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Mi nombre es Luz Marina, Mary o Luzy para los amigos. Por mi profesión de abogada se me da bien escribir. En el relato anterior comenté que soy una mujer delgada de 42 años, trigueña, de senos y nalgas medianas felizmente casada con mi amado Carlos quien tiene 53 años.
Les voy a contar lo que me paso en el segundo encuentro con Isaac, un amigo con el que hemos hecho que nuestras primeras experiencias swinger
El fin de semana primer puente de noviembre nos invitó a vernos en Santa Marta, habíamos acordado entre todo un bello lugar en el sector de Mendihuaca en Santa Marta, un lugar paradisiaco sin duda.
Estando en la pequeña casa, Isaac y mi marido salieron a dar un paseo por la playa y yo algo cansada del viaje, me puse a disfrutar de la casa y de mi momento de libertad y soledad. Me dispuse a darme un baño porque hacia bastante calor. Como estaba sola, me desvestí en medio de la sala y dejé la ropa sobre una silla. Fui al baño, abrí la ducha y la deje correr. Volví desnuda a la cocina, abrí la nevera y me serví una cerveza bien fría... Coloqué música y me puse a bailar y a cantar en voz alta. Estaba sola en mi mundo. Me movía, me contorneaba, pasaba mis manos por todo el cuerpo y me tocaba los pechos y me besaba los pezones...Es algo que me encanta hacer. Disfruto y me gusta mucho mi cuerpo.
Estaba en eso cuando decidí ir al baño y darme una ducha refrescante. Cuando me di vuelta lo vi y me paralicé. Isaac estaba apoyado en la pared que da a la puerta de la sala y se sonreía mientras aplauda, yo me quede helada, un poco apenada por lo sorprendida, y solo tuve el reflejo de intentar cubrirme los pechos con las manos.
-Perdóname, no quise asustarte, ni tampoco interrumpirte. Dijo mientras no dejaba de mirarme. No me salían las palabras. Me sentía expuesta.
-Solo vine a buscar mi celular que se me había quedado
-Que haces parado ahí mirándome? ¡¡Podrías haber golpeado por lo menos!!
-Es que te escuche cantar. y entré. Ni me imagine que ibas a estar así. Perdóname
-Está bien, pero por lo menos date vuelta, ¡así puedo entrar al baño!
Le hablaba tratando de mantenerme tranquila. Con las manos en los pechos, toda transpirada por el movimiento.
-Sabes que no puedo, me dijo en tono bajo. Estaba vestido para la playa, por lo que pude notar que debajo de su short, comenzaba una erección.
- Por favor anda a la playa que Carlos todos allá!
Me ponía nerviosa así que gesticulaba con las manos. Ya casi me había olvidado de que estaba desnuda. Además, que tanto podía taparme solo con las manos.
-Luz, no puedo dejar de mirarte. Toda traspirada, con esas hermosas tetas que tienes. Te crees que no vine por eso, y ahora estás ahi...desnuda para mí solito.
Su pantaloneta ya no podía esconder más la terrible erección que tenía, y como si fuera poco, caminaba hacia mí...
Se paro delante mío. Me fue llevando contra la pared.
Nos quedamos inmóviles los dos, en silencio.
Me puso las manos en la cadera e inmediatamente mi piel se erizo. Las subió lentamente por mi espalda y se detuvo en mis hombros. Lo miré a los ojos, y obtuve su lengua recorriendo mi boca, me besaba suave, pero profundo. Sus manos recorrieron mi espalda, pero terminaron posándose en mis senos. Mis pezones se endurecieron al contacto. Los acaricio un momento y después empezó a besarlos, volvió a mi boca metiendo su lengua, y sus manos volvieron a mis caderas, bajaron a mis nalgas, pero esta vez para apretarme contra su cuerpo. Quería hacerme notar su erección. Era inmensa.
