Una noche de luna delgada yo estaba en la casa de una amiga y estábamos tomando unas cervezas. Cuando yo fui a la tienda y el chico que atendía me llamó como la atención y yo a él, cruzamos unas palabras y nos miramos como raros. Pasaba la noche y yo iba por cerveza seguíamos hablando y nos miramos cada vez más y cuando me daba las vueltas o me recibía la plata me tocaba las manos y en una de esas idas me dijo que si podía ir a compartir unas cervezas que el ya iba a cerrar. Yo le pregunté a mi amiga y me dijo que no había problema y yo le dije al chico de la tienda que lo esperaba en la casa. Se demoro un poco porque hasta que se bañó y muy juicioso llegó a la casa bañadito oliendo a rico y con unas cervezas. Estuvimos hablando, luego yo fui para el baño y allá me llegó, nos besamos y me abrazó no fue un abrazo tierno si no como fuerte, mi amiga dijo que iba a costar a los niños y nosotros nos quedamos en la sala provechando que estábamos solos, nos besamos y empezó acariciarme y a meter la mano dentro de mi blusa, yo me subí encima y nos lo restregamos un rato sin dejarnos de besar, cuando escuchamos un ruido y yo me baje pero estábamos muy arrechos, mi amiga yo creo que se dio cuenta que algo estaba pasando y dijo que ya volvía y se volvió a ir al cuarto, teníamos muchas ganas por lo que nuevamente empezamos a besarnos con esas ganas de no parar, yo le dije que fuéramos al patio que quedaba en la parte de atrás de la casa y nos fuimos para allá, empezamos de nuevo a besarnos y me cogía los senos y me los besaba, yo tenía las ganas de que ya me penetrara y el dijo que ya venía, trajo un tapete de la sala, nos acostamos y empezó a desvestirme y yo le quite la camisa, me abrazaba, me besaba el cuello y yo super excitada solo quería que me lo metiera pronto, pero el seguía con el pantalón puesto, me beso casi todo mi cuerpo, el cuello, los senos, mi estomago hasta que llego a mi vagina, me daba besitos muy ricos, sentía esa lengua en mi cuquita y sentía como se tragaba mis juguitos vaginales, me lo hizo muy rico pero no me hizo venir, se quito el pantalón, tenia un pene largo y grueso, se puso condón y me lo metió delicioso, yo mirando hacia arriba veía la luna, él me hacía ver más estrellas de las que había, me hizo venir más rico y después nos paramos y me cogía de pie al lado del lavadero y lo hundió en mi vagina ya toda húmeda y mojada hasta que él se vino. Sentí esa leche caliente en ese condón. En esa noche me echó tres huevitos muy delis!