
Compartir en:
Y después de que Carlos Valdés fue a arreglarme mi
fregadero, por cortesía le di de comer y ya en confianza se me hizo muy interesante su plática, al
otro día fue a terminar el trabajo y puso
en nuestro
estereo una salsa y me
invitó a bailar y ahí que me planta un beso, la
verdad nos empezamos a besar apasionadamente y cuando vi ya estábamos teniendo sexo en mi sala y bueno lo demás fue el inicio de una vida de puteria y sexo desenfrenado. Cuando Carlos me
enseño su miembro me excite como nunca, lo
tenía grande y curveado e hizo que me
viniera cinco veces y yYO LE PEDÍ QUE ME COGIERA POR ATRÁS Y AL FINAL SE LA
MAME TAN RICO y de ahí jamás quise volver a estar con mi esposo pues a parte la tenia muy chiquita.
este fue el
inicio de una larga carrera de puterias y orgias hasta con indigentes en Tepito que me
valio dejar a mis hijos y mi matrimonio aburrido
Contaré detalladamente todas y cada una de las
mega cojidas que me dieron