Guía Cereza
por: hardman Publicado hace 3 semanas Categoría: Hetero: General 436 Vistas
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                       LA APUESTA

 

Levante el cabeza sobresaltado, me saco de mi concentración una mano que súbitamente entro por la bota de mi pantaloneta y acaricio mi miembro, escucho esa risa entre burlona y perversa y veo alejándose a AMELIA  mirándome sobre el hombro mientras se dirigía a la cocina.

Ese sábado nos habían programado un partido de futbol a las 10 de la mañana en la cancha del barrio, yo era bastante aficionado al futbol y no mal jugador; hacia las funciones de volante creativo, mi biotipo se acomodaba a esa función.

FERNANDO  mi mejor amigo y cómplice de aventuras me acompañaba como de costumbre a todos mis partidos y de allí siempre salíamos a tomarnos las cervecitas, el no jugaba al futbol.

Terminado el partido tipo 12 del día me invita a almorzar a su apartamento, su esposa AMELIA  tenía una sazón espectacular, no me negué.

Cuando se hicieron novios me hicieron cuarto con OFELIA la hermana mayor de AMELIA  para que hasta en esos momentos estuviéramos juntos. AMELIA  sin ser muy atractiva era demasiado coqueta y provocadora.

Se casaron al poco de tiempo de su noviazgo y construyeron un apartamento en un terreno de don RAUL, padre de FERNANDO, pequeño pero acogedor.

Al llegar a su apartamento nos recibe AMELIA  con esa sonrisa siempre picara y amable y nos invita a entrar y de la nevera saca dos cervezas y nos sentamos en la sala a charlar.

Entre charla y charla nos tomamos las cervezas que tenían en la nevera, FERNANDO se levanta y le dice a AMELIA  que va a la tienda a comprar otras; me levanto con el propósito de acompañarlo y él me dice que tranquilo, prende la TV y sintoniza un partido de futbol y me dice véalo que ya vengo no demoro. El TV estaba ubicado en la habitación, me dice que me siente en la cama pero me dio pena porque estaba en ropa deportiva y un poco sucia, tranquilo me dice y así lo hago; coloco una almohada sobre la otra para poder levantar un poco la cabeza y ver el partido de futbol, mis pies cuelgan fuera de la cama, me concentro en el partido. De pronto siento una mano entrando en mi pantaloneta hasta llegar y apretar suavemente mi miembro, lo cual hizo que levantara la cabeza y solo viera AMELIA alejándose hacia la cocina sonriendo, no la vi llegar me dejo en plato de comida sobre la mesa de noche.

Me quede mudo con un agradable susto que se reflejo en el tamaño que había cogido mi miembro. Sentí deseos de orinar y me dirigí al baño que aun no estaba terminado y solo cubría la puerta una cortina plástica barata de flores. Acababa de disponerme a orinar cundo siento de nuevo ese apretón en mi miembro de esa mano que emergió a mis espaldas. Igual la misma sonrisa, igual calle sin saber que decir, se me hizo incomoda la orinada.

Volví a recostarme en la cama a seguir viendo el partido, unos minutos después entro FERNANDO  con unas cervezas en una bolsa plástica y las acomodo en la nevera, almorzamos, nos tomamos las cervezas, terminamos de ver el partido y me despedí.

El siguiente fin de semana el partido se programo 4 de la tarde, igualmente FERNANDO  me acompaño y al terminar, ya oscureciendo no fuimos hacia el kiosco de DON ENRIQUE aledaño a la cancha y que estaba muy ocupado con jugadores y aficionados, nuestro partido fue el ultimo de ese día. Allí nos acomodamos y entre cerveza y cerveza nos cogió la noche, ya eran las 9 y media cuando FERNANDO  me invito a su apartamento a tomarnos una botella de tequila que le había traído su hermana que residía en el extranjero y había llegado de visita.

Se me paso cualquier cosa por la cabeza y por la cabeza de mi miembro que recordó lo sucedido anteriormente.

