Me encontraba sentado viendo mi futuro pasar como imágenes borrosas por mi mente, era un instrumento de de mi imaginación que ya empezaba a tener consecuencias en mi cuerpo, veía como Alina se me acercaba, cruzaba la sala pasando una de sus redondas y endurecida piernas sobre la mesita de centro y aterrizada justo a mi lado. Puso su mano sobre mi entrepierna y se acercó a mí oído, su respiración en mi cuello hizo que se me pusieran los pelos de punta, y me dijo entre un susurro y una melodia en la voz, que ya estaba bueno de hablar, su mano empezó a buscar el bulto en mi entrepierna que ya era notorio para estas alturas, mi verga latía y lubricaba que parecía tener una ataque de epilepsia si de una persona se tratara. Yo solté el vaso de vino que tenía en la mano y me incline hacia ella para poder besarla mejor, quería de nuevo ese sabor dulce de frutilla en mi boca, con una mano le tomé la parte de atrás de la nuca, dejando que su cabello rizado se neredara en mis dedos como atrapandome para no dejarme ir, con mi otra mano empecé a tocarla en su costado, metiendome bajo la blusa que traía.
Estuve todo el tiempo tan concentrado en Alina, que me olvide de un par de ojos vigilantes que no dejaban de seguir los movimientos de mis manos y de mis labios, era Andrea que sentada en el sofá, en la penumbra de la poca luz que le quedaba al día y que se colaba por la persiana nos miraba pasando revista de lo que hacíamos, la mire a los ojos mientras seguía besando a alina y por un instante me pareció que disfrutaba lo que estaba observando, como si ese acuerdo de no agresión entre ellas en realidad fuera otra manera más de complacerse mutuamente.
Le dije a Alina, si estaba bien que hiciéramos eso frente a su novia, a lo que me contestó que parte del trato con ella era que debía observar, siempre presente, y que si eso era un problema para mí. Nunca había tenido expectadores, pero también, en la última década no había estado con otra mujer que no fuera mi esposa, para el caso que ella observará era lo que menos importaba.
Alina, en algún momento ya me había soltado el cinturón y desabotonado el pantalón, y yo ya le había quitado la blusa dejando expuestos todavía en su estuche esos senos juveniles y perfectos, no eran grandes ni pequeños, el tamaño ideal para agarrar uno y chupar el otro. Mientras sostenia su seno escurriendose entre mis dedos. Mi otra mano ya había pasado de su costado a su espalda, y con el típico moviemiento en cruz de los dedos índice y pulgar le desabroche el sostén dejando en el aire ese par de melocotones listos para succionarles todo su néctar. Me pegue como un bebé a su madre, como si estuviera sediento en el desierto y esos senos fueran mi única fuente de agua, los bese, primero uno luego el otro, los recorría con mi boca por abajo, entre ellos, subía al cuello, la clavícula, me la estaba comiendo a besos. Ella por su parte no se quedó atrás, mientras yo me deleitaba ella tenía mi verga en su mano, que no era una mano muy grande, apenas podía recorrer mi verga con sus dedos, me hacía una paja muy lenta, y con la suficiente presión para poner mi glánde de un rojo brillante, nos separamos y ella me bajó el pantalón se posó entre mis piernas y empezó a chupar, era deliciosa esa boca, recorría la punta con su lengua, luego bajaba hasta los huevos, se la metía en su boca, intentaba tragarla toda al punto que hacía horcadas y su saliba bajaba por mí verga hasta los huevos, dejando un pequeño charco en el sillón, yo volteaba los ojos de gusto, cuando de repente mire a Andrea, era evidente que lo disfrutaba, ella que antes parecia inmutable, ya tenía ese brillo en los ojos, empezó a respirar por la boca y su mano derecha estaba sobre su pelvis.
