Lo primero que tengo que contarles es que sexualmente me considero curioso, no me clasificó como heterosexual, ni homosexual, soy muy curioso y disfruto de la sexualidad abiertamente.

Normalmente he tenido experiencias con mujeres pero siempre tuve la curiosidad de saber qué se sentía estar con un hombre o una mujer trans.

Divagando un día entre páginas de anuncios clasificados sexuales se me ocurrió entrar a la página de hombres que ofrecían sus servicios a otros hombres. Estuve reparando un rato y veía un poco grotesco el contenido de los anuncios, no obstante sentí un poco de curiosidad y seguí revisando perfiles. Marqué un par de ellos que me llamaron la atención y le escribí por WhatsApp a los dos..

La respuesta fue casi inmediata de las dos opciones en las cuales me ofrecían un servicio completo de masaje, estimulación manual y oral y posibilidad de relación. Aunque tenía curiosidad no estaba del todo convencido así que lo dejé pasar por unos días, pero casi una semana después había tenido sexo con una amiga había quedado insatisfecho motivo por el cual revisando los chats de otras amigas encontré guardados los chats que ha tenido con los hombres de la página mencionada y sentí mucho morbo. Volví a escribirle uno de ellos un poco más decidido y ante la contestación inmediata decidi programa una cita. Casi una hora y media después, llegué a la ubicación indicada, era una casa hotel al norte de la ciudad, me anunciaron y me hicieron seguir al tercer piso, toqué en la habitación indicada y me abrieron la puerta casi de inmediato.

No voy a mentir que estaba muy nervioso porque nunca he tenido experiencia alguna con hombres, no sabía cómo comportarme, qué hacer o qué decir pero estaba decidido a experimentarlo.

Al entrar había un caballero de unos 30 años sin camisa solo con una pantaloneta no tan ajustada, tenía un bonito pectoral trabajado en el gimnasio, un abdomen medianamente marcado, sin bello corporal, su rostro era varonil, una barba un poco marcada, cabello corto y ojos negros. Eso fue todo lo que alcancé a ver porque apenas entré a la habitación, jean Paul que así me dijo que se llamaba se me acercó, y me empezó a besar de una manera tan apasionada que me olvidé de todo lo que estaba pensando y me dejé llevar por el juego.

Sus besos eran suaves, moviendo la lengua con experticia, recorría cada parte de mi boca mojándome con su saliva. Entre tantos humanos empezaron a recorrer mi espalda y manoseaba mis las nalgas con sutileza pero firmemente también, yo poco a poco fui entrando en confianza y también empecé a tocarlo a él, era una sensación excitante.

Después de un par de minutos empezó a desabrochar mi pantalón sin dejar de besarme y cuando lo logró , se puso de rodillas y empezó a morder un poco mi pene a través del boxer, debo decir que yo ya estaba completamente excitado, así que jean Paul sin más preámbulos lo sacó y empezó a hacerme el mejor sexo oral que he tenido en mi vida, la manera como succionaba mi pene, pasando su lengua por todos lados, lo metía hasta la garganta hacia arcadas, y volvía a empezar, debo confesar que estuve muy cerca de venirme rápidamente por lo que al no querer que se acabará la emoción lo hice parar, me puse de rodillas y bajando su pantaloneta me dispuse a intentar chuparle la v**** a el.

Era un poco más grande que la mía, estaba muy erecta un poco delgada pero se veía bien. En ningún momento él me presionó, así que cuando estuve listo, llevé mi boca a su miembro y empecé a meterlo poco a poco. Me dispuse a saborearlo y en unos segundos ya estaba con el hasta la garganta. Sentía como palpitaba en mi boca, y ese líquido delicioso que salia de su pene me encantaba. Estube haciéndole en el sexo oral por unos minutos, luego me tomó de la mano, me hizo poner de pie y me terminó de desnudar. Me preguntó si quería penetrarlo o ser penetrado y esta vez sin dudarlo dije que yo quería que me penetrara, pero que nunca lo había hecho así que no sabía si sería capaz. Él me sonrió y me dijo que no me preocupara que era experto en principiantes.

Me puso de espalda y empezó a lamer mis nalgas y las mordió con suavidad, luego llegó hasta mi ano y empezó a meterla lo más que podía sensación que me encantó, luego se puso aceite en mano y con los dedos empezó a penetrarme muy suavemente, yo sentía como se dilataba mi esfínter, era una sensación extraña pero me estaba gustando, yo estaba acostado boca abajo en la cama y luego sentí como te montó sobre mí empezó a sobar su pene por mis nalgas, yo sabía lo que estaba por pasar así que me relajé. Unos segundos después empecé a sentir como la punta de su pene empieza a intentar abrirse camino entre mi ano. Inicialmente me dolió un poco, pero jean Paul se detenía lo sacaba un poco y volvía a empezar.

Era una sensación extraña sentir ese pene entrando en mi cuerpo pero después de unos minutos el dolor desapareció todo fue diferente, no encuentro las palabras para escribir el placer que sentía con las embestidas primero suaves y después fuertes de jean Paul. Sentir como me cogió me cogió por la espalda mientras su cadera se movia adelante y atrás, primero despacio y después bastante rápido, mi cuerpo sentía el control que ejercía jean Paul sobre mí.

Aunque también tenía un poco de miedo porque también me daban muchas ganas de ir al baño y sentía que se me iba a salir todo en un descuido, pero un momento cuando estaba pensando en todo eso empecé a sentir cómo el pene de jean Paul se puso palpitar dentro de mí con lo que me di cuenta que se estaba viniendo, y fue la sensación más deliciosa de la tarde. Después de eso me dio la vuelta, me beso de nuevo y me invitó a una ducha, obviamente accedí y nos bañamos juntos. Pagué la cuenta y salí feliz