Guía Cereza
Publicado hace 1 semana Categoría: Hetero: Infidelidad 508 Vistas
Compartir en:

Gracias por leer los capítulos 5 y 6.

Para mis nuevos lectores: sería mejor si leen en secuencia para entrar comprender los hechos que me pasaron.

El capítulo 5 aquí:

https://guiacereza.com/experiencias/post/72042/le-di-permiso-a-mi-esposa-5

El capítulo 6 aquí:

https://guiacereza.com/experiencias/post/72043/le-di-permiso-a-mi-esposa-6

Mi esposa siempre insistió e insiste que a ella no le gusta el sexo. Por como gozó con su amante encuentro eso muy difícil de creer. Esa noche durmió apaciblemente. Se despertó alegre y me preparó el mejor plato. Yo la observaba, parecía una mujer feliz, plena. Me dediqué al trabajo y ella a lo suyo.

Como dije al principio del capítulo 5, yo jamás pensé que mi esposa me sería infiel por lo que no estaba preparado para esta etapa de la vida. Para entender más todo lo que pasaba, me empecé a documentar sobre la infidelidad y luego sobre las relaciones liberales. Aprendí que la infidelidad no es lo mismo que ser liberal. De eso podemos discutir después, pero les diré que lo que leí no me ayudó mucho en decidir qué hacer.

Para continuar con mi vida tuve en consideración los siguientes factores: Primero, ¿Qué significa tener una esposa infiel? Lamentablemente eso significa que ella me ha estado traicionando, mintiendo sin tener en cuenta el daño que eso causa a su familia. Segundo: Yo amo a mi esposa y ella es un ser humano. Después de muchos años juntos es normal que una persona sienta atracción por otros que no son su pareja. Yo puedo contenerme, ella no. Tercero: las sensaciones que yo había vivido eran de una excitación increíble casi como describen en los relatos, pero también tenía celos terribles.

Ese día, cada vez que me acordaba de haberle dado permiso a mi esposa de tener otro hombre tenía una erección increíble. Y cuando me acordaba como ella inmediatamente dijo si y se fue con su amante me llenaba de celos también. Después de esto ¿qué soy?, me preguntaba. Soy un cornudo, y ella una putita (putiesposa). Definitivamente era una nueva etapa.

Una vez que te ponen los cuernos ya nunca te los puedes quitar. Esa etapa solo la podrán entender los que, como yo, disfrutan de tener una putiesposa. Sí, dije “disfrutan”, porque se abren un sinnúmero de posibilidades.

Llegó la noche, era invierno aquí en la ciudad. Decidí salir, mi esposa quiso ir conmigo. Cuando salió, wowwwwww. Estaba lindísima. Con unas botas blancas de taco aguja, un jean azul apretado de esos que tienen como boquetes en la pierna y un top estrecho. Ella se veía como una Diosa. Super hermosa, super sexy, pero sin mostrar casi nada de piel. Es decir, la mujer que cualquiera quisiera tener... como esposa.

Fuimos a un restaurante y allí nos pusimos a conversar. Ella estaba 100% sexualizada, se notaba que en cualquier momento podía ligar con cualquiera. Le pregunté que pensaba de todo esto.

-         Me siento bien estando contigo – me contesto.

-         ¿Y de tu amante? – esbozó una sonrisa pícara mientras a mí me empezaba una erección.

-         Te vas a molestar si te digo.

-         No me voy a molestar, total ya me pusiste los cuernos y eso no va a cambiar – disimulé mis celos, acomodé mi pantalón para soportar mi erección y ella sonrió de nuevo.

Suena “Careless Whisper” de George Michael inmediatamente ella puso los ojos a divagar y lanzó un suspiro profundo. Nuevamente su sonrisa pícara y se mordió los labios.

-         ¿Qué pasa? – pregunté.

-         Nada, es que esa canción que me hizo recordar … - nuevamente su cara pícara.

-         ¿Qué recordaste?

-         ¿No te molestas si te digo?

-         No.

-         Me hace recordar a Carlitos, mi amante.

-         ¡Cuéntame!

Como demoraban en servirnos, ella tomó un sorbo del vino, se acomodó, puso su sonrisa pícara. Esa situación que estoy describiendo y la canción que seguían sonando creaban un ambiente sexual. Ella tomó aire y empezó su relato.

A partir de acá la historia de mi esposa. **********************************************

Una noche, que fui a la casa de Carlitos, me esperó con una sonrisa y me sirvió un café. Me senté en su mesa y él puso música. Conversábamos cada vez más cerca y de pronto sonó esa canción que está sonando ahora (Careless Whisper) y él me besó y me apretó contra su pecho. Es muy alto y tiene brazos fuertes. Yo me sentía bien en sus brazos y me deje llevar. Me metió la lengua y Dios, cómo lo disfrutaba. Empecé a volar, las piernas me flaqueaban, ya era de él. Yo lo besaba y quería comérmelo… entonces él agarró mi mano y la puso en su pierna. Yo solita avancé y toqué su miembro, waaaauuuuuuu. Era inmenso y estaba duro como una piedra. Empecé a sobarlo y su miembro crecía y crecía. Me asusté un poco porque imaginé como me iba a entrar todo eso.

Para esos días yo ya había suspendido todo el sexo contigo, así que ardía de deseo y allí estaba Carlitos con una herramienta descomunal listo para atenderme. Me sentía la mujer más afortunada del mundo. Me subí sobre él y lo apreté contra mí mientras le mordía la boca hasta sangrarlo. A él le gustaba todo esto y me pedía:

-         Sigue nena, sigue, que ricoooooo!!!

