Una tarde cualquiera en una calurosa Medellín salí del apartamento rumbo al gimnasio tipo 5 de la tarde, para ese entonces tenía 26 años y el ejercicio se me notaba, iba con una pantaloneta justa, camiseta y tenis, tenía toda la intención de trabajar bien ese día pero cuando llegué el gym estaba full y me dió pereza entrar. Decidí entonces irme a trotar por el estadio y me fui caminando entre barrios por los lados del velódromo y cruzar directo al estadio, en el camino me dieron ganas de mear y al llegar dónde queda el diamante de sóftbol vi que habían baños públicos entonces decidí entrar.
Justo a la entrada habían un par de policías requisando a todo el que pasaba y me detuve como pensando y dije: que pereza estos hps! Sin embargo, con las ganas de orinar pensé me someto a la requisa y ya, igual no llevo nada sólo las llaves y la billetera entonces es rápido. Cuando iba a entrar sorpresivamente me miraron de arriba a abajo y me dijeron pase, yo quedé como Ok, mejor para mí! Aunque la verdad no estaban para nada mal, una requisadita no habría estado de más jajaja. Pero nada de mostrar la maricada entré serio, mal encarado cómo me gusta cuando me toca, pero sin desconocer que ese par de tombos treintones tenían lo suyo.
En el baño habían dos manes en los orinales así que esperé mi turno, ellos salieron yo empecé a orinar y al momento entró uno de los tombos y se lavó las manos, yo terminé y me lavé las mías mientras él se estaba acomodando el uniforme, todo normal.
Cuando fui a salir el malparido me frenó en seco poniéndome la mano en el pecho y me dijo, es que a usted no lo requisamos y esto es para todos! Y yo le dije pero me dijeron pase y yo pasé! Estaba un poco nervioso la verdad. Entonces me dijo sí pero el patrullero me dijo: mi cabo tenemos las manos muy sucias para requisarlo y se ve todo limpiecito, por eso vine a lavármelas para poderlo requisar bien. Ahí entendí el malparido jueguito. Le dije Ok, hágale "cabo".
Le di la espalda contra la pared y me hizo la requisa normal hasta que bajo su mano por mi costado derecho y la deslizó hasta mi verga, aún yo con nervios le pregunté eso es necesario? A ver qué decía y me dijo cállese, ni se me había parado del susto. Me tomó y reviso la cintura y ya la cosa empezó a crecer, se agachó y a pesar de estar en pantaloneta subió sus manos lentamente por mis piernas mientras yo suspiré profundamente al tiempo que mi verga crecía, subió y las metió por debajo de la pantaloneta a mis huevas y a mi verga, yo ya estaba full parolo.
Descaradamente me dijo usted parece que viene armado y voy a tener que requisarlo mejor, me señaló el baño de discapacitados y me dijo no se preocupe que el patrullero no dejará entrar a nadie porque "no hay agua en este baño" cosa que era mentira. Yo ya todo arrecho le hice caso, esas manos eran fuego y sabían tocar muy bien, yo solo veía su paquete y su culo forradito con el uniforme, unos labios rosaditos que merecían unos besos y una verga para mamar.
El mk entró y cerró la puerta, se fue quitando el cinturón en qué portan el arma y lo puso en el piso, se quitó su chaleco antibalas y lo puso a un lado y yo ya me relajé, se puso su gorra de polocho hacia atrás y dije este man quiere besitos y mamar. Pues se desabrochó el uniforme, pantalones abajo y se quedó en boxer. Se le marcaba finamente su mero paquete y su culo en un blanco perfecto. Me dijo, devuélvame la requisa, se puso de espalda contra la pared, manos arriba y piernas separadas hasta donde su pantalón lo permitía, sin camisa y con los pantalones abajo, yo dije wao, yo bien webón que ni servicio militar presté no sabía que hacer jajaja, hice lo que pude ante esa oportunidad increíble, parecía que ese malparido lo tuviera planeado y yo fui su víctima casual.
Pierna al centro por si se iba a mover poderlo bloquear, le arrime el paquete contra el culo le cruce mis manos al pecho mientras le respiré y le besé el cuello y las orejas yo sólo veía como empuñaba las manos como queriendo arañar la pared, y esa piel se le puso de gallina, ya lo tenía sometido y no habían nervios. Le pase las manos por su costado e hice los mismos movimientos que el me hizo a mi, el estaba full lubricado, olía rico, le dí vuelta y le baje su boxer, ese man estaba calientísimo y yo ni hablar. Le dije quédese con las manos arriba, si las baja lo bloqueo de las huevas, lo besé, le lamí las tetillas y tenía una verga rosadita, grandecita, venosa y gruesita que invitaba a mamar como un ternero y así lo hice, le chupé esa verga hasta el fondo como si no hubiera un mañana, alternaba con las webas y en un momento me lubrique los dedos y le metí la mano en el culote que tenía, y me sale el hp que con que por ahí no! Yo sólo le dije no baje las manos yo soy el que esta requisando malparido! Decidió ceder porque lo estaba disfrutando la gonorrea.
Me paré y le dije usted tiene cara de ser muy machito, muy guapito como tombo pero también de ser una perrita cuando otro macho le pone una verga a disposición, a lo que le dió risa y me miró morbosamente diciéndome pues es que con esas piernas a quién no. Entonces le dije bueno entonces hágale que esos labios no se van a lubricar solitos, además de besos quieren verga y la mía no se va a venir si no la animan. Ese man me bajo la pantaloneta y el boxer y se pegó como un ternero, yo disfrutaba viendo su cara de placer y lo dejaba jugar con mi verga y mis huevas. El se masturbaba con una mano y con la otra me pellizcaba las tetillas, después de unos minutos de esa chimba de mamada me tenía a mil y me tocó decirle pará y nada el malparido siguió y me hizo venir en su boca, uff que chimba, se puso de pie y me besó pasándome parte de mi propia leche.
Yo no quería irme sin dejarlo así y le dije bueno ahora me toca a mí y me dijo ah y que creyó, que sólo está para que yo le dé placer, no papito, hágale! Y yo bien obediente me pegué de su linda verga otra vez, ese man no resistió ya estaba a punto y me explotó en la boca, le dí su parte de leche en la boca, nos besamos profundamente y después me dijo vamos, ya llegó el agua, yo me eche a reír y le dije: tan conveniente el malparido! Me dijo esa es la ventaja de estar al mando y ser la autoridad. Yo le dije, pues le metí el dedo en el culo a la autoridad y aquí estoy, vivito e invicto, le dió risa me dió un beso profundo y nos alistamos a salir.
Su compañero sólo me dijo, que tal la requisa y yo de perro le respondí es mejor a cuatro manos pero como a usted le tocó cuidar pues se lo perdió, eso le pasa por dejarse mandar, el cabo sólo se echó a reír.
Seguí mi camino al estadio pero terminé tomando pola porque con ese agite no me quedaron ganas de correr.
Quedé con su contacto y una vez me dijo que estaban juntos de guardia dentro del estadio en una de las entradas que les asignaban que si quería pasar y yo sin pereza fui pero esa es otra historia.
Espero les guste y se hagan unas pajitas así como yo me las hago con muchos de sus relatos.