Guía Cereza
Publicado hace 1 día Categoría: Hetero: General 322 Vistas
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Llegamos al hotel Riu Cancun finalmente a eso de las 3 pm, despues de esperar hora y media en las largas filas de inmigracion en el aeropuerto. Presentamos toda la documentacion necesaria, mostramos los tiquetes de regreso, la reservacion del hotel por 7 dias, y nos dejaron pasar sin problema. Despues de haber escuchado en las noticias las terribles historias de colombianos a los que les negaban la entrada en Mexico, realmente contamos con suerte y no tuvimos inconveniente alguno.

-”Senor Camilo, habitacion 1202, ya esta lista, aca le devuelvo sus pasaportes, las dos tarjetas de acceso a la suite, y la nota con el password del wifi, los elevadores alla al fondo a la derecha y bienvenidos, disfruten su estadia”, nos dijo la amable muchacha de la recepcion con una sonrisa.

-”Gracias”, le respondi amablemente caminando hacia los ascensores.

-”que bueno que llegamos tio”, me dijo Natalia.

-”si corazon, ahora si a disfrutar estos 7 dias a pleno”, le respondi.

Yo me daba la oportunidad de respirar un segundo aire despues de una dolorosa separacion de mi ex. Habian pasado ya 6 meses y ese paseo a Cancun me daba mas animos que nunca. A mis 47 años, estaba lleno de vida y estos 7 dias de playa y descanso me llegaban de papayita para seguir adelante.

Para Natalia, la sobrina de mi ex, de 23 años, era un oportunidad de oro para tratar de restablecer la relacion con su querida tia. Y lo hacia viajando conmigo. Ella llevaba 1 año viviendo sola, independiente, lejos de casa. Las sospechas de que Natalia, llevaba una doble vida, entre semana una dedicada estudiante de comunicación social de una prestigiosa universidad de Cali, y en los fines de semana, una selecta y exclusiva hembra prepago, habian dañado su relacion de padres e hija. Su costosa ropa de marca, los desbordados lujos que se daba y las fotos de sus anormales paseos con amigos, hombres maduros mucho mas mayores que ella, levantaron obvias sospechas entre su padre y mi ex-cuñada. Finalmente ella no pudo explicarlo ni dar razones de peso para eso y salio mal de la casa.

-”Tio, me voy a cambiar y vamonos a la playa, listo?”, me pregunto ella bien animada.

-”Listo corazon”, le respondi quedandome de pie mirando por la ventana como las olas alla abajo llegaban a esa playa blanca de Cancun.

Natalia, me llamaba tio, de cariño, a pesar de que yo no era su tio de primer grado. Yo, era el ex-esposo de su tia Ana Maria, la misma con la que vivi 8 años de alegria hasta que ella me puso los cachos con un joven estudiante de la Universidad donde ella dictaba clases de economia.

Pense en que era tiempo de buscar a alguien para mi. Tanto en la parte emocional, como la parte de pareja. Me habia dado muy duro la separacion de mi ex, sabiendo que ella se estaba acostando con un joven estudiante de 25 o 27 años. Y claro, tambien la parte sexual me tenia bien animado. Yo llevaba mas de 6 meses sin saber lo que era montarse encima de una hembrita y disfrutar de un buen polvo en la cama.

-”Estoy lista, como me veo?”, pregunto Natalia saliendo del baño.

Me voltee. La mire de arriba a abajo en silencio. Tuve esa primera impresion de que la miraba y opinaba como un simple hombre separado, y no como su tio mas cercano.

De frente a mi, sus hermosos, robustos y ricos senos sobresalian bellos y jovenes, cubiertos con dificultad por ese bikini azul que ella tenia. Sus tetas eran divinas y dignas de la lengua de un hombre. Y abajo, esa diminuta tanga azul cubria escasamente su joven sexo.

Natalia se volteo y me dio la espalda. Y alli, abajo, sus dos bien formadas y atleticas piernas y esa hermosura de nalgas quedaban expuestas solo para mi. La fina tanga cubria ligera ese culazo de diosa, natural y esbelto. Como un durazno, su paradito trasero de joven caleña se veia de otro mundo, digno de una diosa colombiana.

-”Te vez como toda una mamasita.. creo que se van a imaginar que yo soy tu papa y que vine aca a Cancun a espantar admiradores”, le respondi dejando mi mirada estatica en ese trasero tan delicioso.

-”O de pronto apenas me vean salir contigo, van a pensar que somos pareja de fin de semana”, dijo Natalia.

