En días pasados se trasteo una familia y con ellos un chico flaquito de cabello negro y ojos grandes. Se veía bastante bien, pues como desde mi ventana se ven las escaleras, no me perdí detalle de su llegada.

Lo mejor de todo fue cuando ví que ingresa a la habitación frente a mi y se instala allí. Me dije: genial, sin embargo solo miraba detrás de mi cortina.

Al llegar la noche, y como no habían instalado cortinas, yo miraba con mi luz apagada lo que hacía. Se movía de un lado a otro organizando cosas, pero lo mejor fue que solo tenía puesta una camiseta corta y unos boxer ajustados blancos.

Yo no me movía para que no se espantara y siguiera tranquilo, mientras lo tenía súper parado me comencé a masturbar despacio para disfrutarlo.

Así estuvo por unas dos horas y yo no parpadea a, hasta que se acostó y apagó la luz.

Esto fue el inicio de una aventura super deliciosa que iniciaría y que les narrare luego.