(me traicione parte 2) Y POR FIN CONTO
Pasaron dos semanas y deje de insistirle a mi esposa que me contara lo que sucedió esa tarde noche con el joven venezolano, ella me miraba con una picara sonrisa con cierto deje de burla, ella sabía que ansiaba conocer lo sucedido; una noche estando acostados en nuestra cama comencé a hacerle pequeñas caricias insinuantes con enormes deseos de hacerle el amor, ella los recibe con una leve sonrisa y me dice “te voy a contar algo que te pondrá a mil” y comenzó con “un yo no sabía, ni siquiera lo pensé inicialmente, pero apenas ustedes salieron a la tienda, ese joven se cambio de sillón y se sentó a mi lado y sin decirme nada tomo mi mano y la acomoda sobre su entrepierna y con su mano cerraba la mía sobre su miembro por encima del jean, retire mi mano bruscamente y lo increpé por su irrespeto a lo que el me contesto que si eso no era lo que ella quería, que la señora maria teresa le había dicho que era una amiga que quería conocer un pene grande, que aprovechara cuando ella saliera y que iba a invitar al amigo de ella para dejarlos solos, inmediatamente supuse que ella sola no podía haber planeado tal cosa y que mi esposo estaba confabulado, ya que me había contado e insinuado sobre este joven; los tragos que ya hacían su efecto y la gran curiosidad hicieron que aceptara acariciarle el miembro, lo hice por encima del jean pero José Gregorio tomo la iniciativa y bajándose el cierre expuso esa belleza de miembro, tenía un tamaño desproporcionado con glande inmenso que no podría calcular su diámetro pero podría ser la cabeza de una pequeña muñeca, me arrodille y coloque mis manos tomando con fuerza ese pene y digo mis manos porque debí utilizar ambas con una sola no lo podía hacer; subí y baje mis manos a lo largo masturbándolo y sentí fuertes deseos de introducirlo en mi boca, lo que hice comenzando con pequeños lengüetazos alrededor de esa cabezota y succionando ocasionalmente lo que se dejaba caber en mi pequeña boca, trate con dificultad de introducir al menos la cabeza totalmente en mi boca, lo hice con dificultad pero fue emocionante sentir ese pedazo de carne en toda mi boca, el tiempo pasaba y sabia que no tenía mucho y quise saber que se sentía dentro de mi vagina, así que entre a la habitación de maría teresa y busque algo que me sirviera de lubricante ya que lo iba a necesitar y lo encontré sin dificulta, restaba casi a la vista, me quite mi jean pero no mi tanda, volví a la sala embadurne su pene y mi vagina de lubricante, corrí mi tanga un lado y me senté encima de ese monstro y trate de introducirlo suavemente, sentí dolor a pesar del lubricante y que apenas había entrado la mitad de la cabeza, trate de dar pequeños y suaves sentones y no pude introducirlo más, tenia temor que el joven ante su excitación tratara de introducirlo a la fuerza y me baje, me acomode de nuevo la tanga y me vestí nuevamente con el jean, me dio tristeza dejar la faena sin terminar y al joven bastante excitado. El se dirigió al baño y al parecer termino manualmente y al salir sonó el timbre y el mismo se dirigió a abrir; entraron tu y maría teresa con una botella en sus manos, sentí tu inquisidora mirada” recuerda que nos tomamos dos tragos mas, nos despedimos, ya estábamos bastante tomados, paramos el primer taxi que paso y llegamos al apartamento.
La verdad tengo curiosidad de saber si puedo aguantar esa inmensidad dentro de mi totalmente, mira si ese joven saber reparar baños, nuestro baño ha estado goteando bastante.