AMELIA  estaba recostada en la cama con una corta pijama y siempre con esa sonrisa coqueta, se levanta me saluda y va por unos vasos que FERNANDO le pidió, FERNANDO  abre un aparador y saca una botella de tequila y nos ubicamos los tres en la sala, colocan música suave y nos concentramos en una amena charla. Paso el tiempo y no lo note, mire el reloj de pared y marcaba las 2 y 20 de la mañana, habíamos terminado la botella y AMELIA  se fue a acostar, me despedí y fui a salir, FERNANDO  se interpone y me dice que a esa hora es peligroso que me acueste y me marche apenas aclare el día. Me dispongo a acostarme en sillón de la sala y FERNANDO  que dice que allí no, es muy incomodo que nos acostemos en la cama y asi lo hicimos, AMELIA  estaba entre nosotros dos. No alcance a cerrar los ojos cuando de nuevo esa mano esta vez bajo la cobija agarra mi miembro con un poco mas de fuerza que la vez anterior; no sabía qué hacer, mire a FERNANDO  y parecía que ya se había dormido, respondí a la caricia dirigiendo mi mano hacia los pechos de marina y en ese momento reacciono FERNANDO  y comenzó a acariciar y besar a AMELIA, tuvimos una espectacular noche de sexo, mi primer y único trió.

Desperté como a las 8 de la mañana, me acabo de vestir y salgo sigilosamente para no despertarlos.

No fue un simple trió, cambio mi forma de ver ese aspecto de la vida, comencé a aceptar ese tipo de comportamientos sexuales.

Dos años después de case con VIVIANA, hermosa mujer que había conocido en unos de mis viajes, una flaca bella y sensual de sugestiva mirada, FERNANDO y AMELIA  fueron mis padrinos de boda, ambos impactados por la belleza de mi esposa. Nos invitaron días después a su apartamento y no falto el intento de involucrar a VIVIANA  en sus aventuras sexuales, pero VIVIANA  venia de una educación pueblerina y religiosa, no vio con buenos ojos estas insinuaciones y nos alejamos de esa pareja.

Con los años tuve un nuevo mejor amigo ALBERTO a quien apodábamos el peliblanco por sus prematuras canas, de buena estatura, amable en exceso, decente, su rostro juvenil y sus prematuras canas lo hacían ver bastante atractivo.

Uno de sus defectos, si se podría considerar un defecto era su exagerado gusto por las mujeres, bastante mujeriego; el otro que era más bien tímido para abordarlas, le debía sus conquistas más bien a su atractivo físico y su amabilidad.

Le gustaba jugar microfútbol aunque no lo hacía bien, pero siempre contaba con él en los equipos por su amabilidad.

A diferencia de los deportista de mi medio, no era bebedor, solo lo hacía socialmente y de manera ocasional, debido a esto se embriagaba muy rápido.

La costumbre de nuestro barrio era que al terminar el encuentro de microfútbol nos quedábamos tomando en las tribunas viendo los otros encuentros y después de finalizar. ALBERTO  acompañaba pero no tomaba licor.

En cierta ocasión después de los partidos, ALBERTO acepto unas cervezas, con tres cervezas se veía algo cogido, más locuaz y precisamente ese día se apareció el diablo en la persona de MARIO, viejo amigo de juventud, estaba bastante tomado y con una botella sin destapar de ron en la mano y se sentó con nosotros en la tribuna. Hasta ALBERTO acepto y entre nosotros tres nos tomamos la botella, MARIO  que ya venía con el viaje se fue para su casa, ALBERTO  estaba borracho y yo era el menos embriagado.

ALBERTO  comenzó a decirme que me iba a confesar algo, no me imagine nada, compartíamos muchas cosas. Pensé que eran cosas de borrachera y le dije que tranquilo que después hablábamos, pero el insistía; así que lo escuche. Me dijo que estaba obsesionado con mi esposa, que le encantaba, que soñaba con ella, que la pensaba estando despierto y que hasta haciendo el amor con su novia se imaginaba que era VIVIANA.

Despertó de nuevo en mi el gusto que habían dejado AMELIA y FERNANDO, igual no pensé que fuera un sentimiento tan profundo como para llamarlo obsesión y era un gusto muy lógico al ver una bella y sensual mujer como mi esposa.

Pasaron los días y al encontrarnos de nuevo en la cancha ese fin de semana lo aborde y le dije que la borrachera lo hizo hablar un poco más de la cuenta. Me respondió que no, que no era por los efectos del licor, que era su sentimiento.

