Aniversario sorpresa

Se acercaba nuestro aniversario de bodas y teníamos pensado salir los dos solos a pasarla bien, no nos decidamos por ir a un glamping, a un hotel en clima cálido o a clima frío, ir a cenar, luego de rumba y terminar en un buen motel con todo.

Pero 10 días antes de la fecha mi esposa me dice amor, un compañero de la empresa alquila una finca y hablé con él para ir en nuestro aniversario.

A un par de horas de la ciudad, totalmente privada, piscina, jacuzzi, cocina, 5 habitaciones, sala, comedor, parqueadero, BBQ, zonas verdes, y además es económica ya que no es temporada y por ser compañera me hace buen descuento. Ella me envió las fotos de la finca y se veía muy bien además el precio era una ganga. Así que la alquilamos para viernes en la noche sábado y domingo, él le dijo a mi esposa que él iba a estar de vacaciones en el pueblo siguiente y que cuando llegáramos le avisara para encontrarnos y que nos hiciera la entrega de las llaves y el recorrido de la casa.

Llegó el viernes salí a medio día de la oficina y pase por ella, llevaba un jean suelto, y una blusa de tiritas sin sostén que resaltaba sus pezones, su cabello recogido atrás y muy bella se subió al auto y nos dimos un beso apasionado casi lujurioso. Emprendimos el viaje y yo no dejaba de ver sus tetas y sus pezones bajo la blusa, que al ser blanca alcanzaba a notar el café de sus pezones, no aguante las ganas y saliendo de la ciudad acaricié su teta izquierda, ella sonrió con complicidad y me lanzo un beso al aire. Seguimos así un par de kilómetros más consintiendo su teta, luego ella se acomodó y se bajó la blusa liberando sus tetas, con los pezones duros como rocas y sus aureolas suaves y grandes, así que aproveche para consentirlas a mi gusto. Incluso de algunos autos aprovechaban a ver el espectáculo cuando pasaban por nuestro lado, mi pene se puso duro y ella lo empezó a consentir sobre mi pantalón, bajo el cierre y metía sus dedos para consentirlo. Ella desapunto su pantalón bajo su cierre y se bajó el pantalón hasta sus muslos dejando libre su diminuto hilo blanco que ya se veía húmedo y que no dudé en acariciar su vulva,había depilado su vagina se sentía suave y tersa además que su humedad ya brotaba de sus labios.

Llegamos frente a la finca después de ingresar por un sendero rodeado de árboles que eran cerramiento de esa finca y la del frente, estábamos que nos comíamos, el deseo y la lujuria, ella llamó a su amigo para avisarle de nuestra llegada y él nos pidio que lo esperáramos cerca de media hora. Como todo estaba en silencio y solo aprovechamos a besarnos y tocarnos con deseo dentro del auto, como en otras oportunidades, ella se quitó su pantalón quedando en su diminuto hilo empapado y se bajó la blusa hasta su vientre liberando sus hermosas tetas, que de inmediato bese, chupe y apreté con deseo. Ella bajo mi cierre despuntó mi pantalón y saco mi pene erecto, estaba baboso y ella lo consintió con su mano luego se inclinó y paso su lengua por mi cabeza, luego lo metió en su boca y lo chupo subía y bajaba succionando mi líquido, mientras yo le consentía el ano con mis dedos y con la otra mano pellizcaba sus pezones.