Alina seguia metiéndose mi verga en su boca, para ese momento yo ya estaba completamente desnudo sentado en el sillón, la levante, su ombligo quedó a la altura de mi cara, mientras besaba su abdomen blanco y firme, le metía las manos por las caderas, bajando de un solo movimiento su jean y la ropa interior que se detuvieron en sus rodillas, ella me ayudó a terminar de quitarlo, la tomé de la cintura y la hice subirse en mi cara, estando a un sentado, y empecé a chuparle su vagina, su clitoris, era una delicia comermela, estaba depilada como era de esperarse, los labios de su vagina eran rosados, como una ostra de concha blanca que escondía esa perla que era su clitoris, me lo comi con violencia, ella se arqueaba montada en mi cara, mientras apoyaba sus pies en los brazos del sillón, en un momento de reojo vi a Andrea, ya su mano no estaba en su pelvis si no dentro de su pantalón que había desabrochado para tener más espacio y poderse frotar a gusto, en mi cabeza se encendió una idea, una revelación ante mis ojos, y se me ocurrió provocar a Andréa, tomé a Alina por las nalgas y se las abrí, quería que Andrea viera bien como me estaba comiendo a su novia, que viera como ese culo palpitaba cada vez que mi lengua repasaba su vagina. No tardo en hacer efecto cuando Andrea sin levantarse, se bajó el pantalón y se abrió la blusa, dejando al aire unos senos enormes que luchaban contra la gravedad, con pezons cafe, redondos, grandes que se levantaban imponentes saliendo de donde quería esconderlos tras su camisa que era un par de tallas más grandes, no tenía sostén así que su senos simplemente salieron frente a mis ojos, por alguna razón eso me éxito más, esta a siendo víctima de mi propio invento, entre mas veía a Andrea exitada, más me exitaba yo.
Alina no aguantaba más y me pidió que se la metiera, se acercó hasta su ropa y del bolsillo de su pantalón saco varios preservativos, abrió uno con los dientes se arrodillo nuevamente y me lo puso con su mano al tiempo que me estimulaba con una pequeña paja, me levante del sillón tome a Alina por un brazo y la lleve hasta el sofá donde estaba Andrea, la senté al lado de ella. Andrea abrió los ojos, estoy seguro que no lo veía venir, en todo el tiempo que ella estuvo allí sentada note que había perdido el control por primera vez. Abrí de piernas a Alina, la moví un poco para que su cabeza quedara lo más cerca al regazo de Andrea, me escupi la mano, lubrique el preservativo y le meti mi verga, primero la punta muy despacio, con movimientos cortos, quería que la deseara, luego de uno cuantos enviones de mi pelvis y mi cadera la meti toda, Alina soltó un grito corto, empecé a moverme dándole con más fuerza que velocidad, quería que Andrea viera los senos de Alina moverse con cada embestida, Alina estaba muy caliente y húmeda, mi verga se deslizaba adentro y afuera, su vagina se contraria invitándome a aumentar mi ritmo lo que hice con gusto.
Andrea no pudo aguantar más, se levantó, se terminó de quitar la ropa en frente mio, ella mi miraba, tal vez con algo de reproche, como culpandome de sacarla de su posición de control y dominio, yo solo di un pequeño empujón, la naturaleza hizo el resto. Andrea estaba desnuda frente a mí, era una mujer voluptuosa, una morena de grandes caderas, senos enormes, tenía el cuerpo tatuado, no lo había podido notar en un principio, sus brazos, las piernas la espalda fueron el lienzo de algún artista de la aguja y la tinta. Andrea se acercó a Alina y le metió los dedos índice y anular en la boca de ella, que los chupo como si fueran un caramelo, Andrea aún de pie y con los dedos llenos de saliba se los metió en su vagina, yo veía como ese portento se masturbaba frente a mí, mientras yo me comía a su novia, A Alina esto la éxito a un más, sentí como sus contracciones aumentaban y como mi verga resbalaba con mayor facilidad en su vagina signo que estaba a punto de llegar, yo acelere mi ritmo, sabía que también me iba a correr, era el primero. Alina estiró su mano, llamando a Andrea quien se acercó, y como un libreto que da la vida de pareja ya cada una sabia que hacer, Andrea se sentó en la cara de Alina, quedó frente a mi y note una mirada diferente, como si quisiera competir conmigo. Alina se vino a chorros reprimiendo su grito mientras apretaba su cara en la vagina de Andrea, yo no puede aguantar más y también me corrí, un chorro de semen caliente salió de mi verga, que palpitaba y las venas estaban por reventar, me vine dentro de ella confiando que el preservativos haría su trabajo.
