Hace poco en la ciudad de Medellín estaba divagando sin planes por hacer, se me ocurrió la idea de ir a almorzar sola pero de todas formas seguía siendo un plan aburrido aunque me encanta disfrutar de mis espacios de soledad, ese día quería un poco más de acción.

Indague en redes sociales y por cosas del destino me apareció un bar swinger de la ciudad, no estaba tan lejos del lugar en el que estaba así que decidí ir. Sinceramente era mi primera vez, estaba sola y bueno no sabia definitivamente que quería pero sabía que algo interesante podía pasar.

Un lugar camuflado, entre y era una cosa super distinta a lo que se veía en la fachada. Debía quitarme la ropa al entrar dejarla en un locker y luego ya decidía si usar mi ropa interior, una toalla diminuta que daban en el lugar o ir como Dios mediante trajo al mundo... Definitivamente opte por ir con mi ropa interior y encima la toalla, no quería llamar mucho la atención, sin embargo el lugar vacío.

Habían 4 personas, 1 pareja y 2 tipos más, los cuales lejos de alentarme con sus insinuaciones hicieron que no los mirara más por el resto de la tarde... Si, porque fui super temprano, sino estoy mal eran como las 3 de la tarde.

Me pedi una cerveza, me senté y comencé a observar el lugar veía un jacuzzi, una habitación, al lado una cama pegada a la pared con amarres, seguido había como otro cuarto pero no se veía nada más y detrás de mi al parecer un sauna. No me paré a nada, me quedé sentada observando, luego llego otro señor y se me acercó, me brindo una cerveza que en definitiva ni pago, hablo demasiado para mí gusto, alardeo de sus dotes como swinger y bueno eso le bajó para mí gusto porque no me gustan los hombres que alardean demasiado.

Cuando estaba por tirar la toalla, vi que llegó alguien igual de perdido, y se sentó solo al igual que yo. Me preguntó algo sobre qué horas serían, le dije que ni idea porque prohibidos los celulares en el lugar. Pasamos al jacuzzi, en eso llego otro señor muy cortés y hablamos los tres un rato, el señor era un asiduo visitante del lugar y nos contó algunas anécdotas que elevaron el libido y nuestra curiosidad.

Nos explicó que había un cuarto oscuro en el que si te tocaban o tocabas no podías ver ni siquiera quien era, era como una especie de laberinto decidimos ir a conocer el lugar, la oscuridad y el saber que en algún momento alguna mano pasaría por mi cuerpo encendía mi libido cada vez más. Luego efectivamente sus manos tocaban mi cuerpo, ya en ese punto mi ropa interior no estaba y ellos sostenían mi toalla, estaba completamente desnuda, y mientras uno me besaba por la espalda, el otro besaba mis pechos... Entonces varias manos más empezaron a aparecer, yo que apenas me estaba amoldando al encuentro, pare y entonces decidimos salir del lugar a otro espacio un poco más privado... Una habitación.

Sentirse tocada por varias personas es algo que me enciende demasiado y está no era la excepción, entre sexo oral, masturbación y palabras lujuriosas, los 3 ya queríamos ir al grano. Iniciamos el más joven y yo, estuve arriba y abajo de el, definitivamente era la primera vez que el hacía algo similar, se quedaba un poco tímido, diferente al señor que mientras yo estaba encima del otro me metía su verga en la boca y disfrutaba viéndome llena de placer, intercambiamos y disfrute de la experiencia del otro hombre.

No sé cuánto tiempo estuvimos allí, yo pasando de un hombre a otro y mojándome una y otra vez, se que ambos terminaron en mi boca porque así se los pedí, luego juntos fuimos a la ducha, los demás hombres en el salón que ya estaba más lleno nos miraban y se acercaban a pedirme que me quedara...

No quise hacerlo, se mis límites y también se decir que no... En cuanto a la experiencia, absolutamente la volvería a repetir, siempre que sea con hombres que entiendan los limites de una mujer y sobre todo hombres que me hagan sentir extasiada.

Así que ya saben, vivan la experiencia en un bar swinger, disfrútenlo y repitan si es necesario. Un beso delicioso para ustedes que me leen 👄💋