Era difícil describir lo que sentía en esos momentos, ya llevábamos varios meses sin tener algún contacto, las palabras de despedida entre los dos habían sido un poco frías, sabíamos lo que teníamos que hacer a pesar de que nuestro deseos dijiesen lo contrario. Pero aún así, estaba allí después de tanto tiempo, de pie mirándome con esos incandescente ojos avellana que resaltaban en cualquier parte. Me quedé sin respiración al verlo quería rechazarlo, aclararle que nuestros momentos ya habían pasado, pero no me dio oportunidad de pensar y responder ante aquella situación. Solo se acerco a mí y me envolvió en sus brazos y en su loción, abrazándome tan intensamente que no había necesidad de las palabras para decirme cuánto me extrañaba. Posó su rostro en mi cuello y empezó a hacer aquellas cosas que me fascinaban , respirarme lentamente al oído, pronunciar mi nombre suavemente a modo de súplica, darme besos delicados, era una atmósfera de éxtasis. Pero recordé que ya no eramos los de antes y lo aparte, y le pedí que me explicara el por qué estaba allí en la madrugada después tanto. Solo me dijo unas palabras... ven conmigo necesito decirte algo. Y fueron tan intensas sus palabras tan llenas de desesperación, de súplica y deseo, que mi mente se nublo y accedí a su petición, sabia lo que quería. Me monte en la moto sin tener la orientación hacia donde íbamos, la brisa de la madrugada hacía estragos en mis piernas ya que solo llevaba un pequeño vestido, pero se dio cuenta y empezó a acariciarlas impregnando su calor en mí. Después un tiempo me di cuenta hacia donde íbamos. Me llevaba al lugar donde habíamos compartido tantos momentos, su apartamento. Llegamos a ese lugar, me senté en la sala como si fuera una total extraña, dejo sus cosas en donde siempre y se acerco lentamente sin decir una sola palabra, mirándome fijamente, se arrodillo y me abrio las piernas y empezó a darme delicados besos en mi entrepierna generando una electricidad abrazadora que empezaba a recorrer todo mi cuerpo, sus labios... poco a poco se iban posando en mi vagina lamiendo lentamente y apartando con delicadeza mi diminuta tanga, tenía a su disposición toda la fuente de mi deseo. Era fascinante sentir su respiración, sus labios gruesos chupando con fervor mi clitoris. Ver su rostro fascinado lambiendo y succionando con intensidad, mientras sus grandes manos se pasaban por todo mi cuerpo, sus pupilas dilatadas, una mirada intensa, me decía cuanto me extrañaba. Se puso de pie y me hizo sentir su erecto pene qué resaltaba por encima de su pantalón, se quito la camisa y el sudor recorría su piel pálida mientras posaba mis manos en él, sin pensar en más simplemente me deje llevar por el momento, le baje el pantalón y puse su delicioso pene en mi boca empecé a saborearlo, a degustarlo ufff sentirlo, con la lengua le daba lambidas fuertes e intensas, con mis labios apretaba para bajarlo, mientras con sus manos agarraba mi cabello para ponerme en lo más profundo, mis lágrimas salían pero aún así el placer era más intenso... Me puso de pie y contra la pared y sin más me quito mi vestido y puso su boca en mis senos, empezó a chupar y lamber uno y otro mientras con una de sus manos me masturbaba, era delicioso sentir su intensidad y su fascinación por mí, mientras yo jadeaba muy fuerte y me temblaban las piernas, sentía que no podía más... me iba a correr y le empecé a suplicar que lo metiera, quería sentirlo pero no me lo daba y con más fuerza me besaba... y en un un momento y aún en la pared, levanto mi pierna y lo metió ....ufff sentir su calor y su pene grande en mi, hizo que empezara a chorrear, mientras le decía que sii que así lo quería, que me diera más, y con sus movimientos empezó a meterse más y más en mi interior, me levanto la otra pierna y puse mis manos en su cuello para estar firme....y estando en mi interior, me sostuvo y se posó en el sillón, quede encima de él, sabía que esa pose me encantaba, empezar a moverme arriba a bajo estregando mi clitoris con su pelvis mientras su pene grueso me palpitaba adentro, gemía con fuerza, escucharlo hacia que mi deseo se aumentará más, escucharlo repetir mi nombre una y otra vez, hacia que perdiera la noción, me baje y me puse de espalda para que acariciara mis grandes nalgas, las cogía con fuerza mientras yo sacaba mi vagina con rapidez de su pene y volvía y lo metía una y otra y otra vez .... me voy a venir me advertía, y yo con mi picardía y sensualidad empezaba a bajarle el ritmo, mientras le hacia circulitos en la punta del pene....respiraba con dificultad... y al verlo perdido en su deseo empecé nuevamente con fuerza a subir y bajar, a sacarlo y meterlo y desbordado de deseo se paro y me puso en cuatro y empezó a darme ferozmente, cogia mis caderas con fuerza, mientras se acercaba a morder mis hombros y saborear el sudor de mi espalda... más... dame más le pedía, perdida en lo que sentía y sin saber más sentí como se corría en mi interior....ufff delicioso momento a oscuras en una sala de estar ... así empezó nuestro primer encuentro de la madrugada y después de mucho tiempo.