Guía Cereza
Publicado hace 1 semana Categoría: Autosatisfacción 391 Vistas
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Empezaré contándoles que voy a un café cerca a mi apartamentos dos o tres veces por semana. Siempre busco la misma mesa, ubicada en un rincón con vista a una terraza por donde transitan personas de todas las edades. El ventanal del café va de piso a techo y frente a él en la terraza, hay una banca donde frecuentemente se sientan chicos entre 16 y 25 años.

Una tarde decidí ir al café de tenis con una falda larga, hasta los tobillos y la cintura era resortada,; iba bastante cómoda por lo que preferí no ponerme bragas.

Llegué con mi laptop y me senté en la mesa de siempre mirando hacia fuera del café. La chica que me atendió me recomendó un nuevo granizado y acepté su recomendación; ya con mi computadora prendida me conecté con un chat donde tenemos un grupo para hablar de temas muy calientes y entre todos nos enviamos fotos y comentarios que nos estimulan para alcanzar niveles altos de orgasmos mientras nos masturbamos.

les comenté que no me había puesto bragas y que frente a mi, en la banca ubicada frente al café se habían sentado dos chicos de unos 19 ó 20 años. Alguien en el chat, me insinuó que subiera mi falta hasta las rodillas y abriera las piernas, de tal manera que los chicos notaran que les estaba mostrando mi vagina, y así lo hice.

Casi de inmediato uno de ellos con su codo llamó la atención del otro y empezaron a comentar y a sonreir. Inmediatamente empecé a sentir que me mojaba; entonces por la cintura de mi falta metí mi maho y con los dedos me abri los labios vaginales y deje mi clítoris destapado, mientras que con el otro dedo empece a acariciarlo en círculos.

Uno de ellos entreó al café, se acercó a mi mesa y se puso de cuclillas como si me estuviera saludando, dando la espalda a la barra del café; así no se notaba que él solo quería meter sus dedos y frotar mi clítoris. Empezó a acercar su mano de una manera tímida, como esperando una reacción mía, pero cuando le sonreí fue directo bajo mi falda y empezó a rosar toda mi vagina que estaba muy mojada; así humedecía mi clítoris. Mientras frotaba, me decía que sentía unas ganas inmensas de meter su lengua y chuparme el “gallo” y sus dedos en mi vagina.

Entonces me propuso que fueramos los tres a mi apartamento a continuar con este juego que resultaba estremecedor por la intensidad de la pasión que despertaba lo que estábamos haciendo.

Así fue.. pagué mi cuenta en el café y nos fuimos para mi apartamento. A pesar de su juventud mostraron una experiencia extraordinaria en temas de encuentros sexuales. Me confesaron que muchas veces habían tenido estos encuentros, pero nunca lo había hecho con una mujer madura como yo.

Cuando se fueron, les pedí que no esperaran encontrarnos nuevamente. Sin embargo en algunas oportunidades, cuando estoy en el café en la misma mesa de siempre, llegan los dos chicos a esperar que se produzca otro encuentro, que a decir verdad, me encantó y superó las expectativas de mucho placer, pues creo que por la adrenalina de masturbarme en un sitio donde pueden sorprenderme y tener sexo con chicos tan jóvenes, me llevó a uno de mis mejores orgasmos.

Al contarles esta experiencia, quedé con los deseos suficientes para repetir esta experiendia, por lo que hoy mismo iré al café y esperaré encontrarme nuevamente con ellos para poder sentir otra vez la dicha de una lamida de clítoris y una lengua muy dura en el canal de mi vagina, mientras yo lamo y chupo una verga joven y jugosa.

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🍒 Pregunta Cereza

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