Con sus manos en mis nalgas comenzó a palmearlas fuerte y a jugar con los dedos húmedos en mi culito...Hacia círculos alrededor. Yo temblaba, pero mantenía sin hacer nada aún. Solo cuando sentí su mano en mi vagina lancé un gemido. Él lo sabía y yo lo notaba. Esta toda mojada. Acaricio los labios y lentamente me fue metiendo un dedo que entro sin ninguna resistencia debido a la excitación que tenía en ese momento. Volvió a morderme los pezones y metió otro dedo más en mi sexo húmedo. Los arqueó en el interior de mi cuquita y comenzó a masturbarme. Junté las piernas de la arrechera que tenía y los apreté, hasta ahora, él había hecho todo el trabajo. Yo me mantenía con los brazos caídos al costado del cuerpo. Pero sentía como la excitación me iba ganando. Sus dedos entraban y salían de mi cuquita todos mojados. El los chupaba y volvía a meterlos. Tímidamente, apoye las manos en la cintura de su pantaloneta.
Sabía lo que me pasaba y siguió jugando con sus dedos. Comencé a bajarle el short y el acelero su ritmo hasta casi hacerme tener un orgasmo. Con las piernas, terminó de sacarse el short y la camiseta. Me apretó contra su cuerpo y terminé apoyando mis senos contra su pecho, lo abracé. Sentí que me temblaba todo el cuerpo. Le mordí el cuello al tiempo que acababa, salpicándole las piernas e inundándole la mano. Lance un gemido muy fuerte que los vecinos debieron haber escuchado, ya no estaba en mis cabales. Me dispuse a terminar de desnudarlo y pude ver a Carlos observando todo desde la puerta, masturbándose con una cara de morbo.
Isaac, me ordenó de forma autoritaria
-Bájame el calzoncillo con la boca.
Me agarro bruscamente de los hombros y me hizo arrodillar, mordí su calzoncillo y lo baje hasta las rodillas, él con unos movimientos termino de sacárselo. Levante la vista y lo vi por primera vez. Era una masa marrón inmensa y venosa. Con una enorme cabeza brillante y húmeda por la arrechera. Me lo metí en la boca inmediatamente. La sostenía con las dos manos, pero el me las tomo y me hizo soltarla. Empezó a empujar su enorme verga hasta el fondo de mi boca, sentí como mi garganta se ensanchaba tratando de recibir ese pedazo de carne. Empecé a ahogarme, pero a él no parecía importarle, estaba arrodillada y contra la pared, no tenía escapatoria. Estuve a punto de desfallecer hasta que sentí sus huevos en mi mentón, ahí me di cuenta de que me había tragado su enorme verga por completo, no lo podía creer. Saqué fuerzas no sé de dónde y empecé a lamer sus bolas. Él se apiado de mí y empezó a sacarla, salió totalmente, llena de baba y de su propio fluido qué caían al suelo. Me agarró del cabello, como si estuviera haciendo dos trenzas con mi pelo y me la empujaba hasta la mitad la sacaba y la volvía a meter rápidamente, me estaba cogiendo la boca.
Luego me agarro la mano y me llevó a la cama, Se sentó en una esquina y me pidió que me sentara sobre su verga. Abrí las piernas, las pase entre las suyas y me pare frente a él. Flexioné las piernas hasta que sentí su caliente cabeza rozar mis labios. Él se movió hacia arriba intentando penetrarme, pero no le deje. Entendió que era yo quien manejaba la situación ahora. Carlos tomaba fotos con su celular mientras se masturbaba encantado y le dije que le pusiera el condón, por lo que lo voy agarrándole esa tranca con fuerza y ponerle el preservativo para después desnudarse y masturbarse viendo a su esposa puta gozar de su invitado.
Volví a apoyar mis labios en su brillante cabeza. Lentamente las fui flexionando nuevamente, para sentir como me iba entrando. Primero solo la cabeza. La metía y la sacaba toda mojada. A él se le ponía cada vez más dura y grande. Me apoye en sus hombros y me deje caer para que toda esa masa de carne me penetrara completamente. Excitada, mojada y todo, pude sentir como su cabeza se abría paso en mi interior. Sentía que algo grande me entraba y se metía profundamente en mí. ¡Cuando mis nalgas chocaron con sus piernas aprovechaba para nalguearme fuerte dejándome sus manos pintadas, tenía dentro de mi 23 cm y me encantaba! Comencé a moverme para disfrutar de todo eso. Me arqueaba, para sentirlo entrar aún más. Ya no gemía, casi gritaba. Mientras Isaac entre jadeos y suspiros me decía:
-Luz qué bien te mueves, perra, ¿te gusta mi verga o no putita?
