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Debía estar cursando los últimos semestres de universidad, yo tendría unos 20 o 22 años y los buses de transporte público en Cali no eran tan cómodos y amplios como el transporte masivo de hoy, aunque siempre me ha incomodado la montonera en el servicio público, ya me había acostumbrado a los viajes en buses abarrotados.Cierta tarde-noche de regreso a casa tomé el bus que como de costumbre estaba repleto, me ubiqué en el corredor del bus y quedé apretada contra un atractivo joven ejecutivo de unos 30 años vestía formalmente y a pesar de la hora, aún se le sentía un poco su loción, él estaba sentado a orilla del pasillo, yo estaba en minifalda y mis caderas quedaban casi a la altura del rostro del chico que evidentemente era mayor que yo y él amablemente se ofreció a llevarme mi maletín.Yo ya con las manos libres me tomé del pasamanos de arriba dejando mis muslos desnudos que apretaban su hombro, al principio me incomodaba tener que estar tan encima del joven, pero vi que lejos de incomodarlo lo estaba disfrutando pues él además de su maletín en sus piernas tenía el maletín mío encima del suyo eso hacía que al sujetar los dos maletines su antebrazo tocaba mis muslos desnudos.Yo dejándome llevar por la curiosidad dejé que el chico siguiera frotando su antebrazo contra mis muslos a ver hasta donde se atrevía a llegar, solo era un juego para matar el tiempo hasta llegar a mi paradero.Ya con la confianza que yo le daba empezó a tocarme mi rodilla con el dorso se su mano, al principio ese toque logró despertar solo curiosidad, pero conforme pasaban los minutos me logró excitarme de manera diferente, no era la excitación normal era una mezcla de curiosidad, morbo y poder dominar la situación.Entonces muy disimuladamente, al vaivén del movimiento del bus, abrí un poco mis piernas y ahora el dorso de su mano quedó en medio de mis rodillas, el chico aprovechando la oscuridad del bus y que los maletines “escondían” su mano, el atrevido joven subió un poco su brazo y con su mano abierta, sus dedos alcanzaron la parte lateral interna de mi rodilla!, me asusté de inmediato al sentir sus dedos tocando la parte baja de mi muslo , me quedé quietica unos segundos, Dios!! y ahora qué hago?, yo sabía que conscientemente había propiciado esta situación y no podía culpar a nadie, era una sensación de excitación extraña, diferente, estaba seduciendo a un completo extraño y eso me hacía sentir dominante de la situación y me empezaba a gustar, esperé entonces unos segundos más entonces doblé despacio, muy despacito mi rodilla hacia el frente del atrevido morboso, clara invitación a que siguiera su hazaña y que su atrevimiento era aprobado.En esa posición su mano ya podía tocar la parte trasera de mi rodilla y él ni corto ni perezoso empezaba a acariciar solo con sus dedos muy tímidamente por ahora solo la parte trasera de mi rodilla, confieso que estaba nerviosa, pero me gustaba esa sensación de excitación diferente, qué me podría pasar?, había mucha gente y me sentía segura, la única preocupación es que alguien se diera cuenta pero la complicidad de la oscuridad, todos apretados y los maletines tapando su mano me daban cierta tranquilidad de que eso no iba a suceder entonces mejor me dedicaría a disfrutar esa extraña sensación de excitación que era nueva para mí y lo estaba disfrutando.Al ver que yo no oponía resistencia, ni que estaba incomoda con sus disimulados toques , mi “atrevido invitado” comenzó a subir su mano, sentía sus dedos fríos y temblorosos que contrastaban con mi muslo caliente y sudoroso, pasaron varios minutos pero para mí fueron segundos de verdad estaba disfrutando ser acariciada por un completo extraño.El lindo ejecutivo me acariciaba solo con sus dedos atrás de la rodilla, poco a poco ganaba confianza ante mi silencio cómplice y comenzó a subir acariciándome siempre por detrás del muslo, ahora bien, si quería subir más debía empujar hacia arriba mi faldita con su antebrazo, al ver de reojo para abajo esa escena donde mi falda se empezaba a doblar hacia arriba me excitó demasiado y un corrientazo paso por mi cuerpo, no sé si fueron los nervios pero en un acto reflejo, instintivamente cerré las piernas, las junté rápido!! y su mano quedó literalmente atrapada entre mis muslos por una fracción de segundos lo cual asustó a mi “atrevido invitado” quien la sacó de inmediato y volvió a colocar su mano sujetando los maletines.Oh por Dios!!, qué hice? de nuevo estábamos como al inicio!! 20 minutos atrás, maldita sea!!!!, me odié en ese momento, como fui tan torpe?, como decirle ahora a mi “atrevido invitado” que NO era atrevido y que SI era invitado?El bus seguía lleno, pero no como antes, con mis manos ahora sujetando el espaldar de los asientos de adelante y atrás de mi atrevido y descarado invitado y en un último y desesperado intento de que el atrevido siguiera lo que había empezado ,abrí de nuevo mis piernas y me incliné un poco mi cuerpo hacia mi atrevido desconocido, en esa posición lo tenía arrinconado ahora a él , si quería recuperar el tiempo perdido ahora la atrevida tenía que ser yo , aprovechando algún hueco de la calle el bus se sacudió y acerqué mi pelvis contra mi invitado , mi abdomen golpeo su mejilla con la sacudida del bus , pero no me enderecé, por el contrario me agaché más y miré por la ventana disimulando ver por qué calle estábamos , yo miraba y miraba de adelante a atrás y de atrás hacia adelante haciéndome la confundida mirando por donde estábamos pasando, mientras mi abdomen lo pegaba a su rostro y mis piernas abiertas eran una forma de decirle: lo siento, que torpe fui , me perdonas? en que íbamos?Él lo entendió y me perdonó tocando de nuevo mi rodilla ya con más confianza y sin perder el tiempo otra vez fue a tras de mi rodilla y apresuró a subir su mano el muy atrevido, ya más desinhibido y autorizado con mi actitud pasiva y sumisa, acarició la parte trasera del muslo y la sobaba, me estaba dejando tocar de un maldito pervertido y total desconocido y yo no oponía resistencia, por el contrario me excitaba y le facilitaba las cosas a este atrevido, me encantaba ser tocada por un agradable desconocido, un imbécil que no se atrevía a subir más allá del muslo.Lo tenías todo maldito desconocido para avanzar, no sé por qué no avanzaste más, no sé si te hubiera dejado avanzar más, tal vez si, tal vez no, siempre pienso en eso la verdad nunca lo sabré por que llegué a mi parada y debía bajar, le pedí mi maletín y no fui capaz de mirarlo a la cara, me volteé y me perdí entre los pasajeros para bajarme. Nunca más lo volví a ver, pero siempre lo voy a recordar.FIN