(parte 3 me traicione)                    LA LLAVE GOTEABA

“la llave del baño esta goteando, mira si el joven venezolano sabe de baños para que nos la arregle”

Que mi esposa me insinuara de esa manera que se quería atrever a probar hasta donde se podría engullirse ese inmenso miembro, me causo una nerviosa sensación de gusto; ya que paso de dudar por vivir la fantasía de estar con un hombre diferente a pedir sutilmente que le diera ese gusto y precisamente ese, no solo por estar con un hombre diferente sino que arriesgarse con un pene de ese tamaño, ella tan delicada, tan tierna, sería una especie de suicidio, una autolesión, una muy posible enfermedad buscada. Igualmente si ella consiente de las posibles consecuencias, decidía correr el riesgo, yo la iba a apoyar; era mi fantasía que se había complementado con el hecho del gran tamaño de ese miembro, cosa que no se calculo desde un principio pero que sumaba morbo y curiosidad. Yo tenia condiciones para acolitarla en sus deseos, primero que no fuera en nuestro apartamento porque no quería que conociera el lugar donde vivíamos y se presentaran futuros acosos que la pusieran es situaciones incomodas con los vecinos y lo más importante que me contara todo con pelos y señales.

El joven no sabía que yo era su esposo y eso debía permanecer así, a menos que pasara algo incomodo que pusiera en riesgo la reputación de ella y le tocara tomar cartas en el asunto en su defensa ya que comentarios de maría teresa el joven seguía buscándola para que le ayudara con dinero para sus necesidades. “Dios perdona el pecado pero no el escándalo”

Hacia algo más de dos meses la agencia inmobiliaria nos había comunicado la intensión de los inquilinos de entregar un apartamento que teníamos arrendado, era un pequeño apartamento que se arrendo amoblado a una joven pareja que al parecer no les funciono la relación y llevaban casi dos años con el apartamento. En doce días lo recibíamos y como es debido había que acondicionarlo para el próximo arrendatario, revisar instalaciones eléctricas, llaves de agua y pintarlo. Era la excusa perfecta. Le mencione el tema a mi esposa y le pareció una magnífica idea. Tenia doce días para prepara su cuerpo para ese gran desafío, adquirir cremas lubricantes y de pronto una silla de ruedas.

Se le comento la necesidad de contratar quien adecuara el apartamento a maría teresa para que ella contactara a josa Gregorio  para que estuviera disponible para la fecha. La respuesta de maría teresa fue que para esas reparaciones el joven venezolano era muy “choroto” que había que estar supervisándolo; eso era precisamente la función que haría mi esposa.

Llego el día de la entrega, maría teresa llevo al joven quien reviso lo que había que hace, se acordó u precio por el trabajo y se le recibió la lista de materiales necesarios, quedando que al día siguiente se comenzaba apenas se tuviera el pedido. Ese día el joven se quedo acomodando los muebles para facilitar la labor del día siguiente.

Se acordó comenzar a las 9 de la mañana. Yo aproveche y tipo 7 y media lleve y descargue el pedido de materiales y mi esposa le abrió la puerta del apartamento y espero que rebozara si estaban todos los materiales completos y le entrego una copia de las llaves, quedando con el que más tarde pasaba a mirar cómo iba.

Esa misma tarde tipo 5 pm mi esposa me pidió que la llevara al apartamento que iba a “mirar” como le había ido al joven el primer día, tenia puestos unas short de índigo relativamente cortos que le hacían ver esas hermosas piernas que yo tanto admiraba y una juvenil pero sobria blusa, se resalto un poco el maquillaje, haciéndose una pequeña raya en el vértice de los ojos que la hacían ver con un toque de “grilla”, había preparado un sándwich para llevarle. La deje en la tienda cerca al apartamento donde compro una gaseosa y se dirigió al apartamento. Quedamos que me marcaba al celular para recogerla, lo que efectivamente hizo cuando iba siendo las 8 de la noche; esta vez arrime hasta el apartamento ya que mi esposa me dijo que el joven se había ido ya para la casa. Entre antes de mirar el avance del trabajo la mire a ella, me dio la sensación que no se veía feliz del todo y note un leve pero visible temblor en todo su cuerpo. No le pregunte nada, solo mire el avance de la obra, había cambiado unos tomas eléctricos t organizado las llaves del agua, aun no comenzaba a pintar, “va bien” le dije como comentario a mi esposa y la invite a irnos. La distancia era corta, note que caminaba lentamente al abordar y bajar de carro, y espera estar en nuestro apartamento para escucharla.

