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Soy un joven mexicano que decidió irse a vivir con su novia, han pasado unos años y al estar viviendo cómodos decidimos dar el siguiente paso: matrimonio. Una vez que les di el anillo a mi futura esposa no pude evitar pensar que por el resto de mi vida estare atado a ella, a su cuerpo y a su forma de ser. Ella es una mujer bella y se cuida mucho, en el sexo la conozco con maestría pues se como hacerla squirtear, las posiciones que le gustan, los puntos que la encienden y lo mucho que goza montarme la verga.... sin embargo, no pude sacar de mi cabeza la espinita de tener placer con otras mujeres, experimentar cosas nuevas y conocer nuevos cuerpos.
Todo comenzó cuando decidí buscar a una chica que tuviera lo que mi mujer no tiene, no hablo solo del cuerpo, mas bien de actitud... mi fantasía comenzó pensando en una mujer que me bailara como una auténtica teibolera y me encendiera con solo verla (algo que mi mujer nunca ha hecho a pesar de pedirselo) pero conocer mujeres mientras vives en pareja es lo mas complicado asi que decidí tomar el atajo mas antiguo: pagarle a una puta para cumplir mis demandas. Fue bastante sencillo contactar a una agencia, elegir una chica, instalarme en un motel a escondidas y esperar ansioso por la llegada de mi nueva experiencia. La mujer en cuestion se hace llamar Samira, cuando llegó me quise abalanza sobre ella... una chica joven, de piernas largas, cabello teñido de Rubio, un culo enorme y que rebota con el mas mínimo movimiento. Una auténtica diosa del sexo.
Lo primero fue saludarnos, ponernos comodos y conocernos un poco... Los detalles personales no son importantes pero sirven como punto de partida, Samira me preguntó porque decidí y contratarla y yo me desahogue diciéndole todo lo que sentía respecto a mi mujer. Ella lo entendió perfectamente y pasamos a decirnos las cosas que disfrutamos en el sexo para que ambos tuviéramos el máximo placer, eso me encantó pues desde el primer momento supe que esa hembra me daría el sexo que tanto busque.
Me recosté en la cama y Samira comenzó a darme sexo oral, se comía mi verga hasta el fondo, me acariciaba los huevos y me miraba con deseo. Yo estaba duro como nunca y moría por enterrar mi pené en su garganta hasta terminar, la escena demasiado erotica comenzó a causarme estragos, sentía que me venía así que le pedí se acomodara para hacer un 69 y concentrarme en su preciosa vagina. Yo amo dar sexo oral y la práctica me ha hecho bastante bueno en ello, a Samira le recorrí el coño entero con la boca hasta clavarme de lleno en su clitoris que succione y lami hasta sentirla retorcerse sobre mi.... con mis dedos comprobé que era hora de penetrarla y le pedí se montara en mi. Ella muy obediente se acomodo sobre mi, se introdujo mi pene y comenzo a cabalgar como una loca, lo cual no es exageracion, sus caderas se movian tan rico y tan duro que me clavaban en la cama, sus enormes nalgas hacían ruido al chocar contra mi y eso solo me incitaba a nalguearla. Cambiamos de posición, la puse de perrito y le di de la manera mas salvaje que pude... de sobra esta decir que ella aguanto como una campeona todas mis embestidas y logre sacarle unos gemidos que me incendiaron.
Cuando creí que estaba por correrme decidí ponerla de misionero y darle las penetraciones mas profundas Posibles para seguir escuchando sus gemidos y lo que sucedió a continuación fue lo más excitante, al verla me sentí extasiado y ella me pidió que la besara, me fui sobre ella con todo mi peso y mi verga dentro. Los besos fueron tan deliciosos que solo atine a decir:
- Eres una puta increible
A lo que ella respondio:
- Soy tu puta
Sus palabras y la forma de expresarse me nubló por completo el juicio, estaba en el máximo placer y en ese momento daba todo por esa mujer... incluso mi compromiso? Fue un pensamiento tan fugaz que no pude contenerlo, mi mente y mis fantasias ya no tenian freno:
- Eres la mejor puta con la que he estado, me estas haciendo gozar como nadie
- Soy mejor que tu novia?
- Si, lo eres, dímelo y me harás correrme
No puedo dejar de pensar en es momento, el momento en el que llené un condon con mi leche mientras mis oídos y cabeza estaba inundada por sus palabras:
- Soy mejor que tu mujer, ella nunca te va a coger como yo, soy tu mejor puta y ahora eres mío y no de ella.
El mejor orgasmo que he tenido en un largo tiempo, no puedo dejar de pensar en ello, no puedo dejar de pensar en Samira, en serle infiel a mi futura esposa y seguir acostándome con putas.