Hola que tal, para contextualizar soy gay, serio, masculino, un cuerpo normal no tan atlético, alto, piernas gruesas, algo de barba y simpático según los que me conocen.

Hace unos años cuando tenía 27 estaba haciendo una diligencia por la transversal superior en El Poblado en Medellín, una vez finalicé me dispuse a caminar para irme a tomar algo con unos amigos al parque del Poblado, tenía que bajar unas cuantas cuadras y ellos estaban un poco retrasados por lo que decidí entrar a la app de la mascarita a molestar un rato, y digo molestar porque eso es un mar de intentos y arrecheras y pocos casos concretos.

Cuando entré de una un man me escribió y estaba cerca, era alguien con quién había hablado hacía unas semanas muy morbosamente pero todo había quedado en eso, sólo habíamos intercambiado unas fotos hot y nos calentamos y ya. Me saludó y me dijo que estaba por ahí cerca, le dije yo estoy por la superior y me dijo yo también y adivine qué... Estoy en el trabajo con una hp arrechera y unas ganas de mamar verga que si usted me la presta yo se la escurro. A mí eso me puso a mil, yo le dije en tono burlón pues dígame dónde trabaja, yo voy y ahí delante de todos me la escurre.

Él sin pensarlo dos veces me dijo hágale parce de una! Yo no le creí. Me dijo en serio, sólo que lo tenemos que saber hacer, mire yo trabajo en una obra, estamos construyendo un edificio de apartamentos y hay algunos que ya están terminados, obvio no se la voy a mamar delante de todos los obreros porque mañana dirán que el maestro es un mk y me hacen echar jajaja. Yo le dije, listo! Qué hay que hacer? Me dijo usted se hace pasar por don Julián que es el propietario del apartamento 1202 y al portero de la obra le pregunta por Tomás, simplemente le dice que viene a ver el avance del apartamento. Yo le dije Ok, en 5 minutos estoy ahí.

Llegué y el guarda me atendió le dije lo que Tomás me explicó, y él lo llamó, desde adentro me hizo señas, yo estaba nervioso y caliente, cuando lo ví en su ropa de trabajo y su casco me calenté más, no creí que semejante macho tenía ganas de chuparme la verga y de recibirme la leche caliente. Era un tipo de unos 35 años alto, cuerpo más bien flaco pero marcado por su trabajo, cara linda, algo de barba. Me saludó de mano y me dijo don Julián vamos al apartamento para que vea como le quedó de bonito... yo sólo le dije de una claro que sí y lo seguí. Subimos al ascensor y directo al piso 12, entramos al apartamento y Wao que apartamento... me dijo don Julián este es su apartamento, le gusta? Le respondí claro si fuera mío vendría todos los días a qué me muestre el avance y a mostrarle otras cosas y nos echamos a reír.

Tomás cerró la puerta con seguro y me dijo que estaríamos tranquilos que sólo debía estar pendiente del radio si necesitaban algo abajo, sin embargo se veía muy nervioso. Me dijo vamos a la cocina y yo para mis adentros pensaba un apartamento nuevo, tan bonito y vamos a salar la cocina con un polvo? Ok, ok, ok! 

Una vez en la cocina, me dijo mk a mi esto me da mucho susto, nadie sabe nada, yo tengo hijos, etc., el típico cuento, y yo lo puse en frente mío y le dije usted vino a mostrarme el apartamento, yo vine a qué usted me lo mame y lo que pase en este apartamento se queda aquí.

Lo puse en frente y le dí un beso con lengua y le agarré el culo firme que tenía , estrechándolo contra mi, el man quedó inmóvil pero se relajó poco a poco. Le desabroché la camisa y ufff ese pecho con unos pelitos que lo hacían ver rico, con un leve olor a sudor pero se notaba que se cuidaba y le gustaba oler rico, tenía aplicada una loción que se sentía sutilmente. Se dejó llevar y me desabrochó el pantalón y metió su mano un poco áspera en mi bóxer, la sacó toda mojada de precum y se lamió los dedos y me dijo: don Julián yo vine a enseñarle el apartamento y también lo buen maestro que soy con una verga en mi boca. Ufff eso me puso a mil. Se arrodilló y me bajo todo de golpe, me lamió la cabeza retrajo el prepucio y me pasó la lengua por toda la cabeza suavecito, recogiendo mi líquido con su lengua y lanzándome una mirada perversa. 

Ya en ese momento yo estaba perdido y mi verga a reventar, se la metió toda y me la mamaba delicioso, alternaba entre la verga y las bolas, lamía todo, en un momento me cogió y me subió sobre el mesón de la cocina y me abrió las piernas y metió su lengua en mi culo y yo dije para mis adentros ¿Y esto qué fué, este man me va a clavar o qué? Pero no le dije nada sólo lo dejé ser y hacer, el sólo quería lamer por todo lado, que hp si lo hacía rico.

En un momento lo llamaron al radio y paró, respondió y dió unas indicaciones fuera de la cocina. Cuando regresó se había quitado la ropa y estaba sólo en brief, y yo dije Wao! Estaban húmedos y su verga quería salir, se acercó y lo ayudé con eso, me miró y me dijo quiero que nos llenemos de leche y le propuse hacer un 69 y así fué, en el piso nos dimos unas mamadas deliciosas de verga, culo, bolas su olor y su sabor a macho me tenían loco, con ganas de clavarlo o que me clavara pero no teníamos condones, entonces solo seguimos en ese ritmo hasta que me dijo que estaba a punto de venirse, me dijo que si le echaba la leche encima del pecho y yo soy muy obediente y me puse sobre él y lo llené de leche en el pecho y el cuello, me daba morbo ver mi leche sobre sus tetillas al instante el también se vino sobre su abdomen. Que delicia, me parecía increíble la escena, el lugar, el personaje y todo. 

Cómo pudimos nos limpiamos, nos vestimos y esperamos unos minutos a qué se nos bajara el calor para poder bajar. Cuando llegamos al primer piso ya los obreros se habían ido, solo estaba un ingeniero como de unos 30 años, muy simpático y masculino que nos preguntó porqué la demora y Tomás le respondió que estaba mostrándome cada detalle del apartamento y que me había dejado satisfecho, yo sólo respondí que así era y que el maestro era muy bueno en lo que hacía, que nos había quedado faltando un pequeño detalle pero que eso sería revisado en otra ocasión, nada de que preocuparse. Tomás se rió pícaramente. 

El ingeniero como que dudó y mientras se acomodaba la verga nos dijo, bueno lástima no haber podido subir con ustedes aunque de pronto nos hubiéramos demorado más... Yo quedé con ganas porque el comentario fue más que obvio, pero ya me tenía que ir y ellos también. Tomás salió en su moto y el ingeniero se ofreció a bajarme en su carro hasta el parque del poblado, yo no me negué, no pasó nada más pero si me dejó claro que en las supervisiones de obra terminada su maestro era bastante complaciente con él, le dije que me invitará a una supervisión y me dijo claro que sí y que obviamente Tomás estaría más ocupado. 

Cuéntenme si les gustó este mi primer relato para contar el de la supervisión. Saludos!