Guía Cereza
Publicado hace 4 días Categoría: Transexuales 340 Vistas
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Yo empecé a vestirme de chica desde muy niño. Usaba los vestidos de baño de mis hermanas y en la adolescencia, les robaba sus tangas para usarlas todo el día. A una de mis hermanas le robé un juego de lencería que utilizaba para ir a la universidad y cuando estaba solo usaba su ropa. Pues así aún hoy me sigo vistiendo en la intimidad y a solas, porque me encanta.

Hace algunos años me animé a salir vestida a la calle, claro que lo hacía pasada la medianoche y caminaba por las calles cercanas a mi casa muy alerta de que nadie me viera. Una noche salí en el carro a pasear, también de noche. Di vueltas por la ciudad y regresé a la casa. Otra noche me aventuré a bajarme del carro y caminar por una zona diferente, un poco más transitada que mi barrio pero siempre lejos de la gente.

La tercera vez que salí en el carro me pillo un retén de la policía. Casi me muero de los nervios pero me detuve, presenté mis documentos en regla y seguí. La buena fortuna hizo que el agente no me pidiera bajar del carro. Aunque estaba maquillada y claramente se notaba que iba con ropa femenina, el policía no me pidió bajar porque hubiera sido lo peor para mi pues había otros carros y más personas.

Con la adrenalina a mil, después de esta situación, me decidí a buscar otro lugar más concurrido para caminar. Llegué a un lugar donde había varios carros, algunas personas por ahí caminando y conversando. Me bajé y empecé a caminar sin mirar a los lados. Me regresé hasta el carro y todo estuvo bien, así que lo volvía a hacer. Cuando me di la vuelta para regresar, había un hombre detrás de mi. Mi primera reacción fue de susto, creyendo que me iba a robar, pero luego me di cuenta que iba medio borracho. Era joven, de unos 28 a 30 años. No iba mal vestido ni tenía apariencia fea. Solo se notaba que venía ebrio.

-Uy mi amor, ¿para dónde va tan solita?

Yo no respondí nada y seguí caminando. El hombre se vino al lado mío.

-¿Por qué tan seria? Venga mi amor, no se vaya.

Yo seguía sin responder.

-¿Cuánto me cobra por una mamada? La tengo grande.

No se si el tipo pensó que yo era una travesti prostituyéndome o solo lo dijo a ver qué pasaba, el caso es que seguí sin decir nada. Ni siquiera lo miraba. Ya veía mi carro a lo lejos pero sin embargo estaba súper nerviosa y me di cuenta que muy excitada también. Baje la velocidad y decidí dejar que el tipo me dijera cosas.

-Allí detrás de esos árboles me lo puede mamar, le doy 10mil. ¿Vamos?

Noté como mi verga temblaba entre mis piernas y crecía rápidamente pero seguí sin decir nada. Ya estaba muy cerca del carro y me dispuse a sacar las llaves para abrir.

-No me vaya a hacer nada -dijo el tipo pensando que iba a sacarle algún tipo de arma -. Solo quiero una mamadita.

-No, amigo, yo no hago eso.

-20mil por una mamada, allí detrás de esos árboles.

-No, señor, no hago eso, déjeme en paz.

-Con esa actitud no va a conseguir clientes.

Me quedó claro que pensaba que yo era una prostituta. Me puse a mil. Ya me había detenido y hablaba con el hombre. Por supuesto no se lo iba a mamar a un desconocido pero ganas no me faltaban. Si tan solo tuviera un condón, lo haría sin dudarlo. Tenía un temblor nervioso y sentía mucho frío.

-20mil y le hago la paja. ¿La tiene grande?

-Normal. 20mil por la mamada.

-20 mil por masturbarlo hasta sacarle la leche.

El hombre lanzó la mano a cogerme la polla pero yo me eché para atrás a manera de precaución. Se encaminó hacia unos arbustos que había cerca mientras intentaba cogerme la mano.

-Venga, vamos allí detrás y me lo mama.

Sacó unos billetes del bolsillo y me tendió uno de 20mil.

-10mil y lo masturbo. Sin condón no se lo voy a mamar.

-Listo.

Devolvió el billete al fajo y sacó uno de 10mil. Siguió caminando y yo detrás de él. Nos metimos detrás de los arbustos.

-A ver la plata.

Me pasó el billete y lo guardé en la cartera que llevaba mientras el tipo se iba desabrochando el pantalón. Sacó una polla de un tamaño decente y bien depilada y el olor a polla llegó hasta mi nariz. Aún estaba flácida pero rápidamente se la puse dura con mi mano.

-Sáquese la suya y yo lo pajeo también.

Yo seguí masturbándolo sin hacerle caso pero él siguió insistiendo e intentando meter la mano por debajo de la falda que llevaba y yo le hacía el quite. Hasta que me di por vencida. Le solté la polla y me levanté la falda. Mi polla estaba dura, con ganas de romper la tanga, Me la corrí hacia un lado y la saqué para que mi amigo me masturbara. Yo volví a mi trabajo con a suya.

-Mámemela, mi amor. Solo una chupadita.

Yo me mantuve firme en que no. El tipo tenía unas manos grandes y ásperas, mi polla es pequeña pero logró meneármela muy rico por un rato hasta que me vine a chorros. Él se limpió la mano y quizo cogerme la cabeza insistiendo en que se la mamara.

Yo no fui capaz de chupársela, pero en cambio aceleré el ritmo hasta que lo hice venir. A diferencia mía, se vino poco pero muy espeso.

-Chúpese la mano, cómase mi leche -decía.

Yo me limpié como pude y me despedí con simple "hasta luego". Me dirigía al carro, me subí y fui directo a la casa. Me lavé muy bien las manos y me volví a masturbar pensando en cómo me había prostituido sin querer, en esa polla que acababa de pajear y fantaseé en lo que quedó por hacer: que se la chupaba y que me ponía en cuatro para que el tipo me culeara duro detrás de los arbustos y me llenara el culo de leche.

Desde ese día mantuve un par de condones en la cartera, por si acaso, pero nunca volvió a suceder nada igual. Hace años que no salgo vestida, pero últimamente me han entrado muchas ganas. Si salgo y termino en algún rollo, se los contaré.

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🍒 Pregunta Cereza

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