Estando yo en un almacén de ropa interior femenina de un centro comercial comprándole un conjunto sexi a mi esposa, llego ALBERTO de improvisto, me vio y se acerco y observo lo que estaba mirando en ese momento; me pregunto que si era para mi esposa y le conteste que si, se echo de manera cómica una bendición y me dijo lo pago si se la deja ver con eso puesto, lo tome como una charla, le pregunte que cual color seria más sensual si el negro o el rojo y me contesto que el rojo. Y lo compre. Tenía razón ALBERTO……que diosa, que hermosa mujer.

De allí en adelante al despedirse de mi me decía llévale saludos a VIVIANA. Yo solo sonreía hasta que en alguna ocasión le conteste vaya usted y se las da en persona.

Estando en mi casa con mi esposa tomándonos una copa, recordé lo de ALBERTO y le conté todo lo que había pasado con el que la involucraba, al contrario de lo que esperaba, no se enojo y con cierta risa de aceptación pregunto lo que yo pensaba que si podría ser verdad una obsesión tan inusual ya que no veía motivo. Le conteste que sí, que se veía bastante real el cuento.

ALBERTO  y yo salíamos a ciclo vía los domingos en la mañana antes de la programación del microfútbol, en cierta ocasión estando en un descanso, me pregunto que si a mí no me molestaba lo que me había dicho y las saludes que enviaba conmigo. Le respondí que no, que era lógico que una mujer tan sensual causara esos efectos en la mente de un hombre y más de un mujeriego, y que en particular el no me preocupaba porque él era muy tímido y lo compare con un gatico y que ella necesitaba era un tigre que la motivara. Me contesto que lo invitara a mi casa y vería que si era un tigre; ese día lo lleve a mi casa. Como se esperaba estando delante de VIVIANA  comenzó a piropearla con frases que sonaron infantiles y mostraron que ella lo intimidaba con la sola presencia. VIVIANA solo reía de manera coqueta y burlona, ella ya conocía la historia, ALBERTO  no sabía que yo le había contado.

Al irse se despidió con un beso en la mejilla y me miro como si hubiese conquistado el mundo, insulso!

Ya cada vez que íbamos a ciclo vía entrabamos a mi casa, llegue a disimular que iría a la tienda a comprar algo de tomar para dejarlo solo con VIVIANA  a ver si se atrevía y nada. No pasaba de esos piropito de niño.

La idea que el sedujera a mi esposa me comenzó a gustar y lo anime, en alguna ocasión le dije de esa manera tan de gatico no conseguiría nada y me respondió que apostáramos que coronaba. Internamente de dio risa, el no tenía la fuerza del tigre cazador, el no sería capaz, le acepte la apuesta y así continuo en el tiempo, sin conseguir nada, el me hablaba que la paciencia conseguía todo.

Estando un domingo preparándome para salir a ciclo vía recibí una llamada de ALBERTO, hablaba lento y grave, me dijo que se sentía muy mal, le dolía mucho el pecho, sudaba copiosamente. De inmediato tomo las llaves de mi carro me dirigí a su casa y lo encontré en la sala acompañado de su novia LINA, se veían muy angustiados, lo lleve al hospital más cercano y lo entre por urgencias. LINA ingresó con él y yo me quede en la sala de espera, le marcaba a LINA por mi teléfono y me dijo que los están atendiendo y haciendo le varios exámenes médicos.

Solo hasta las 4 de la tarde pude entrar a la habitación donde lo tenían, conectado a líquidos y oxigeno, me hablo tranquilo y calmado y bromeamos con la apuesta y le dije que tranquilo que ya menos que sería capaz de ganarla, que la olvidáramos. Me contesto que salía y la ganaba, me despedí antes de las 6 de la tarde y de salida hable con el médico quien me dijo que hasta que no saliera el resultado de todos los exámenes no podría afirmar nada, que su situación era de cuidado.

Recordé que no había llamado a mi esposa para comentarle de la situación, extrañe que ella no me hubiese marcado.

Al llegar a mi casa  encontré a mi esposa bastante alegre con la copa en la mano y una botella de ron hasta la mitad.

Le pregunte qué a que se debía su euforia y me contesto que no me hiciera el loco que yo sabía…..no comprendí, me dijo apuesto que se encontró con ALBERTO en este momento, el se acabo de ir, me imagino que se pusieron de acuerdo. Y lo mejor me dijo que fue un tigre, que disfruto la tarde con él y que paso lo que tenía que pasar.

En ese momento comprendí que mi amigo a quien había dejado en el hospital ya no era parte de este mundo……me había ganado la apuesta.

hardman

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