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Estar rodeada de muchos hombres y ser la única mujer me hace sentir super frágil y vulnerable sabiendo que no tengo escapatoria, me vuelvo loca en el momento del coito, siento una sensación de electricidad como recorre mis huesos puedo sentir esos chorros de dopamina inyectando en mi cabeza una y otra vez hasta sentir una especie de vértigo, me gusta ver sus caras de felicidad sabiendo que me tienen a su disposición.
Pueden tocarme han llegado al cielo y lo sé, el mayor morbo y deseo del hombre poder tener sexo con una chica guapa y de buen físico sin pedir nada a cambio, me siento Cleopatra y tengo las llaves de este paraíso, a la que las mujeres le corren y los hombres están locos por entrar.
Quizá sea la educación? no lo sé, en mi juventud me gustaba ver pornografia y era fanática de actrices porno,
a menudo pasaba por donde se paraban las prostitutas para observar su vestimenta y su comportamiento, quizá traiga un problema en la mente como dicen muchos y no lo sé todavía.