Me agarraba de las nalgas y me empujaba contra él. Volví a sentir que el cuerpo me temblaba y acabé enormemente. Lo abrazaba por el cuello y me retorcía de placer. Estaba en eso cuando de repente se paró. Todavía me tenía clavada. Me agarro por debajo de las piernas y comenzó a cogerme fuerte. Me apoyo contra la heladera y me cogió realmente fuerte. Me la metía toda bien adentro, con fuerza. Me daba y me daba como un animal salvaje. Volví a acabar de esa forma mojándole las piernas y los huevos y también el piso. Se dio vuelta, me dejo ahi y me pidió que me ponga en cuatro, obviamente lo hice de inmediato.
Me apoyé sobre el respaldo de la cama, me acarició la cabeza la espalda y la cola como quien acaricia un gatito, inmediatamente sentí como estaba nuevamente dentro mío. Me cogía de la misma forma que antes fuerte, duro y rápido. Entraba y salía, entraba y salía.
Yo estaba en un punto de excitación tal que cualquier cosa que me pidiera lo hacía, pero él no me pedía nada. Entonces no aguante más.
-Métemela en el culo!
-El miró a Carlos quien le dio aprobación
-Sí dale métemela, dale
-Qué zorra eres, pedímelo bien...
-Por favor, Isaac, por favor cógeme el culo que no aguanto más!!!
-Qué suerte tengo de que mi amigo tenga una mujer tan puta como tu ...
Sentí como ese enorme palo salía de mi vagina, duro y mojado. Y lo sentí apoyarse en mi ano...
-Métemela, dale, métela...
Sentí su saliva caer sobre mí y el primer empujón. Mi cola se abrió. Estoy acostumbrada a tener sexo anal, porque me encanta, pero esta vez iba a ser distinto...
-Ay, despacito...
La sacó y volvió a escupirme el culo. Apoyó su enorme cabeza y empezó el mete y saca tan lindo.
Mi culito se dilato, por el juego un poco y por la calentura más...
-Toda, Métemela toda...
-La quieres toda puta, toma
Sentí el empujón y un gran dolor cuando esos 23 cm entraron completamente en mi cola, sentí como si un hierro caliente me estuviese partiendo a la mitad
-Ay hijo de puta! ¡¡Que pedazo de pinga!!
-Te duele?
-Me estas matando!!! Ahh!!!
-Que hermoso jopito tienes Luz. te lo voy a romper!!
-Sí!! ¡¡¡Dale nene rómpelo!!!
El dolor fue disminuyendo a medida que él se movía, para darle lugar a la mejor culeada que había recibido en mucho tiempo. Me cogía bien hasta el fondo, y la sacaba completamente y volvía a embestir violentamente metiéndome esos 23 cm de una sola estocada...Quería que la sintiera entrar y salir y yo realmente la sentía. Tuve dos orgasmos seguidos. Apoyé mi cabeza en la almohada de la cama, observando a mi esposo ido de placer y me di cuenta de que había un charco de mi propia saliva, había estado en trance babeando mientras resistía la brutal culeada de Isaac.
Este morenazo al que mi marido conocía hace poco, me estaba rompiendo el culo mientras se jactaba de lo bien que se sentía hacer cornudo a mi marido y de lo rico que se sentía tener su verga dentro mío. Yo gemía, gritaba reía y lloraba al mismo tiempo. Este morenazo me cogía el culo como un animal y yo como toda una puta en celo lo disfrutaba mucho. Sentí como se le hinchaba la pija y se le ponía más dura.
-Me vás a acabar?
-Si, ¡no aguanto más!, te voy a bañar en leche mami...!