Alina no paro, siguio comiendo la vagina a Andrea, yo me hice un momento hacia atrás para quitarme el preservativo y tomar un aliento, lo que Andrea aprovecho para empezar un 69, ella arriba, Alina de bajo, no parecía justo por la diferencia de tamaños pero a mi no me importaba, me volví a sentar en el sillón al otro lado de la sala y disfrute un par de minutos verlas comerse sus coños, como se metían los dedos, como sacando la última gota de miel de la botella, yo ya estaba listo para mi segundo, mi verga otra vez erguida palpitaba viendolas comerse la una a la otra, pero y ahora como entro, parecía que era el turno de Andrea y no me iba a dejar participar, Andrea se levantó, tal vez se dio cuenta de lo injusta de la posición y tomó a Alina por las caderas y la llevó al borde del sofá, Andrea se arrodilló y empezó a comerse el coño de alina, mientras que al tiempo me dejaba ver ese culo grande, esas nalgas que parecían aplaudir cada vez que arremetia con sus dedos en el coño de Alina, me quedé viéndole y era hermoso, me espabile de esa visión y vi mi oportunidad, me pare al lado de Alina y, mientras Andrea le comía el coño, Alina se metia mi verga en su boca, se invirtieron los roles, Alina estaba a punto de correrse nuevamente por la generosidad de la lengua de Andrea al tiempo que me chupa la verga, Alina empezó a chupar con violencia y desenfreno hasta que explotó en un grito, fue un grito seco, soltó todo el aire que tenua hasta quedar muda, tenía los ojos inundados de lágrimas cuando tomó nuevamente aire, su cuerpo tembló de placer, mucho más que conmigo, pero no me importó, en ese momento me di cuenta que esto no era para mí, no se trataba de sí yo le gustaba, todo esto era para ella, no debía mirar a Andrea como mi rival, si no como una socia, Andrea me miró ambos asentimos con la cabeza, ya había entendido todo.
Andrea se levantó salió de la sala y se dirigió a uno de los cuartos del apartamento, yo me quedé con Alina que hacía fuerzas para recomponerse, pero no tenía intensiones que terminará esto por ahora, en todo el rato ella no me soltó la verga, como diciendo que esto era de ella y que no intentará quitárselo. Alina volvió a llevarse mi verga a su boca, mientras la chupaba vi como Andrea salía del cuarto y no podía creer lo que estaba viendo, tenía un arnés, con una verga de silicona que le colgaba entre las piernas, la cosa más irreal que había visto, era gigante, gruesa y llena de venas. Alina se sacó mi verga de la boca y me dijo que quería que los dos nos la penetrearomos, que se la metiera por el culo y Andrea por la vagina, di un salto liberando mi verga de su mano fui a donde estaban los preservativos y abrí otro, me lo puse.