Guarde silencio. Su comentario me parecio extraño e inapropiado.

Pasamos la tarde en la playa, al lado de unas buenas piñas coladas, y luego esa noche cenamos en uno de los 5 restaurantes tematicos del hotel, para luego ir a presenciar una presentacion de bailes tradicionales mejicanos. Yo distraido viendo como las turistas europeas se destacaban por sus belleza. Recorfortante ver como esas mujeres nordicas y escandinavas, rubias de ojos verdes en su mayoria, lucian unos rostros angelicales. Y Natalia, a mi lado, luciendo un ajustadito pantalon abierto en su media pierna y moldeando esas nalgas naturales, claro llamando poderosamente la atencion del grupo masculino de turistas, propios y extraños.

Esa noche, a pesar del cansancio del viaje, ambos escuchamos los gemidos y quejidos que salian de la habitacion de al lado nuestro, la 1201 y que daba contra la esquina del piso 12 del hotel. Señal inequivoca que una pareja daba rienda suelta a saciar de pleno sus deseos sexuales. Y sin temor a ser escuchados lo expresaban a voz en cuello.

Al otro dia, me levante de mi cama y vi a Natalia viendo su celular en la otra cama ubicada al lado de la mia. Estabamos en una suite con dos comodas camas tipo Queen, un amplio baño con jacuzzi y un pequeño balcon que daba a la playa.

-”Buenos dias tio”, me saludo ella

-”Buenos dias corazon”, le respondi a su saludo.

-”La parejita de al lado hicieron de todo anoche… no se sabia cual lo estaba disfrutando mas… los escuchaste?”

-”Si, ese pobre hombre no hizo sino gemir que daba gusto”, le dije

Dos horas despues ya arreglados saliamos a tomar el desayuno, y justo en ese instante que saliamos de nuestra suite, se abria tambien la puerta de la 1201.

-”Buenos dias”, nos saludo un hombre de mas o menos mi edad, entre 45 y 50 años.

-”Buenos dias”, nos dijo una bella joven, con rostro dulce y caminando hacia el ascensor. Tendria la edad de Natalia y lucia un esbelto trasero tipico de mujer colombiana.

Entramos los cuatro al ascensor en silencio. Viendola a ella me parecia increible que, tan bonita, tan joven y con esas nalgas tan ricas, anoche, ese hombre maduro se la habia culeado de lo lindo.

Ese segundo dia en el hotel, ya en la playa, ambos sentados bajo la sombra de la carpita para protegernos del sol, Natalia y yo empezamos a especular acerca de la pareja del 1201. Mientras ambos coincidiamos en que eran una pareja dispareja, la diferencia de edades y los sonidos sexuales que emitieron anoche, nos daba la indicacion que pasaban su rato de escape, muy seguramente con dinero de por medio.

Mientras Natalia lucia ese dia su sexy bikini negro, ella mostraba para mis ojos su esbelto cuerpo, y yo la miraba con dudas e inseguridades, uno por ser su tio lejano, y dos, por ser un hombre que soñaba con montarse y culearse a una hembra como ella.

Nuevamente me empezo a gustar y a excitar como los otros hombres la miraban con detalle mientras ella caminaba por la playa, y en especial, en esa noche de espectaculo musical de tango y milongas argentino, donde mas de un extraño me envidiaba por imaginarse, de forma equivocada, que el cuerpo de Natalia era solo para mi. Ella lucia majestuoso un ajustado blanco vestido ceñido a su cuerpo, destacando sus tetas, su cadera y esas nalgas de diosa.

Esa noche en medio de la presentacion, la pareja de la 1201 nos reconocieron y se sentaron a nuestro lado.

-”Hola buenas noches… les molesta si compartimos mesa… creo que son colombianos, verdad?”, nos pregunto el hombre.

-”Si claro, no hay problema”, les respondimos.

Dos horas despues, esa pareja dispareja, era un comerciante de Pereira de 48 años y la sobrina de su esposa, de 25 añitos. Claro, tanto Natalia como yo, no pudimos ocultar la sorpresa, pero las cervezas y el licor fino nos acompañaron mientras nos presentabamos. Y claro, le empeze a echar el ojo a Manuela, esa belleza de hembrita pereirana que lo acompañaba. Igual, el hombre descarado se quedo mirandole fijamente el culo a Natalia cuando ella se paro al baño.