Aceleró el ritmo y la sacó, quitó el preservativo y sentí un cálido chorro dentro den mis nalgas y en la entrada de mi culo. La saco y me la volvió a meter y otro chorro se metió ahora dentro de mi culo...otra vez la saco y me la metió hasta el fondo. Le seguía saliendo leche...Yo ya había mojado el colchón con el primer lechazo, pero el me seguía dando...La volvió a sacar.
-Date vuelta...abre la boca.!!
-Qué?!! ¿Todavía te queda más leche?
-Abrí la boca! No te lo vuelvo a pedir
Me di vuelta rápidamente y me la metí entera. Una gran cantidad de semen me lleno la boca, era espeso y tibio. Luego siguió saliéndole leche se desborda a de mi boca hasta que por fin acabo todo....
Yo con su verga aún en la boca lo miré, el la sacó y yo le mostré a Carlos lo que tenía en ella. La cerré y despacito me la fui tragando. Cuando terminé de tomarla toda, agarre su verga y se la chupe hasta dejarla limpiecita...
-Me voy a bañar.
-Me dejas bañarme contigo me dijo Carlos.
-Me das un beso por lo menos?
Agarre su verga y la chupe con ganas...
-Es el único beso que te voy a dar...
Me metí en el baño que estaba lleno de vapor porque la ducha estaba abierta desde hacía rato, sentí que algo me chorreaba por las piernas. Me toque. Me había dado tanta leche que se e estaba saliendo por la cola. Me reí. Agarré un poquito con los dedos y me los metí en la boca. Después me toque. Me la había dejado realmente abierta. Me toque la vagina toda mojada...y me masturbe un poco, cuando acabé me invadió la culpa y me puse a llorar.
Cuando salí del baño. no había nadie. Carlos e Isaac se fueron a tomar a la piscina. Sin vestirme, fui a la cocina, rejilla y detergente y a limpiar el piso y la cama. Había acabado mucho y había salpicado varios lugares, el recuerdo me excitaba terriblemente. Termine de limpiar, un poco de desodorante en aerosol y a tirarme un rato en la cama, porque estaba exhausta. Me quede dormida.
No sé cuánto dormí, ni que tan profundamente. Me desperté porque mi marido estaba tratando de acomodarme para penetrarme, sentí su olor a alcohol, Lo mire lo bese, le dije que lo amaba. Me acomodé de costado y le dije:
-Mi amor te necesito en mi culo.
Abrió los ojos sorprendidos y se le dibujo una sonrisa. Me contestó
-Eres la mejor, tengo a la mejor esposa de todas.
-Esta noche no soy tu esposa, soy tu putita.
Con un entusiasmo increíble empezó a cogerme frenéticamente por el culo, que todavía estaba adolorido por la culeada que me había dado su amigo. Estaba como loco me lamia la oreja y me susurraba
-Te gusta que te rompa el culo putita?!!
-Sí papi me encanta!!
-Quien es tu macho?!!
-tu papi, tú eres mi macho y yo tu putita!
Carlos empezó a gemir y yo sentí como palpitaba su verga, empezó a vaciar sus bolas llenas de semen dentro mío, me abrazo fuerte y se quedó dormido...Yo la deje morir adentro, porque me gustaba sentir como se dormía...la apreté con el culito para que saliera...Me acerque y la limpie con la boca. Pude percibir el sabor del semen de Isaac en la verga de mi marido, al parecer sus leches se mezclaron en mi interior. Una vez limpia se la seguí chupando hasta que incluso con mi marido dormido y su verga flácida este volvió a acabar, me tragué hasta la última gota, la saqué de mi boca y me quedé contemplándola, dormida y todo era hermosa. Además, era la primera que había conocido y la que enseño todo lo que se. Me acomode en sus brazos, lo bese y me dispuse a descansar junto a él. Me di cuenta de que estaba profundamente enamorada de mi marido.
Esta fue la historia de nuestra segunda aventura, pasaron muchas otras cosas espero poder contárselas más adelante... Besitos.