-         ¿Te gusta que te muerda?

-         Siiii!!! eres una Diosa, esto es de otro nivel.

Yo seguía mordiendo a mi antojo. Entretanto el empezó a besarme el cuello, y me hizo gemir. Luego fue bajando, apretó mis tetas, me sacó el top y luego el sujetador. En ese momento mis tetas se sintieron libres, pero no por mucho tiempo porque Carlitos las agarró. Empezó a besar mi pecho y luego mis tetas. Se prendió del pezón derecho y empezó a lamerlo y mamarlo con desesperación. Parecía un niño, por eso le dije que a partir de ese momento él sería mi bebé. Mis pezones ya estaban durísimos apuntando al cielo. Mis tetas también se hincharon al máximo. Lamió todo y llegó a mi teta derecha. Repitió la succión y mis pezones se pusieron como piedra. Yo ardía por dentro y por fuera.

Mientras tanto yo me deleitaba estrujando su paquete encima de su pantalón. Ya se había puesto durísimo y una humedad aparecía cerca de su entrepierna en la zona donde estaría su glande. Pero Carlitos no me soltaba para nada, seguía lamiendo mi cuerpo. De mis tetas bajó a mi ombligo y me chupó todita. Me volteó y lamió mi cuello, mis hombros, y mi espalda. La canción de George Michael seguía. Todo era increíble. Empezó a sobar mi entrepierna delicadamente primero y aceleradamente después. Yo me derretía toda. Mis flujos empezaron a brotar. Me sacó el pantalón, luego mi tanga y dijo:

-         Wowwww, que hermoso cuerpo.

-         ¿Te gusta lo que ves?

-         Si, eres hermosa nena, me gusta todo de ti, tu rostro, tus tetas, tu cintura y ahora …

-         ¿Ahora qué?

-         Ahora voy a probarte.

Sin esperar nada, lamió mis glúteos y mis piernas. Me sentó frente a él, tomó mi pierna izquierda y empezó a lamerla, llegó hasta mi pie y chupo mis dedos. Era increíblemente maravilloso. Luego llegó a mi entrepierna y le metió tres lengüetadas a mi vagina.

-         Ahorita vengo por ti – dijo, como hablándole a mi vagina, mientras yo sonreía.

Siguió con mi pierna derecha y succionó mis dedos. No podía creer lo que me estaba pasando, solo gemía y me retorcía de placer. Luego se acercó a mi entrepierna y empezó la parte principal de la canción.

A mí no me gustaba el sexo oral. Ni que me hicieran cunnilingus y menos hacer una felación. Pero Carlitos era maravilloso. Apreté su cabeza contra mi entrepierna y él empezó a lamer. Supongo que su lengua debía ser tan larga como su miembro, pues entraba hasta los más profundo de mi vagina y me hacia gritar de placer. A pesar del volumen alto de la música, definitivamente alguien más estaría escuchando mis gritos. Siguió lamiendo mi vagina y luego lamió mi ano. Sentía su lengua explorar mis esfínteres y penetrar mi entrada trasera. Luego volvía a meter su lengua en mi vagina. Eso tampoco me gustaba, pero con Carlitos sí lo disfrute. Turnaba su lengua de mi ano a mi vagina con gran maestría, hasta que con un fuerte gemido anuncié mi venida y me corrí gritando. Quedé desfallecida sin conocimiento. Carlitos mordió mis glúteos y me dio una cachetada en mi trasero que me hizo despertar.

-         ¡Que delicioso! – exclamó Carlitos.

-         Uffff – gemí y volví en mí.

-         ¡Ahora me toca a mí! - dijo Carlitos levantándose.

Continuara ....

Por favor, dejen sus comentarios y likes que me motivan para seguir escribiendo mi experiencia.

Publica tu Experiencia

🍒 Pregunta Cereza

¡El sexting con robots está aquí! Noticias recientes destacan adolescentes están practicando sexting con chatbots de IA. ¿Te sentirías cómodo teniendo sexting con un chatbot?🤖


  • En mi caso yo quería vivir el ser cornudo consentido y saber si lo que dicen los relatos es verdad. Al fin que cornudo ya era y eso no iba a cambiar. Ese día, cuando la llamaba y no contestaba sabía que estaba en plena faena y saber que la estaba disfrutando otro me llenaba de celos pero a la vez estaba excitado. No me podía concentrar en el trabajo y solo esperaba que ella llegue. Creo que ella estaba perdidamente enamorada de su amante por lo que no regresó excitada mis brazos, por el contrario apenas entró a la casa tenía la misión de continuar con su aventura. Por eso terminó hiriéndome. Cada vez que recuerdo ese día me vuelven esos sentimientos. Ahora ella no tiene a ese amante, pero quiere volver a verlo solo para tomar sus servicios profesionales de belleza. Ella dice que no quiere nada con él, pero ya sabemos como es eso....
  • Hola Por favor continúa Ese momento que llamas tu esposa y sabes que está con su amante y no te contesta es intrigante y exitante, te late rápido el corazón y sientes algo en el cuerpo que no sabes que es. Solamente anhelas que llegue para que te cuente todo y que llegue llena de semen de su amante es delicioso 😋😋😋.

Nuestros Productos

Set Lyra

CEREZA LINGERIE $ 70,900