Pasadas las doce de la noche, Natalia y yo nos paramos de la mesa y nos despedimos. Raul, el comerciante pereirano, esa noche de nuevo puso sus ojos y su mirada fija en el culo de Natalia, ya mas descarado, sin contemplacion, mostrando su desfachatado interes sexual por Natalia, aun mas sabiendo que el man este se estaba gozando a la sobrina de su esposa.

Esa noche de nuevo, los gemidos fueron mas intensos y para ninguno de los cuatro era imposible ocultar la plena satisfaccion sexual que expresaban a voz en cuello Raul y Manuela en su suite de amantes.

Que ironia. En la suite 1202, Natalia y yo, el ex-esposo de su tia pasaban la noche de vacaciones tranquilos. Y en la 1201, un comerciante pereirano de 48 años culeandose a la sobrina de su esposa, 23 años menor que el.

El tercer dia fuimos de paseo al parque tematico Xcaret, y por esas extrañias coincidencias de la vida, alli nos encontramos de nuevo con Raul y Manuela en la minivan del operador del tour que nos recogia. Manuela estaba hecha toda una diosa. Lucia un ajustado pantalon de lycra blanco y se notaba como una ligera tanga cubria su sexo, y alli ese culazo tan rico de esa hembrita pereirana. Me parecia increible que la verga de ese afortunado comerciante de 48 años era la que abria sus nalgas y se hundia en su joven sexo. Manuela tenia senos pequeños, pero ese culo tan rico sobresalia a los ojos de cualquier hombre. Y Natalia, a mi lado, no se quedaba atrás. Arriba, una escotada y fresca blusa dejaba entrever esas tetas tan hermosas, y abajo, su comodo pantalon playero, dejaba ver sus piernas y marcaba hermosos sus paraditos gluteos. Dificil elegir cual de ellas tenia el mejor trasero, pero el de mi sobrina lejana llamaba poderosamente la atencion de los hombres en el resort, y en especial, Raul, quien en silencio la observaba. Estuvimos los cuatro conociendo el Ecoparque y disfrutando de sus instalaciones, y de paso, compartiendo intimidades que eran ya bien conocidas.

Justo a la hora del almuerzo, Raul, sentado a mi lado me comento:

-”Que pena hacerles ruido a ustedes estas noches”, me dijo el mientras Manuela y Natalia se daban una vuelta buscando unas piñas coladas.

-”cual ruido?”, le respondi como haciendome el pendejo que no sabia ni escuchaba nada.

-”.. ay hermano usted sabe.. uno a esta edad y con la compañía de Manuela, quien no se va a antojar… llevamos ya cinco noches aca.. y llevo cinco noches culeandome a Manuela parejo… Dios, se siente uno como nuevo cuando la pongo en cuatro, le machaco esa cuquita bien duro, y me le derramo alla adentro…”, comento Raul.

No dije nada, guarde silencio. Mi sorpresa ya no era sorpresa.

-”Y me imagino usted Camilo debe pasar de lo lindo con esa diosa que es Natalia… con debido respeto por ustedes, pero debe ser una delicia una noche encima de la sobrina de su ex… con ese cuerpazo… y esa cola…. uff”, dijo el.

-”No, Raul, solo viajamos en plan de descanso, solo eso, plan de playa familiar”, le respondi molesto por su ofensivo comentario.

Igual, me torturaba en silencio su sabio comentario real y crudo. Me parecia injusto que Manuela, bella, joven y con un buen culo, llevara ya cinco noches con Raul encima de ella, machacandole ese jugoso sexo que se escondia entre sus piernas. Me parecia injusto que la obvia atraccion sexual hacia Natalia no se podia ocultar tampoco.

-“Fresco Camilo, eso lo respeto, y le pido mil disculpas si mi comentario fue muy pesado y ofensivo… solo eso si digame hermano, no mas, si se quiere culear a Manuela… por ahi lo he visto a usted echandole el ojo a esas nalgas tan ricas de Manu… solo digame si la quiere por una horita, para que le de por la cuquita y luego un ratico metiendole la pija por entre ese culo tan lindo de ella…”

Pase saliva, a gritos queria aceptar sin condiciones esa perversa invitacion pero no podia.

-”Gracias Raul, no hay problema, no para nada, no me quiero meterme en sus cosas personales, eso dejemolo asi”, le dije.

El tercer dia termino incomodo para mi. Ver a Manuela y a Natalia juntas, como amigas, charlando, sabiendo que en silencio cada una de ellas tenia secretos guardados sin compartir.

