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Bueno, les comparto este primer relato acerca de mi primera experiencia con una chica trans.
Hace cinco años yo estaba en Tinder, deslizando hacia la izquierda, hacia la derecha. Y me encontré con el perfil de la chica a la que voy a llamar Natalia. Ella en su momento tenia 20 años y recuerdo haber quedado atrapado por su figura delicada y femenina. Aun cuando lei en su perfil que era una chica trans, me pudo más la atracción y la necesidad de concerla más. Cuando deslice hacia la derecha y vi que hicimos match, no dude en empezar a escribirle.
la química fue muy rápida, nos gustaba las mismas series, los juegos, y no pasó mucho para qué concretáramos una salida. Recuerdo ese día como se me aceleraba el corazón por irla a conocer. Cuando nos encontramos y empezamos platicar, poco a poco nuestros cuerpos se encontraban. Nuestras manos se rozaban, y poco a poco nuestras cinturas lo hacian. Empezaron los besos, las caricias, y el deseo por ella se hacia más fuerte. Esa noche no sucedió nada, pero les confieso que me quede con la calentura más grande que haya experimentado.
En los siguientes días tuvimos otras citas donde se sentía nuevamente la intensidad del deseo sin consumirse. Hasta que un dia ella me invito a su casa. Recuerdo que vivía a las afueras de la ciudad y el trayecto era algo extenso. Pero el deseo que tenia hacia ella era tan intenso que cualquier trayecto era corto con tal de estar con ella. Al llegar a su casa, me ofreció algo de beber y me llevó a su habitación. Los besos empezaron a intensificarse poco y nuestros penes empezaban a ponerse duros. Sentir su penes fue de las experiencias mas increíbles que pude tener. A pesar de ser la primera vez de sentir uno tan cerca, queria sentirlo mas y mas. Ver como el placer de Natalia empezaba a intensificarse al tener sexo.
Ella empezó a bajar lentamente hasta que le quito los pantalones y el boxer, y empezó a chuparme con esa boquita rosadita y gruesa que tenia. Dios, no puedo describir la forma en la que yo me retorcia al sentir su lengua y su boca pasando por mi pene. Se notaba lo mucho que ella me deseaba y que quería mi leche. Luego, la puse bocaarriba y le quite sus calzones. Recuerdo ver ese pene duro y al tocarlo se notaba lo caliente y exitaba que estaba. No tuve el valor de chuparlo, pero estuve masajeandolo y sintiendo como se iba poniendo mas duro. Empece a penetrarla en misionero. Recuerdo lo rico que se sentia ese culito apretado. Como a medida que lo iba introduciendo, sentia como me atrapaba mas y mas. Pasamos un buen rato satisfaciendo nuestro deseo. Ella arriba, en cuatro, cada ángulo fue perfecto. Sentí como su pene sacaba liquido preseminal. Eso me exitó tanto hasta el punto que me vine. La agarré con fuerza, empuje mi cadera contra las suyas y me descargué completamente. Ella, se vino al momento de sentirme dentro de ella.
Recuerdo como nos quedamos viendo el uno al otro mientras nuestros cuerpos se recuperaban. Sabíamos que esto era algo qué íbamos a desear constantemente. Tuvimos una relación relativamente corta, pero intensa. Cada fin de semana, nunca faltaba nuestra dosis de pasion. Tanta que varias ameritan sus propias experiencias. Natalia me enseño que el deseo y el amor trascienden más allá de los prejuicios y las apariencias. Y lo más importante, lo rico que es tener sexo intenso.
Espero que les haya gustado mi experiencia. Si ven algo para mejorar, no duden en decírmelo.
hasta la próxima y felices orgasmos.