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Haciendo un tiempo navegando por el chat de Guía Cereza, al cual no entro contantemente, solo cuando siento ganas de conservar de temas sexuales enfocados en mi parte oculta que es ser una niña trans de closet, algo que he sentido desde muy niña, como ya lo he expresado en otro relato que escribí en esta misma plataforma.
Inicié una conversación interesante con un hombre de mediana edad junto a otros hombres que me escribían con regularidad cuando me conectaba. Este hombre tal vez tenía unos cuarenta años. Él inició alagándome de manera muy sutil y con palabras muy puntales que despertaron en mí una inusual atención y lo diferenciaban del resto de hombres que me escribían, además, con un trato muy lindo y cortés todo un caballero, pero sin descuidar el deseo sexual y la picardía, algo que me encanta y me pone muy caliente.
Debo confesar que antes tenía encuentros virtuales, me ponía lencería e interactuaba con chicos por medio de cámara, pero no me había atrevido a dar ese paso a un encuentro real; sin embargo, dentro de mí siempre estaba esa duda de si debía dar ese paso y experimentar con un hombre yo siendo una chica trans 100% pasiva.
Volviendo al caso puntual, la conversación seguía avanzando por tal vez una media hora, pero este hombre empezó a incidirme que fuera a su apartamento que no me iba a arrepentir, siempre he temido por mi seguridad, pero este hombre empezó a darme seguridad desde su forma de expresarse y con el uso de un lenguaje muy agradable que sin duda me evitaba, a medida que hablaba me empecé a tocar poco a poco se me fue parando, recuerdo que mientras me escribía me puse en cuatro en la silla del computador recostando mi cabeza junto al espaldar de la silla, corrí de manera apurada el hilo que tenía puesto, siempre me ponía una tanga como párate de mi proceso de conectarme en la guía para sentirme como una verdadera trans, empecé a mojar mis labios con mi saliva e introduje primero mi dedo anular en mi boca muy despacio rozando mi labio inferior y superior ya con el dedo lleno de saliva, empecé a rodear con mucho cuidado mi ano con pequeños golpes circulares y palmaditas, no sé si les pasa, pero cuando esté muy caliente sientes como que el ano palpita pequeñas contracciones, hasta inducir mi dedo por completo, todo mientras este hombre misteriosos me escribía.
Me indicó su dirección y demás información con el propósito de coordinar un encuentro, lo que me hizo pensar que era alguien que en realidad quería tener un encuentro más, teniendo en cuenta que en este tipo de páginas las personas suelen hablar, pero no concretar nada, diría que el 98% de las personas, lo que demuestra el carácter misterio roso y tabú que aún rodea el tema
Debo confesar que al ver su perfil me llamó mucho su atención, que al ver sus fotos se mostraba como con un aspecto rudo de roquero, con algunos tatuajes, tocando instrumentos y muy varonil se observaba en sus fotos, lo cual me llamó la atención, para despejar algunas dudas le pregunte que con quien vivía y demás al indagar me di cuenta de que vivía muy cerca a mi casa lo cual fue como un golpe de adrenalina para mí, me empezó a calentar la idea de ser toda una mujer en la intimidad, en medio de la conversación le indique que no estaba depilada, creo yo más como una medida de defensa en medio del temor que sentía de estar con un hombre, como para no continuar con el tema, él sin dudar me respondió que necesitaba que él lo conseguía, yo le respondí con una serie de cosas que necesitaba incluyendo cuchillas, elementos de aseo personal y una ducha anal para limpiarme aún que no tenía experiencia en cómo hacerlo había leído algo sobre el tema del cuidado y limpieza que debes tener a la hora de tener relaciones.
A los 10 minutos me respondió con una foto donde me mostraba todos los elementos comprados, más una botella de Ron Santa Fe y preservativos, lo que me sorprendió, solo pensé que este hombre realmente quiere estar conmigo. No me está tomando del pelo, en ese transcurso de tiempo, dada mi excitación, me fui a la cama y me masturbé pensando en esa posible experiencia hasta venirme. No sé si les pasa a todas las chichas trans, pero al venirte ya baja la excitación, es como si ya no quisieras continuar siendo una chica. Por lo que, por lo general, cierro los chats.
Sin embargo, este hombre con sus palabras logró mantenerme arriba. Pero sin un tono incisivo, lo que generó en mí más confianza: me decía" solo si quieres, si está segura, quiero que te sientas". Al indicarle que era virgen, me empezó a insistir más y más. Creo que esto fue para él; el mayor estimulo, creo que me quería quitar el virgo a toda costa.