Esa noche de nuevo, sin problema, me torture al escuchar los gemidos apasionados de ellos dos en su suite, sabiendo que a Manuela, la verga de Raul le estaba dando de nuevo un castigo divino. Me la imaginaba en cuatro, desnuda, con su vulva expuesta solo para la verga de ese afortunado comerciante pereirano.

Al dia siguiente, en el cuarto dia de nuestra estadia, Natalia madrugo al gym del hotel a trotar en la banda caminadora, y justo antes de salir me desperto:

-”Camilo, ya vengo, voy a gym.. me esperas para bajar a desayunar”, dijo ella.

Natalia lucia una ajustada pantaloneta de lycra azul de ciclista. Ese culazo tan divino, tan hermoso, se lucia majestuoso. Sus dos paradas nalgas parecian de ensueño y ella de medio lado, mostraba como ese espectacular y bien trabajado trasero de gimnasio sobresalia para los mas perversos comentarios. Sus piernas, torneadas y deportivas, revelaban su dedicacion al ejercicio diario. Y arriba, una blusa deportiva destacaba esas bellas tetas sobresaliendo de su cuerpo.

Las dos exquisitas y sensuales nalgas de Natalia se lucian a la perfeccion y ese redondito y bien moldeado trasero sobresalia de su juvenil cuerpo.

-”Si, amor, no te demores y vamos a desayunar”, le respondi extrañandome que me llamo por mi nombre.

Natalia me sonrio y se acerco a mi a darme un beso en la mejilla, mientras yo seguia acostado en la cama aun medio dormido.

-”Soñaste con Manuela o conmigo anoche?”, me susurro Natalia a mis oidos.

Guarde silencio de nuevo. No sabia que decir. Ser su tio lejano me obligaba a guardar silencio ante semejante pregunta. El atrevimiento de ella por su pregunta directa era obvio.

Pero la parte masculina de mi salio a relucir a pleno. Despues de cuatro dias, ya no podia mas ocultarlo y deje que ese hombre sexual, el mismo que llevaba ya 6 meses sin saber lo que era un buen orgasmo, hablara.

-”Solo contigo corazon, imposible no antojarse al verte ese cuerpazo de diosa… y viendote esas nalgas tan divinas, no dudo en decirte que no lo puedo callar”, comente.

Natalia se rio, se volteo y no dijo nada saliendo muy lentamente de la suite.

Ella sabia que mis ojos en ese momento estaban ocupados mirandole esa cola de ensueño.

Ese dia ella lucio mas coqueta conmigo y se empezo a mostrar mas en la playa luciendo su bikini amarillo. Yo en silencio, torturandome, la miraba.

Esa cuarta noche, Natalia recibio una llamada de Whatsapp y me dijo que se iba a quedar en la suite. Yo no sabia quien era, ni era de mi incumbencia. Aprovechando la soledad me baje al lobby del hotel a mirar las otras turistas a ver a que levantaba. Perdido en el amazonas, subi a dormirme tipo 12 de la noche. Natalia, acostada en su cama, ya dormia, asi que no prendi la luz para no molestarla.

-”Como te fue Cami.. conociste a alguien?”, me dijo ella levantandose de la cama en la oscuridad.

-”No perdidas mi Nati… todas las europeas y las monitas ya bien acompañadas”, le respondi

-”Bueno ya pronto tendras tu dia Camilo”, me dijo ella prendiendo la luz de su mesa de noche.

-”si claro Nati”, le dije cariñosamente volteandome hacia ella.

Pase saliva. Se me hizo un nudo en la garganta.

Natalia estaba de pie. Arriba, sobre sus pechos, una delicada blusa semitransparente dejaba visibles sus esplendorosas tetas. Eran claramente visibles sus senos y su paraditos pezones. Y abajo, esa pijama de locos dejaba ver una delicada tanga semitransparente. Su carnoso sexo y esa vulva oculta entre sus piernas eran ligeramente visibles.

Pase de nuevo saliva y algo en mi me decia que debia lanzarme encima de ella y despojarla de su delicada, sexy y provocativa pijama o babydoll como le dicen. Algo en mi, me decia que no debia hacerlo.

Yo era su tio lejano y ella la sobrina de mi ex. Eso era muy claro.

Pase saliva y le di las buenas noches a ella, acostandome en la cama de al lado. Ella volvio a su cama como incompleta, como si algo que ella esperaba, no hubiese pasado y no ocurrio.

