Deseo compartir una de mis pocas experiencias en el campo sexual. La verdad, aunque he sido un hombre introvertido, he tenido oportunidades ricas, morbosas, y me faltan más, ya que, experimentado, no soy.

Vivo en el sur de Cali, frente a un parque, y bien frente a mi casa hay una banca. Cuando llegue a este lugar con mi familia, eso fue lo que más me gusto. Vivo en el tercer piso y mi habitación es frente a la calle. Notaba que las personas sacaban sus perros a pasear, se sentaban en esa banca y a veces me imaginaba andar desnudo para que me vieran, me gusta que me vean. De hecho, me encanta andar sin ropa interior en la calle para que se me marque la verga (menos en el trabajo).

Así pues, cierto día salí en una pantaloneta blanca, sin ropa interior, al super para comprar algunas cosas, me gustaba cuando me metía por los pasillos y las personas me miraban directa o morrongamente, noté a una jovencita, tipo 20 años que estaba con su mamá, me miraba de manera discreta pero constante, sus ojos denotaban morbo, hasta que las saludé, aunque la chica se sorprendió me saludó normal, fui a pagar y listo pa’ la casa, pero yo me fui con la mirada de la peladita en la cabeza. Vaya sorpresa cuando en la noche la reconocí con la mamá en el parque paseando su perrito. “Ahhh, así que esta es la mirona”.

Empecé a notarla más y, no es que empezara a ir con más frecuencia al parque, es solo que no la había notado. Pero lo que si note es que, empezó a mirar más frecuentemente hacia mi casa. Empecé a abrir las ventanas, a andar en bóxer cuando la veía por ahí con la mamá. Una noche, estaba arrechisimo y me estaba masturbando, con la luz apagada, y escuché su voz: “Venecia, Venecia, venga no se me vaya lejos”. Yo, sin pensarlo (cosas de la calentura) abrí las cortinas, prendí la luz y me hice el que estaba acomodando el cuarto, pero desnudo, con la verga parada y oh sorpresa, cuando noté que ella estaba mirando, haciéndose la que no veía directamente. La nena se ubicó en la banca frente a mi casa, cosa que nunca hacía y primero, mirando hacia todas partes, lanzaba una mirada furtiva. En un momento, se quedó mirando como diciendo: “este man qué” pero sé que le gustaba (uno se da cuenta).

En cierto momento, decidí asomarme a la ventana, la miré y ella no dejaba de mirarme, movía sus piernas, se pasaba la mano por el cabello, así que me lo cogí y lo escupí y empecé a sobarme la cabeza del chimbo frente a ella (si estuvo mal o no, no me importó). Lo que sé, es que, en un momento, la mamá que estaba alejada, la llamó: “vea, cuidado con Venecia que se va a pasar la calle”. De manera que se fue corriendo tras su mascota. Yo, por mi parte, ajusté las cortinas, y apagué la luz y eyaculé mi tibia leche pensando en la peladita.

La verdad no sé qué pasó, pero después de ese día, la nena ya no miraba, en la calle me evitaba, la que si me saludaba era su mamá, así que dije: “Marica, a veces uno cree que sí, pero no”. Pero igual, cierto día ayudé a su mamá con unas bolsas del super, porque la cuchita estaba re encartada, tan, le entré las bolsas y la ví dentro de la casa, con una licra que ufff, “yo no soy ni de izquierda, ni de derecha, pero sí de ese centro”. Al saludarla, no podía evitar mirar tremenda cosa. Ella se sonrió y me dije, marica tengo que aprovechar, lo peor que puede pasar es que me diga que no.

En la noche, cuando paseaba el perro salí y le hablé, honestamente, la conversación la forcé bastante, pero al momento se abrió y seguimos conversando finalmente le dije que la perrita siempre se va a aburrir de visitar el mismo parque, yo conozco uno vacano. Y ella se sonrió. “MI GENTE”, pues mi tipa dijo que de una pero que la esperara se entraba con la mamá para disimular. Pues que… yo ni corto ni perezoso, me entré rápido, me duché, mi pantaloneta sin bóxer, loción, condones y bueno….

Cuando me llamó tal fuimos, caminando, hablando y me pregunta ¿Ve y por qué te cambiaste? ¿Vos crees que a mi me da morbo ver un man así? A lo que yo le respondí que si, yo se que te da morbo, yo se que sos mirona, solo que te da pena, con esas gafitas te ves bien intelectual, pero vos sos dañada… y soltó la carcajada. Entonces yo le pregunté ¿Bajo esa vestidito o pijama tenés ropa interior? No, cuando entré a mi casa me quité las tanguitas… Al llegar al parque Venecia quería correr, pero ella no la dejó, buscamos un arbolito, el parque es grande, oscurito y lo mejor, seguro. Mi sorpresa fue que cuando nos parchamos ella sacó una pipa, marihuana y empezó a fumar, me brindó, fume y me decía: Hpta, con esa carita quien la ve.

Cuando estaba fumando nos besamos, y me paso el humo de boca a boca, yo ya tenía la verga dura y se me notaba, ella de una me la apretó, siseando, y de pronto me dice, me he metido los dedos pensando en esa verga que vi por la ventana, esa verga que escupiste y que yo voy a babosear hoy, solo fue meter la mano y me sacó mi chocofresa. La escupió y me la lamía, pero Venecia ladraba, a ella no le importaba y mientras me la chupaba, con uno de sus dedos empezó a estimularme el culo, y se lamía el dedo, y se tragaba toda la verga, y lo que siguió me dejó… loco.

Me dijo que me volteara y la muy arrecha me lamió el culo mientras me hacía la paja. Mi gente, la señorita es lameculo y a mi me encantó, la levanté y la empecé a masturbar con la cabeza de mi polla, se la sobaba, ella gemía, se retorcía, me apretaba, y, por momento brincaba o más bien le daban como espasmos. Hasta que ella misma me dijo: Métamela, la quiero sentir toda, quiero esa verga adentro (y yo enojado), se la deslicé suave, estaba tibia, super mojada. Empecé a embestirla, y la nena empezó a gemir duro, estábamos en un parque, pero la verdad, me arrechaba y yo me dejé llevar, también gemía, le daba más y más duro y me dijo que se lo echara entre las nalgas y así fue, así fue señores y señoras. Venecia nos miraba, nos movía la cola y ya la soltamos. Me dijo que se sentía rico sentir mi semen entre las nalgas y en la calle. Y de ahí en adelante, fue mi otro polvo fijo por un tiempo.