Guía Cereza
Publicado hace 1 semana Categoría: Lésbicos 1K Vistas
Compartir en:

Cuando iba en la prepa me tocó ir a mi pais a pasar el verano en casa de mis abuelos durante casi dos meses. Recién llegué todo había cambiado mucho, mis amigos ya no eran unos niños y mis amigas ya eran todas señoritas (aunque algunas ya eran señoras, como yo). Rápido, lo que se tenía contemplado como un viaje familiar se convirtió en una vorágine sexual de la cual fui protagonista. No pasaron dos semanas cuando ya tenía dos pretendientes (vecinos de la casa de mis abuelos) y una pretendienta. Los pretendientes eran los vecinos de la izquierda y derecha de casa de mis abuelos, dos chicos con quienes yo había pasado mi infancia antes de irme y que en ese momento me anduve follando y follaba indistintamente ya fuera con uno o con otro, aunque aveces me llegué a follar a los dos el mismo día. A mis entonces dieci6 mis hormonas andaban hiper revolucionadas y yo me despertaba y dormía pensando en polla. Pero no es de estos dos chicos (más el primo del segundo a quien tambien me follé) de quien quiero hablar ahora, quizás en otra ocasión. Ahora a lo que me quiero referir es a una milf que también vivía en la misma cuadra y que más temprano que tarde me sedujo y me llevó a su cama.

Se llamaba Fernanda. Era ena señora de entonces 38, de grandes curvas y senos revoltosos. Eran un manjar y sus tetas eran su mayor atractuvo (copa D, los màs grandes que he probado), aunque tambièn tenía una cara linda y tierna. Nos veíamos seguido pues vivíamos en la misma calle y más de una vez me vio en pleno faje con Angel o con Arturo (los dos chicos de arriba) y creo una vez me vio cojiendo con alguno de los dos. Fernanda era una señora libre, no tenía hijos y se sabía que hombres entraban y salían por su casa, por lo que la gente murmuraba de ella y no en buenos términos. Una vez nos topamos en la tienda de don Manuel y me hizo la plática. Me cayó simpática y yo luchaba (infructuosamente) por no ser tan obvia y no quedarme viendo fijamente sus esplendorosas tetas que ella tan orgullosa mostraba con generosos escotes. Después de bobear un rato acerca del motivo de mi viaje y la longitud de mi estadía (dos meses), me invitó a tomar un café "uno de estos días". Yo por supuesto acepté encantada y ya me hacía la ilusión de que esa señora me llevara a la cama.

No la volví a ver por una semana pero una noche jugando al bote pateado con la palomilla me invitó a "esconderne" en su casa mientras nos "tomábamos" ese café. Tuve cuidado de que nadue me viera entrando a su casa y acepté. Recuerdo que mis ojos no me reaccionaban y no podía separarlos de sus tetas. Ella se asomaba de vez en vez para saber cómo iba el juego y dejarme salir en caso de que alguien salvara el juego y se volviera a repetir. En una de esas ocasiones, al volver a entrar en su casa, me abrió la puerta en bata, yo babeaba, sus pezones, erectos, casi perforaban la seda de su bata y se veía que no traía nada debajo. Nada de nada. Yo estaba muy nerviosa y muy caliente y sólo la observaba sin atinar a decir nada. Yo ya habia andado con chicas para ese entonces, pero eran chicas de mi edad con cuerpos apenas desarrollándose como el mío. Tener a Fernanda como toda una mujer frente a mi me intimidaba, fácilmente podría ser mi madre pues más que doblaba mi edad. En determinado momento se sentó a mi, muy cerca, haciendo que su pierna desnuda tocara mi muslo también desnudo (recuerdo que traía un short rojo) y fue entonces que sigilosa lanzó con suma delicadesa su cabeza hacia mi y me besó. Sentir su lengua dentro de mi boca fue algo hechizante, en segundos ambas nos comíamos desnudas en su cama como si no hubiera un mañana. Esa milf que hacía una hora yo veía inalcansable ahora se revolcaba desnuda junto a mi. Nos chupábamos, lamíamos y mordíamos como si no hubiera un mañana. A lo lejos escuchaba que la palomila llamaba mi nombre pues al parecer el juego había terminado y ahora me llamaban para algo pero no me importó, yo seguía mamando teta como si fuera un bebé y Fernanda mi madte amamantándome. En cierto momento hicimos el 69 yo encima de ella. Ya le había chupado a varias chicas con anterioridad pero fue en esta ocasión que simplemebte todo me sabía a gloria y mi lengua hizo cosas que nunca había hecho. Intentaba penetrarla con mi lengua, con mis dedos abría sus labios y le metía la lengua lo más profundamente que podía mientras ella me comía a mi de manera similar. Despues de comernos nuestros coños de manera casi salvaje regresamos a nuestras bocas para compartir nuestros jugos en besos que no eran besos sino lamidas de lujuria con nuestras lenguas lamiendo nuestros ojos, pestañas, mejillas, cuellos y tetas. Si alguien nos hubiera visto en ese momento nos habrían llevado a la cárcel por graves violaciones a la moral. Nos corrimos infinidad de veces hasta dejar su cama toda mojada.

Era pasada la media noche cuando me vistió, me dio su whatsap y me empujó fuera. Tus abuelos deben estarte buscando, ya vete fue lo que me dijo.

Obvio, eso me costó una reprimenda de mis abuelos. Mi abuela siempre pensó que me había ido con alguno de los chicos pero no se imaginó que venía de casa de Fernanda.

A partir de esa noche Fernanda y yo fuimos amantes por el resto de mis vacaciones. Su fascinación era vestirne de colegiala y jugar a que era mi maestra (su profesión era maestra) y "castigarme". De una u otra forma nos las arreglábamos para follar casi diario. Siempre en su casa, siempre cuudando de que nadie me viera entrar alli. Tambien fue la primera vez que ví y usé un strap-on (un arnés con pene que se sujeta a la cintura). La imagen del espejo de verme a mi a mis 16 dándole con todo a una milf puesta en cuatro mientras veía como sus tetas se bamboleaban por los aires es algo que aún hoy me hace mojarme.

Una tarde mientras follábamos me vino con la pregunta de si conocía a Rocío. Rocío era otra vecina, de mi edad más o menos, y me preguntó si no se me antojaba. Rocío una pelirroja que me encantó desde el primer momento en que la vi. Tenía un culo hermoso que siempre lucía con apretados jeans o short de jean y le contesté que sí. Esa tarde follamos pensando en ella y planeando como seducirla y follarla. Por la duferencia de edad, era obvio que yo sería la encargada de intentarla seducir y ver si estaba abierta a lesbianisarse por un rato. Era obvio que Fernanda la quería para cuando yo me fuera y yo fui la elegida para ponerla en su cama.

Juntas éramos dinamita.

En esas vacaciones follé con tres chicos, un señor, y dos chicas (Rocío incluída). Pero eso lo dejaré para otra ocasión pues ya me cansé y le tengo que preparar el desayuno a mi marido.

Hasta pronto

Publica tu Experiencia

🍒 Pregunta Cereza

La escasez de privacidad (compartir espacios con terceros) está afectando la vida sexual de muchas personas. ¿Cómo calificarías la privacidad que tienes para vivir tu vida sexual?🤔

Nuestros Productos

Body

MAPALE $ 122,500

Panty Charlott

CEREZA LINGERIE $ 75,900