Esa noche, en la suite de al lado, Raul y Manuela culearon de lo lindo y yo torturandome por lo que acababa de presenciar, Natalia luciendo solo para mi, un sexy, atrevido, sugestivo y delicado babydoll.

El dia quinto empezo esplendoroso y avecinaba un calor infernal, con un sol que brillaba. Yo aun con las imagenes de la noche anterior y Natalia, cariñosa conmigo, como de costumbre.

Desayunamos, plan de playa en la mañana, luego almorzamos, de regreso a la playa y Natalia luciendo orgullosa su bikini conmigo y los demas turistas masculinos que la miraban a sus anchas sabiendo que ella tenia un muy buen cuerpo.

Esa quinta noche, estabamos viendo el show musical de Rock americano de los 70-80s y note con molestia como en la mesa de justo al lado, tres hombres maduros europeos hablaban y miraban a Natalia. Y yo no los culpaba. Ella lucia una esplendorosa, sexy y atrevida minifalda, y sus atleticas piernas y su esbelta y parada cola se destacaban majestuosas. Arriba, cubriendo su torso, una escotada blusa dejaba entrever esas robustas tetas, dignas para la lengua de un hombre. Cada vez que ella se ponia de pie, los tres europeos descarados se quedaban mirandole las piernas y el culo a mi sobrina, y de inmediato hacian comentarios de ella en su propia idioma, que yo no entendia, pero era obvio que las nalgas, las piernas y las tetas de Natalia eran el motivo de su conversacion.

Siendo casi las 10 de la noche, Natalia incomoda por la situacion me susurro algo a mi oido

-”Nos vamos para la suite ya?… pero mi Cami quiero que me hagas un favor…”, dijo ella

-”Dime corazon”, le respondi

-”Cuando yo me ponga de pie, quiero que me pongas tu mano en mis nalgas y me acaricies la cola… quiero mostrarle al par de imbeciles esos de la mesa del lado que me estan mirando horrible, quien es el dueño de mi cuerpo esta noche…”, dijo ella

Pase saliva. Se me hizo de nuevo un nudo en la garganta. Yo no sabia que decir. Natalia no podia ser mas directa hacia mi. Su femenina frustacion por lo que no paso la noche anterior con su babydoll, ahora tomaba un camino mas directo y lanzado. Y ella no me dio tiempo de reaccionar a esa atrevida y lanzada peticion.

Natalia se puso de pie de inmediato. Asi mismo, lo hice yo. Tuve dudas, pero la parte sexual tuvo prioridad por encima de la parte familiar. Sin duda, abraze a Natalia por la cadera y deje que mi mano derecha se escurriera sobre su trasero, tal y como ella me lo habia pedido.

No se cuanto tiempo paso ni que tan lejos estabamos de la suite, ni mucho menos me importo quien nos miraba. Mi mano derecha no se despego ni un segundo del culo de Natalia, y me sacie a pleno manoseandole esas paradas nalgas de diosa, hasta que llegamos al ascensor del lobby y finalmente la solte para presionar el boton de subida. Me parecia increible que llevaba 6 meses sin acariciar unas femeninas nalgas y en ese momento el sexy trasero de ella me satisfacia a pleno ese deseo que habia esperado.

Entramos solos los dos al ascensor y tan pronto la puerta se cerro y presione el boton del piso 12, Natalia se acerco hacia mi y los dos nos fundimos en un incomodo, sorpresivo y apasionado beso, en el que ella se entregaba a mi de lleno mientras que ahora mis dos manos le manoseaban su cola y sus tetas.

Durante esos 20 o 30 segundos de soledad en el ascensor, solte las riendas de mi sexualidad masculina reprimida y con mis manos recorri el esbelto cuerpo de Natalia hasta saciearme. Tan pronto salimos del ascensor caminamos por el pasillo del piso 12 tomados de la mano como una pareja normal, entramos a la suite, cerre la puerta e hice mi deseo realidad, al dejar salir esa pregunta tonta que habia esperado escuchar Natalia en los pasadas 5 noches:

-”Sera que me dejas el honor de quitarte esa minifalda y esa blusita?

Natalia se rio y se acerco a mi dejandome saber que esas 5 noches de paciente espera habian llegado a su final:

-”Puedes hacerme lo que quieras Camilo… solo disfrutalo”, dijo ella dandome un beso mientras que mis manos torpemente empezaban a luchar contra los pequeños botones de su blusa y la ajustadita y sexy minifalda.

