Guía Cereza
Publicado hace 2 semanas Categoría: Voyerismo 385 Vistas
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Antes de casarme con mi marido el fue mi sugar daddy como por un año. Ambos somos bastante exhibicionistas, y en una ocasión me llevó a comprarme ropa. La encargada del local me encantó desde que la vi, era una chica bastante tierna y más o menos de mi edad (en ese entonces tenía 17). Sus labios estaban hechos para ser chupados, lamidos, besados, mojados, y sus tetas eran de campeonato (un 38) adornadas con un escote que si una ponía atención se lograba ver una leve parte de su rosado pezón (me prendí de inmediato y Jorge (mi entonces sugar) también. Nos pusimos a morbosearla en español, y como era obvio ella no lo entendia nosotros habĺabamos libremente delante de ella diciendo lo todo lo que le haríamos si la tuviéramos para nosotros una noche. En determinado momento ella sospechó pues nuestros ojos estaban fijos en sus tetas t yo hasta me relamia los labios queriéndole dejar claro lo que quería hacerle.

Empecé a coger algo de ropa para llevármela al probador mientras mi sugar intentaba cubrir su erección. La tienda estaba por cerrar pues ya era tarde y en ese momento éramos los únicos clientes. Se me ocurrió pedirle a la chica otras tallas y pensé en recibírselas sin camisa mostrándole mis tetas. Le modelaba los conjuntos y ella parecía disfrutarlo por lo que en cierto momento de cercanía tomé una de sus manos y la coloqué en una de mis tetas. El resultado fue espontáneo y en un segundo estábamos comiéndonos y ella chupando mis tetas con avidez. De repente reaccionó y me dijo 'No te muevas, voy a cerrar'. Cuando regresó lo que vio fue verme a mi totalmente desnuda y a Jorge con la verga de fuera meneándosela. Se metió a la cabina conmigo y cerró la cortina (cosa que dejó claro que con quien quería follar era conmigo y no con él). Estuvimos en esa cabina como por media hora pues yo simplemente no me podía despegar de sus tetas mientras ella me dedeaba de manera celestial. Nos corrimos como 3 veces antes de salir y al final decidimos que pasaríamos la noche juntas en algún motel. Jorge nos invitó a pasar la noche en su departamento pero a ella no le pareció la idea.

Al llegar al motel el pobre recepcionista no daba crédito a las dos hembras que vio y que se iban a dar con todo esa noche. Su inquietud era notoria y el bulto de su pantalón también. Para inquietarlo aún más le metí la lengua a Jessica (me enteré de su nombre después de comerle el coño en el probador) delante de él mientras fingía contar el cambio antes de depositarlo en mi mano que lo asió por un segundo sintiendo las chispas que lo recorrian de sólo imaginarse los pecadotes que Jessica y yo estábamos por cometer. Jorge decidió rentar otra habitación para el y me comentó al oído que si veía la oportunudad de que se nos uniera se lo dijera sin importar la hora.

Para su infortunio eso no ocurrió. Jessica tenía novio y no quería cornearlo con machos. Al final, lo que Jorge Jorge encontró en esa habitación (en la mañana se las arregló para que el recepcionista le abriera la puerta) fue dos hembras desnudas con las piernas entrelazadas y la cama como si hubiera ocurrido un terremoto; mojada de nuestros jugos y un olor a coño (después me lo contó) que todo lo impregnaba. Corrió al recepcionista cuando este ya se la jalaba el imbécil viendonos desnudas y Jorge me montó con furia irracional allí junto al cuerpo desnudo de Jessica que recién abría los ojos. Nos vio follar y después se metió a duchar pues tenia que regresar al centro comercial a abrir la tienda.

Ese día Jorge me cingó como nunca antes, como queriéndose follar a Jessica usando mi cuerpo. Ese día, por primera vez, me la metió por el culo (mi primer anal) mientras me gritaba todo tipo de improperios por ser tan puta y andarle comiendo el coño a perfectas desconocidas.

Antes de irnos pasamos a recepción. Ahora lo atendía una chica. Le pregunté por su colega de la noche y me dijo; 'Ah sí, Roberto, el no viene hasta la noche'. Le anoté mi número a la chica en un papel y le dije, 'Dile que me hable, que le conviene'. Ella se incomodó por un momento pues lo que ella veía en ese momento era a una jovencita bien cogida de entonces 17 años con un maduro de 36 saliendo de una habitación y ahora entregándole un papel con su número para uno de sus colegas. Jorge no dio crédito ante dicha demostración de cinismo de mi parte y yo sólo le dije; 'Le quiero dar a ese Roberto un rato con la mujer más buena que jamás se cogerá en su vida y eso a ti no te incumbe, CORNUDO'.

Y asi fue como se dio el nacimiento de mi cornudo. Ese día dejé de ser mi sugar para convertirse en mi novio, un novio cornudo pero novio al final.

A Jessica me la volví a comer un par de veces pero eso nunca se lo dije a mi cornudo, y a Roberto (tan poco agraciado el pobre) le regalé esa experiencia que nunca volverá a vivir. A veces pienso que soy una santa.

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🍒 Pregunta Cereza

¿Por qué crees que más personas jóvenes se identifican hoy como bisexuales? Un reciente estudio revela que 1 de cada 4 jóvenes entre 18 y 24 años se identifica como bisexual.


  • Hijueputa que rico relato, que delicia, como escribes de bien, muy estimulante, al leer senti todo lo que escribiste, sentí a la tetona que atendía, sentí como te ofrecías, sentí al cornudo de tu sugar ahora tu novio, senti sus cuernos, te senti cachonda arrecha buscando tetas buscando Cuca buscando morbo, me tenías como una Moto todo el tiempo mientras leí caliente y acelerado, sentí esas tetas talla 38 sentí esos pezones rosados que delicia, sentí ese olor a coño olor a panocha caliente y quesuda, senti tu primer anal y como te dieron como a rata