
Compartir en:
Se equivocan los hombres que piensan
que el tamaño es lo importante
que el sexo tiene que ser salvaje
y que todo se reduce a sentir y no hacer sentir a ella
Se equivocan los que piensan
que el cuerpo de una mujer,
solo sirve para sentir un placer inmediato.
El cuerpo de una mujer se desnuda lentamente
con los dedos, con la mirada,
con los silencios y con palabras prohibidas,
se va desnudando con cada suspiro,
con cada temblor y con cada gemido.
El cuerpo de una mujer lo ganas
cuando espantas sus miedos,
cuando destapas sus necesidades más íntimas,
sus deseos más escondidos,
cuando le dices con la mirada,
todo lo que no te atreves a decir con palabras.
El cuerpo de una mujer se gana poco a poco,
sin prisas, sin atajos,
con la paciencia infinita de quien sabe que
el cuerpo de mujer no se consigue,
se descubre.