un cacorro experto.

-Que culito tan rico, lo tienes muy apretadito- me decía el man, y yo solo podía resoplar, pues estaba siendo clavado por un desconocido vergon que conocí por un chat.

Después me dijo que lo besara, y yo, la verdad, no quería, pero el man me tomo de la cabeza y me hizo girarla para darme tremendo beso de lengua, todo mientras seguía penetrándome. Me beso de lengua mientras su verga entraba y salía de mi, hasta ese momento, virgen culo. La verdad, me sentí hasta violado, pues me beso a la fuerza, mientras me daba verga, y pues por el dolor de mi culito y todo, sentía que estaba siendo abusado. Pero que mas da, a fin de cuentas yo entre al chat y decidí ir a las cabinas buscando verga. Así que me toco aguantarme la verga del macho, no tenía de otra.

El parcero me decía que sacara mas el culito, que lo parara y lo ofreciera bien, y pues yo hacia lo que podía en medio de mi inexperiencia. Y me decía que tenia el culito muy rico, que estaba disfrutando mucho dándome verga. Incluso paró y me desvistió totalmente, para darme verga mientras estaba totalmente desnudo. Recuerdo que, en algún momento, tenía las manos apoyadas contra la pared, mientras recibía las envestidas del macho. Si bien en ese momento me seguía doliendo el ano, y aun me sentía abusado por ese vergon, ahora que lo recuerdo no puedo dejar de excitarme.

Así estuvimos no se cuento tiempo, como unos veinte minutos, la verdad no se, pues el morbo y la excitación era mucha. El punto fue que en algún momento el man me lleno el culito de leche, pues eran tantas las ganas de recibir verga, que me deje penetrar a pelo.

El tipo se limpio y se subio los pantolones, se despidio y me dijo que le gustaría volver a verme. Y me dejo, en esa cabina, con el culito roto y lleno de leche.

Ufff, varias veces me he dado dedo recordando ese momento: esa sensación de sometimiento a otro hombre, las embestidas de su verga contra mi ano, mis manos contra la pared, mi boca abierta, la sensación de sentirme una perrita completa, abusada y sometida en una cabina gay, el beso de lengua mientras me clavaba, ufffff. Y lo mejor, la certeza que aguanté la verga de ese macho, aguante esos 20 cm por mi culito, hasta ese momento virgen.

Así perdí la virginidad de mi peludo culito, entregándolo completamente a un desconocido, a un vergon, para que disfrutara penetrándome a placer. Si bien me sentí algo mal en principio, ahora lo recuerdo y me exito: fui toda una perra, entregue mi virilidad y disfrute mucho siendo sumiso.

Soy de Bogotá, por si alguien quiere contactarme y volver a hacerme sentir sumiso y sometido.