Al llegar se sentó delicadamente en el mueble de la sala, me pidió le diera algo de tomar, le fui a servir un jugo y me dijo que algo de licor, se estaba dando ánimos o pretendía que el alcohol le sanara las posibles lesiones internas, comenzó:  “al llegar lo encontré sin camisa, ya se estaba aseándose para cambiarse de ropa porque había terminado la labor por ese día, admire su bien formado cuerpo que no había tenido oportunidad de apreciarlo, le entregue el el sándwich y la gaseosa y le dije ue iba a mirar cómo iba con el trabajo, di una muy pequeña vuelta y me dirigí donde teia arrumados los muebles y me senté en la cama a esperar que el se consumiera el sándwich. Lo que hizo a la vez que me observaba de arriba abajo, apenas termino y sin ningún otro preámbulo me empujo acostándome en la cama y aflojo mi short quitándolo de un solo aventón, a la vez que sin delicadez alguna me quitaba la tanga y se bajaba los jean que piso con el pie contrario para que le salieran totalmente, se recostó sobre mi y me beso bruscamente y de una vez quiso introducirme su pene, yo lo detuve para untarme la crema lubricante que junto con un aceite para niños había llevado. Después no pude contener su impulso y me coloco su cabeza sobre mi vagina y poco a poco fue introduciéndola, puedo asegurar que mas por delicadez lo hizo lento y poco a poco porque no entraba tan facial ese monstruo, finalmente sentí dentro de mi toda la cabeza y el seguía empujando, me coloco las piernas sobre sus hombros y sentí que esa verga me llegaba hasta el estomago, grite como loca de dolor y placer, era mas el dolor, el entraba y sacaba su enorme atributo como un animal, sin pesar, la saco, se recostó en la cama y me pidió que me montara y lo cabalgara, yo tenía mucho susto a pesar que es la pose que mas me gusta, pero sentía bastante dolor: sin embargo hice el esfuerzo y me monte y lo cabalgue, moví mis caderas lo mas que pude, lo que me dejo esa enorme estaca que me tenis aprisionada, estaba como loca, pero después llego lo que mas temía, me coloco en 4 con el propósito de entrar por mi puerta trasera, pensé en negarme pero para vivir la fantasía de un pene grande había ido, le pedi que esperara y utilice e, resto de la crema lubricante y bastante aceita para niños que había llevado: siento que colocaba la punta de la cabeza de su miembro en mi ano y la fue introduciendo, que dolor! Peor que un parta, pero siendo muy contradictorio, sentí un leve placer, levanto mi cadera con las manos para facilitar su labor, hasta ahí aguante! Ya no pude más! Me retorcí haciendo que ese trozo de carne saliera de mi cuerpo, el como la vez anterior se comenzó a masturbar terminando con un potente y abundante chorro blanco sobre mi abdomen.

Comprobé que una verga de ese tamaño te hace conocer el cielo, pero también el infierno, la verdad no fui capaz de sentir un orgasmo, definitivamente prefiero hacerlo contigo, porque el buen sexo no es solo verga, sino la pasión que se despierta, hacerlo con tranquilidad, con caricias y poder llegar a un orgasmo, y el sexo anal de ese modo no fue nada agradable y si muy imprudente de mi parte arriesgarme de esa manera, te va a tocar esperar varios días a que me recupere”

Ufffff!!!! Que relato! No supe que decir, fue emocionante, y morbosamente satisfactorio, no alcanzo a dimensionar la gravedad de sus lesiones físicas.

Me toco ir a revisar el avance de los trabajos ya que mi esposa por obvias razones no podía. Le recordé que era un amigo de ella y que iba a estar pendiente de su labor, fui todos los días y alcance a conocer un poco de la situación personal de José Gregorio, además conocí a su joven y atractiva esposa que comenzó a ir todos los días con él a ayudarle con la pintura y la limpieza, supe que ella estaba buscando trabajo para ayudar con los gastos de la casa. Me comprometí con ella a ayudarla a conseguir algo que ella pudiera hacer y guarde en mis contactos los números telefónicos de ambos.