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Cómo había relatado anteriormente, el sexo con chicas no era para mí algo complicado. Por el contrario: he tenido experiencias de todo tipo: Con mujeres casadas (donde disfrutaba mucho la adrenalina) con chicas de color (que tienen creo la mayoría un olor característico), con mujeres de nivel social alto que huelen a Chanel , con las de estrato más bajos que huelen a limpios con las que atienden cafeteria y restaurantes y hasta con una mudita en unas fiestas de pueblo en mi Tolima del alma. Me empezaba a preguntar lo que sentirían las mujeres al estar con un hombre, al hacerle sexo oral, a agarrar su miembro y cosas por el estilo. Me interesaron los relatos eróticos que leía con avidez, me erectaba y terminaba autocomplaciendome a altas horas de la noche bajo mis cobijas pensando en alguno de estos cuyo protagonista fuera hombre o mujer (acá el placer no distingue género). Al concluir la realidad y mi mente me reafirmaba mi heterosexualidad. La imaginación era básicamente de carácter sexual porque que no me veía enrollandome con un man. Así pues y matando la curiosidad decidí pasar por un un sitio donde chicos jovenes ofrecían masajes corporales a un precio sospechosamente bajo. No sabía que el masaje era solo el gancho para atraer clientes. Impulsado por la curiosidad y apoyado en el alcohol decidí camino a casa parar un viernes en la noche frente a una casona antigua en venecia. Era un lugar discreto. Al tocar el timbre me abrió un muchacho de no más de 20 años un poco más alto de mí (1.75 más o menos de tez blanca) y me invitó a sentarme en la sala. Con una sonrisa me preguntó si deseaba que me presentara los chicos. Cómo no tenía experiencia le dije que solo venía por un masaje y que para mí estaba bien que lo hiciera el mismo. Volvió a sonreír y me condujo al segundo piso mostrandome una alcoba encortinada con una cama doble. Se retiró unos instantes y regresó con una toalla blanca envuelta en su cintura. Era un chico muy amable y de buenas maneras
Me dijo que me desvistiera y me acostara en la cama. Ya desnudo me sentí algo intimidado y mi amiguito del que me enorgullecía mostraba poca disposición erótica. Las manos del chico fueron recorriendo mi cuello, pecho y piernas. Me pidió que me volteara y continuó con espalda y glúteos. Me preguntó si me apetecía un vino le dije que si (obvio, que ya venía entonado) y pedí otro para el. Saboreamos el vino y empecé a notar que a estiven se le estaba parando. Fue entonces que le solicité que se retirará la toalla y por primera vez en mi vida observé un pene erecto que tomé en mis manos y llevé a mi boca por unos breves segundos solo por experimentar lo que sentían las mujeres cuando le practican sexo oral al hombre. Estiven nuevamente sonrió y agarró mi miembro que para entonces se había despertado y se seguía orgulloso y firme. Me hizo una mamada espectacular, tanto que sentí que lo hacía mucho mejor que algunas viejas a las que les encantaba está práctica. Casi me hace llegar y cuando estuve a punto le pedí que se pusiera en cuatro en posición de perrito y procedí a ensartar mi verga en su trasero (previamente me puse un condón que había sobre la mesita de noche ) por cierto muy suave y terso. No duré mucho y me vine a chorros. Fue placentero y cómodo. En un acto de reciprocidad estiven me manifestó que también quería penetrarme y bueno entrado en gastos cambiamos la posición pero al intentarlo apareció algo de dolor y me retracté. Un poco apenado le dije que volvería y que sería en la siguiente oportunidad. Asi que el chico ya bastante excitado se masturbó como con desesperación y tardó muchísimo en venirse. aliviado y sudoroso mostró en su rostro su satisfacción volvió a enfundarse su toalla blanca al tiempo que también yo me vestía. Bajamos al primer piso, le cancelé su servicio y nos despedimos con la promesa de una segunda vez que no se dió. Prendí mi carro y retomé mi ruta hacia el sur pensando en lo sucedido y con alguito de dolor en mi ano que duró hasta el día siguiente. Algo en mi conciencia me incomodaba Pero la satisfacción sentida lo balanceaba. De manera posterior contaré otras experiencias vividas en los comienzos del nuevo milenio. Espero les haya gustado el relato que no saqué de mi imaginación sino de los recuerdos gratos. Hasta pronto. ........