Andrea se acercó a alina con su verga de silicona pendulante y un frasco que parecía lubricante, lo abrió le unto ese especie de gel en el culo de Alina y me dijo siéntate que yo me encargo de todo, la obedeci, me senté en el sofá, Andrea tomó Alina de la mano la hizo sentarse encima de mí, me unto lubricante en la verga, sentí una corriente que me recorrió la espalda, cuando Andrea enpezo a untarme el lubricante, lo pasaba de arriba abajo untandolo en mi verga casi que haciendome una paja, cuando terminó, no se si accidental o apropósito sentí como al retirar su mano me rozó los huevos, casi que podría decirse que los acarició. Alina abrio sus nalgas y fue metiéndose mi verga en su culo, lentamente empezó a sentarse hasta que la tuvo toda adentro, así se quedó un instante como acostumbrándose a mi verga. Andrea lubrico su verga de silicona y se posó en medio de las piernas de Alina, haciendo una pila de cuerpos sudorosos, abajo yo, en el medio Alina y arriba Andrea, que sin ninguna delicadeza le metió esa verga monstruosa a alina, haciendo la gritar entre el placer y el dolor, me imagine. Empezamos a movernos, Andrea y yo, ella avanzaba yo retrocedía, ella entraba yo salía, estábamos bailando al ritmo de los gemidos de Alina, que también se unió al baile entre movimientos y espasmos, su culo abrazaba mi verga, la apretaba, yo sentía como mi verga se acomodaba dentro de ella, podía sentir del otro lado como la "verga de Andrea" hacia lo mismo, sentía el roce de ambas vergas dentro del culo de Alina era algo que nunca había sentido y era una locura.
El baile siguió, uno Andrea otro yo, cada vez con más ritmo, subiendo la intensidad de las embestidas, yo estaba a punto de venirme pero hacía todo lo posible para no llegar, mi espíritu competitivo no me dejaba hacerlo, queria ser el que más durará, lo que era ilógico por que estaba compitiendo contra un pedazo de goma, al final no pude mas, justo antes de venirme la saque, me quite el preservativo y me corrí en medio de las dos, llenando a Andrea con parte de la leche, ambas seguían frotándose no tardó Alina en venirse a chorros dejando una mezcla sobre Andrea de sus fluidos y mi leche, lo que no tardó en advertir y sumisamente Alina se inclino hacia Andrea y empezó a limpiarla pasando la lengua por el muslo de Andrea, por donde ya corría una gota gruesa de ese líquido viscoso y de olor a sexo que quedó como evidencia de lo que esa tardes hicimos. No se olvido de mi una vez terminó con su domina, me limpio a mi también, y más que sumisión parecía hacerlo con cierta ternura que uno podría decir que era agradecimiento.
Por primera vez en toda la tarde, Andrea se me acerca y me toma completamente desprevenido por la espalda, supongo que quería hacerme una broma o marcar territorio, la verdad aun no me decido, aprieta esas enormes tetas contra mi espalda, me pasa una mano por delante agarrandome la verga y hace que nuestras caderas se junten, y sentí ese pedazo de caucho frío y pegajoso rozandome las piernas, Andrea pone su mejilla junto a la mía por detrás y me dice "la próxima vez me toca a mi". Eso me dejo frío y sin palabras, que quizo decir con eso? No lo pude procesar en el momento, por que ni bien había terminado de decirlo cuando me hizo girar y me dio un beso, fue un beso corto pero intenso, parecía que me quiera volar la boca con su lengua, mientras lo hacía me apretaba las nalgas y presionaba mi cadera a la de ella, haciendo que mi verga y la de ella rozaran por unos instantes.
Alina se puso al lado de nosotros y los tres nos besamos, en un enredo de lenguas que no sabíamos cuál era de cuál, nos frotamos los cuerpos, fue diferente a todo, se sintió personal, se sintió que había un vínculo naciendo entre los tres, sin celos y ni apasionamiento, sólo éramos los tres siendo los tres. Luego de un rato nos miramos, ya sabíamos que había que parar en algún momento y seguir nuestras rutinas, les pedí prestado el baño, me limpie lo mejor que pude, no quería dejar evidencias sobre mi piel, ningun aroma que delatara mi aventura, pero no podía lucir recién bañado tampoco, me puse la ropa y nos despedimos en la puerta, no hubo más besos ni abrazos, solo un adiós a la distancia mientras caminaba hacia mi carro, esperando con ansias nuestro próximo encuentro y la promesa de Andrea. FIN