30 segundos despues la tenia ya desnuda, sin pena ni gloria, con su minifalda, su blusa y su ropa interior tiradas en el piso, y ella acostada boca arriba sobre la cama, con sus piernas completamente abiertas, enseñandome esos tesoros ocultos de su cuerpo.

-”Ven Camilo…”, dijo ella sonriendo y dejando que su mano acariciara su dulce y gruesa vulva, y me mostraba esos hermosos labios vaginales.

Me desnude en menos de 10 segundos y sin perder un segundo puse mi cabeza entre sus torneadas piernas y empeze a disfrutar del sabor de su tierna vagina, al mismo tiempo que mi lengua le lamia su gigante y jugoso clitoris, mientras uno de mis dedos se introducia en su sexo y le masajeaban su tesoro.

Estuve ahi en esa posicion saciandome a pleno por cerca de 7 o 10 minutos, hasta que Natalia, ya encendida y excitada me interrumpio:

-”Penetrame ya Cami…”

Desbordado por la excitación me monte encima de ella y Natalia abrio sus piernas a pleno, tomando mi verga erecta con su mano y colocandola en frente de su vagina.

-”Espera, dejame busco los condones corazon”, le agregue.

-”No te preocupes Camilo.. uso pastillas… y quiero que sea especial esa noche… si quieres te puedes venir adentro mio esta noche”, me dijo ella

Luego, esos 10 intensos segundos de dudas y preguntas terminaron para mi en ese instance.

No cerre los ojos y mire a Natalia fijo a los ojos de ella. Deje que mi cuerpo y la fuerza de gravedad hicieran el resto. Senti perfecto como los 16 centimetros de mi verga se hundian lenta y firmemente en lo profundo del sexo de Natalia. Finalmente, ella gimio de placer al sentir como la totalidad de mi verga se encondia entera dentro de su tesoro.

Y luego empeze a sacudirle mi verga, firme, lento, placentero, mientras que ambos empezabamos a dejar expresar lo intenso del momento y nos entregabamos de lleno a disfrutar de ese instante de satisfaccion sexual.

No se cuanto tiempo paso, perdi el conteo y la razon. Encima de Natalia, sin condon y luego de 6 meses de sequia, desnudo, en un hotel de Cancun, sin planearlo ni quererlo, a mis 47 años, me estaba culeando a una hembrita de 23 añitos y mi verga se mecia sin control en lo profundo de su estrecha y dulce vagina.

Finalmente llego mi momento. Y paradojicamente el de ella. Fue mutuo y bello. Los dos a pleno gemiamos de placer sin importarnos el ruido que salia de la suite 1202 donde estabamos alojados. Aguante hasta donde pude. Tuve en mente parar y sacarle mi verga, y no recordar lo sucedido, pero la excitación masculina y la pasion mutua ganaron su batalla.

-”Nati.. Nati… no aguanto… no aguanto”, gemi a sus oidos mientras que ella llegaba a su juvenil y femenino orgamo gimiendo y gritando.

-”No pares.. no pares Cami…”, grito ella gimiendo a pleno grito.

Cumpli, y segui machancandole mi verga duro y parejo, durante esos 30 intensos segundos que mi sobrina gritaba a pleno su delicioso orgasmo llegando a ese majestuoso climax sexual femenino.

Pero sucumbi a su gemido. Mi tiempo tambien habia llegado.

-”Perdoneme Arturo”, pense en voz baja disculpandome estupidamente con el esposo de mi ex-cuñada, padre de Natalia, por lo que estaba pasando a su hija.

-”Perdoneme Marina”, volvi a pensar en voz baja nuevamente, ahora con su madre, hermana de mi ex, disculpandome tontamente por lo que estaba a punto de ocurrir en lo profundo de la estrecha y deliciosa vagina de Natalia, su hija.

-”Dioooosssss Natiiiii…”, grite empujandole mi verga aun mas adentro de la estrecha vagina de ella.

Colapse. Senti el cielo. Explote, literalmente explote.

Mi verga, sin condon, revento sin compasion alla enterrada en las oscuras y estrechitas paredes del sexo de Natalia, y durante esos deliciosos 60 segundos senti perfecto como de mi erecto pene chorros de semen hirviente brotaban sin piedad y vomitaban mi leche madura en lo profundo del sexo de ella.