Hacía calor dentro del auto tanto por nuestro deseo como por el clima así que abrí mi puerta y me salí del auto, para invitarla a salir, aunque ella se sentó en mi asiento y sacó sus piernas del auto solo para continuar con su espectacular mamada, lamía mis testículos, y subía hasta la punta de mi verga para escupirla y volver a meterla hasta su garganta, mientras hacía a un lado su hilo y se frotaba los labios y su clitoris mojado para luego introducir sus dedos en su vagina empapada. La hice salir para llevarla frente al auto allí de pie con las manos apoyadas en la tapa del motor, abrí sus piernas como si fuera una requisa policial, hice a un lado su hilo y pase mi lengua desde sus labios hasta su ano una y otra y otra y otra vez, sentía el sabor de sus flujos, espesos, y babosos, adorando su aroma a vagina y ano llenos de placer, me levante puse mi verga en sus labios y ella empujó su cuerpo hacia atrás para meter toda mi verga de una sola vez con cierta lentitud hasta que sintió mi pelvis contra sus nalgas, se retiró hasta solo dejar la punta dentro y volvió a enterrarlo todo, la tome por sus caderas manteniendo ese ritmo de penetración, subí mi mano a su teta y la otra a su cara para convertirla y ella empezó a chupar mis dedos como si fuera otra verga. Llegó su primer orgasmo acompañado de unos gemidos sensuales y eróticos, y una frase excitante "más, dame más". Seguía con mi ritmo apretando su teta mientras la empujaba hacia mí mientras seguía chupando mis dedos. Saque mi verga y me arrodille frente a su culo y lami sus flujos y los pase por su ano metiendo mi lengua en el, metiendo y sacando mi lengua mientras consentía su clitoris, ella con una mano en el auto y la otra en mi cabeza enterrandola en medio de sus nalgas mientras gemía de placer, me agarró del cabello y me levanto se dio vuelta y me besó saboreando mis labios y mi lengua para terminar diciendo "que rico sabe mi culo" se giró de nuevo hizo a un lado su hilo y dijo "metemelo ya", "lo deseo en mi culo ya", ella puso sus tetas contra el auto y levantó su culo abrió sus nalgas y puse mi verga en su ano empujando lentamente ella gemía al sentir mi cabeza entrar en su ano y me pidió que parara sin sacarla, tomó aire y me pidió seguir, mi verga lubricaba dentro de su recto y resbalaba lentamente dentro de su ser, hasta que mis testículos tocaron sus labios que ya escurría sus flujos, me detuve unos instantes hasta que tomó aire de nuevo y empecé con la penetración lenta y suave, con el paso de los segundos aumentaba la la intensidad y el ritmo, hasta que se levantó del auto gimiendo y lanzando unos pequeños gritos ahogados de placer, agarre sus tetas con una mano y ella la tomó, la llevó hasta su boca y me chupo dos dedos como si fueran otra verga para luego llevarla hasta su clitoris y meterlos en su vagina, los saco y los llevo de nuevo hasta su boca metiendolos hasta lo más profundo de boca, llegó su primer orgasmo anal, pero esta vez grito con libertad y pidió más verga, yo seguía disfrutando de la estrechez de su ano y de la lujuria con la que jugaba con mis dedos en su boca y su vagina, me acerque a su oído y le dije en voz baja "que rico sería que mientras te doy por el culo se lo mames a alguien más" dos gemidos más y sentí un chorrito caliente caer en mis piernas y mojar mis pies, mientras ella gemía de placer, yo escuché unos ruidos pero no presté atención pues estaba muy excitado y apunto de lograr mi orgasmo, ella seguía metiendo mies dedos en su vagina, no aguante más saque mis dedos mojados y con la otra mano empuje su espalda contra el auto ella giro su cara y metí mis dedos húmedos en su boca los cuales succionó con gran destreza y placer, mi verga se hinchaba y ella gemía diciendo "vente adentro, buen adentro, te quiero sentir todo", yo seguía con unas embestidas más lentas pero fuertes hasta que me detuve lo más profundo posible y eyacule, uno, dos, tres, cuatro, cinco descargas de semen dentro de su recto, mientras ella lograba otro orgasmo intenso gimiendo con mis dedos en su boca y orinandose sobre nuestras piernas y pies, me acosté sobre ella bese su espalda, su cuello y luego su boca, nuestros cuerpos agitados y sudados aún sufrían leves espasmos y su vagina y su ano palpitaban junto con mi verga aún dentro de su ano. Me levanté para hacerle tanto peso, y ella también se levantó cuando vimos a su amigo al lado del auto mirando aquella escena, ella rápidamente se subio la blusa para cubrir sus tetas y yo saqué mi verga lentamente de su ano, escurriendo semen por sus nalgas, ella se acomodó el hilo y se movió hacia el otro lado del auto para cubrirse un poco más yo no podía hacer nada pues mis pantalones estaban bajo los pies de él al otro lado del auto. El se disculpó por no avisar que ya estaba ahí y sorprendernos de esa manera. Saludo a mi esposa con hola el cual ella apenada respondió igual y luego me dio la mano y se presentó, se disculpó de nuevo sin dejar de mirarla y abrió las puertas del finca para ingresar el auto. Mi esposa se puso el pantalón y yo hice lo mismo. Encendí el auto y lo entré. Cuando bajamos del auto los dos nos disculpamos por la escena pero él se disculpó de nuevo, además de decir que era normal además que me entendía como no aprovechar el momento con ella. Su mirada era de deseo pues no dejaba de ver sus tetas bajo la blusa y notamos su erección bajo el short que traía. El se apresuró a darnos un tour por la finca y explicarme el funcionamiento de la piscina, el jacuzzi, además lo acompañamos a una habitación en donde accedió a un PC y desconecto las cámaras para que tuvieramos total privacidad. Lo acompañamos a la puerta me dio la mano y se despidió de mi esposa con un beso en la mejilla...

Continúa...