Luego esos 2 minutos de silencio, mientras las lentas contracciones abdominales de mi orgasmo masculino aun me sacudian, y de seguro mi verga aun eyaculaba semen, nuestros sudorosos cuerpos, yo encima de ella, en perfecta posicion misionero, se fundian en un abrazo complice.

Luego pasaron uno o dos minutos adicionales, nuestros cuerpos fundidos en un amoroso y sexual abrazo de amantes, quietos, inamovibles, mientras nos besabamos y cada uno disfrutaba a su manera de esos momentos post-orgasmicos.

-”Que deli.. me siento super mojada”, dijo Natalia a mis oidos, mientras yo me levantaba un poco y le chupaba las tetas y sus duros pezones, libres solo para mi lengua.

-”No te imaginas la derramada que me acabo de dar… con ese cuerpo tuyo y esas ganas que te tengo”, comente.

Nati me sonrio y me dijo:

-”Levantate”

Asi hice y baje mis ojos para ver como mi verga erecta salia brillante, y un hilo de espeso semen amarilloso colgaba de mi pene.

Natalia, sabiendo que era lo que yo queria, se volteo y se puso en cuatro, al estilo perrito.

Divina. Era la posicion ideal para culearse a Natalia, pa’ comersela. Que espectaculo!!

La vulva hinchada de Natalia se mostraba mas jugosa. De la parte de abajo brotaba un poco de mi semen despues de haberme dado esa primera derramada adentro de ella. Los labios vaginales, lucian rojizos e hinchados despues de haberla machacado en posision misionero. Y arriba, ese hoyo del culo de Natalia, hermoso y coqueto. Ese asterisco de las pasiones masculinas se mostraba apetitoso. Y cubriendolo, esas desnudas, sexys y hermosas nalgas de ella, solo para mis ojos y mi verga. El culo de Natalia se veia mas suculento, mas delicioso asi desnudo, mostrandome sus tesoros ocultos.

20 minutos mas tarde, lo grite a pleno de nuevo. Machandole sin piedad sus esbeltas nalgas, mi verga se movia libre dentro de su sexo y grite mi tercer orgamo sin contemplacion, dejando que una nueva carga de mi maduro semen brotara y llenara su joven vagina a saciar. Llevaba 20 minutos comiendome a Natalia en la posicion que mas se merecia. Me la culee en la posicion que yo mas deseaba y ella me complacio a sus anchas.

Mientras terminaba de eyacular y aun sentia mis guevas y mi verga vomitandole leche alla en lo profundo de su vagina, mi abdomen aun se sacudia y mi orgasmo masculino llegaba a su final. Ella gemia al sentir mi verga moviendose en lo profundo de su sexo y disfrutaba tambien de su tercer orgasmo. Deje que mis brazos se escurrieran por su espalda y su torso, y empeze a acariciarle generosamente esas tetas que le colgaban de su pecho, y lanze esa pregunta atrevida que esperaba una respuesta sin afan.

-”Te han dado por el culo?”

-”Si”, respondio escuetamente ella.

-”Uyyy, no me digas... que hombre tan afortunado.. con esas nalgas tuyas, es el sueño de cualquier hombre que sepa apreciar la belleza de un trasero de reina perfecto”, comente mientras lentamente le saque mi verga de su tesoro y me acoste al lado de ella boca arriba.

-”Ven”, le dije a Natalia invitandola a que se sentara sobre mi abdomen, yo aun con mi verga erecta y firme.

Ella accedio y coloco su cuerpo sobre el mio tomando mi verga con su mano y ubicandola sobre la entrada de su vulva, para asi sentarse sobre de mi abdomen y empezar a cabalgarse mi verga lentamente, yo acostado boca arriba, cuando completabamos mas de una hora en la cama teniendo sexo, y en frente mio las tetas de Natalia danzaban y mi lengua se saciaba cuando ella recostaba su torso desnudo sobre mi cara.

Luego 15 minutos de ensueño, ella encima mio moviendo su cuerpo y yo rozando el cielo al sentir como mi verga se hundia una y otra vez en su estrecho tesoro.

-”Eres prepago?”, le pregunte.

-”Sera nuestro secreto Camilo”, respondio ella bajando su torso y dandome un lento y apasionado beso, para luego levantarse de mi abdomen sacando mi verga con cuidado de su sexo untado a saciar de mi madura leche.

Camila se bajo de la cama y camino hacia su closet, sacando una bolsita blanca de el. Verla caminando desnuda y con esas paraditas nalgas de diosa, me parecia increible que ya cuatro bombazos de mi semen llenaban su joven sexo, y mucho mas que me la habia culeado en posicion perrito.

-”Prometame Camilo que ni por el putas les vas a contar a alguien esto.. ni a mis padres, ni a nadie”, me dijo ella.

-”Prometido corazon mio”, le respondi de inmediato, yo aun acostado boca arriba en la cama.

Camila se acerco a mi y me dio un beso en la boca tocandome la verga con su mano.

-”Pontelo y se cuidadoso”, dijo ella pasandome la bolsita.

La abri, quitandole el nudito que tenia. Adentro, un condon nuevo y un frasco azul con letreros en ingles…. ‘Anal Lube’.

30 minutos mas tarde, gemi y grite a pleno, mientras mi madura verga, cubierta ahora con un condon, le machacaba el ano a Natalia, y yo a mi manera disfrutaba de una de las mejores experiencias de sexo anal con una hembra. Acomodada en cuatro, dejando su culo a la altura de mi abdomen, Natalia estaba en el jacuzzi de la suite, lleno de agua caliente, mientras que yo encima de ella, le machacaba mi verga atrapada entre sus nalgas de diosa y ella gemia a pleno al sentir el erecto pene de un hombre moverse libre dentro de su sensacional culo de mujer prepago, y yo de nuevo, llegaba al orgasmo a sentir como mi verga reventaba alla atrapada, ahora en lo profundo del delicioso trasero de mi silenciosa, atractiva, joven y oscura amante.

Llevaba mucho tiempo sin hacerle el sexo anal a una hembra, ya que a mi ex no le gustaba mucho. Y ahora, ahi en ese jacuzzi, en Cancun, tenia a mis anchas un espectacular culo, solo para mi verga.

Al otro dia, Natalia y yo nos levantamos de nuestra cama tipo 11 am, cansados, aun desnudos y sexualmente satisfechos despues de pasar esa noche loca, para chequear nuestros celulares. Una nota de voz de WhatsApp llega a mi celular proveniente de Raul, el comerciante pereirano que habiamos conocido:

-”Camilo, escucharlos anoche me torturo… lo envidie a pleno.. cuente detalles… me imagino esa eyaculada suya alla en esa chochita de su sobrina… le dio a ella por el culo?.. llameme hoy, y cuando quiera comerse a Manuela me avisa, ella a sus ordenes.. cuadremos algo los cuatro, nosotros viajamos de madrugada a Colombia hoy, saludos a Natalia y que espero culearmela muy pronto”, se dejo escuchar.

-”Ni por plata me acostaria con ese tipo.. que asco”, dijo ella al escuchar el mensaje de voz

Justo un dia despues de esa salvaje noche de ensueño, en donde Natalia me entrego su cuerpo desnudo para satisfacer a pleno mis inseguridades, mi celular suena dejandome saber que Marina, mi ex, tia de Natalia, me llama por WhatsApp.

Esa sexta noche es la ultima en el resort y nuestras vacaciones llegan a su final, y tanto Natalia como yo las disfrutamos a pleno, de la forma que mas queremos.

-”Tu mama me esta llamando Nati”, le dije

-”No le contestes… deja que suena.. le dices que estabamos en el show musical o tomandonos unos tragos en el bar.. o algo asi”, me susurro ella al oido.

Veo la hora y leo las 10:15 pm en mi celular

-”aun tenemos tiempo Camilo y la noche es larga”, dijo ella.

Sonrei y de inmediato empeze a mover de nuevo mi abdomen, dejando que mi verga, se sacudiera libre en lo profundo de la vagina de Natalia.

Estamos desnudos, ella boca abajo sobre la cama y yo justo encima de ella, las maletas casi listas y los pasabordos del vuelo de Avianca de regreso a Colombia al dia siguiene ya en mi correo electronico despues de haber echo check-in.

Vuelvo a sacudirme sobre su sensual cuerpo y siento esa exquisita sensacion de placer al volverme a culear a Natalia esa noche, antes de emprender de regreso el viaje a la nueva normalidad, a esa que espero tanto tiempo.

10 minutos mas tarde siento el cielo y vuelvo a dejar que mi verga erecta, sin condon, reviente a pleno alla enterrada en lo profundo de la estrecha y dulce vagina de Natalia, al mismo tiempo que ella gime y se queja de intenso placer mientras llega a su femenino orgasmo, aferrando sus manos sobre las sabanas al sentir esa rica sensacion de un hombre maduro llenando de leche su delicioso tesoro.

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