Me indicó que me lo haría con calma y con buen lubricante y que me chuparía la colita sin parar hasta dilatarme, Recuerdo sus palabras, amor, si yo no chupo culo, no se me para. Me indicaba de manera muy puntual cómo me metería la lengua, cómo dilataría poco a poco mi colita hasta poderla meter.
Junto a esto me confesó y me envió fotos de su pene que no era muy grande, unos 14 cm en erección y no muy grueso. En medio de mis previas interacciones por cámara, sabía que ese era el pene pequeño, ideal para una primera vez. Pensé en mi interior, aunque pensando con mi mujer interior, no hay nada más existente que una verga grande y bien parada. Pero no le di importancia, solo pensé que sería bueno experimentar de a poco.
En un momento él me confesó que era fotógrafo y que podía tomarme fotos. Ya, en medio de la excitación, dije: no me voy a resistir más. Le pedí su WhatsApp, elegí lo primero que encontré para vestirme de niña. Lo recuerdo muy bien.
Un body blanco que levantaba al máximo hacia arriba de mis hombros para que me pudiera formar más la cola, además me exigía mucho levantar las tangas, sentir que hilo me roza al máximo mi ano, al punto que quiera entrar, eso me encanta y una minifalda la que nunca use, empaqué todo en mi maleta y salí en mi bicicleta sabia que era a menos de 10 minutos de mi casa.
Ya en la bicicleta me empecé a cuestionar si esto que estaba a punto de hacer estaba bien, qué iba a pasar, si iba a estar segura. Miles de preguntas y cuestionamientos empezaron a indagar mi mente en medio de la excitación y la adrenalina, mis manos sudaban y mis palpitaciones aumentaban, Estaba a punto de devolverme 2 veces, pero cuando me di cuenta, ya estaba en la entrada del conjunto.
Lo llamé y me pidió que me anunciara. Yo, con toda la pena del mundo, me anuncié. No sé si el celador me miraba o eran mis nervios. Tal vez el celador diría otro que se lo van a culiar, me indico dónde dejar la bicicleta. así empecé a subir al apartamiento, no recuerdo ni la torre ni el piso, quizás producto de los nervios.
Antes de golpear en su apartamento, recuerdo ponerme la capota del buzo que llevaba puesto, quizás para ocultar en alguna medida mi intimidad. Enseguida me abre un hombre alto de 180 cm, grande, podría decirse que algo gordo. No fui capaz de mirarlo a los ojos, él solo me dijo con voz tierna: "hola", a lo que yo respondí de manera presurosa: "hola, ¿me puedes indicar dónde está el baño?", Él me señaló a dos pasos de la puerta. Al ingresar todo lo que le había pedido estaba, hay incluso algo de maquillaje, polvos, un brillo labial y una crema con escarcha, supuse de inmediato para untarme en el cuerpo.
Procedí a ducharme, a realizar la ducha anal y demás cuestiones con el fin de verme y sentirme como una niña sexy. Al salir, me miré al espejo por última vez y dije "ahora eres una mujer, te vas a comportar como tal, vas a ser una perra en la cama, vas a darlo todo para complacer a ese hombre". A pesar de mis nervios, salí. Era un apartamento dúplex. Él me esperaba en el segundo piso. Para ese momento, ya eran las 6 de la tarde, por lo que la luz empezaba a oscurecer.
Mientras subía las escaleras, me di cuenta de que, por el afán o por descuido, solo me había puesto el body, Olvidé la minifalda y un hilo que pensaba ponerme debajo del body para agregar más capas y que fuera más excitante el momento de desvestirme. Al subir, estaba el parado, mirándome fijamente como el león, esperando su presa, con su cámara en la mano. Sus ojos me miraban fijamente, yo solo podía mirar el piso mientras avanzaba, de pronto se acercó a lo que mi reacción instintiva fue darle la espalda. Supongo que en ese primer instante miro por primera vez mi culo paradito y resaltado por la crema con brillantes que me había comprado.
Sentí cómo su mano intentó tocarme, pero procedió a tomarme de mi mano y darme una vuelta hasta tenerme de nuevo de espaldas, Acercó su cuerpo y me dijo" estás hermosa que rico se te ve ese culo" bajo su mano por mi espalda sin tocar mi cola, como quien guarda lo mejor para el final y beso mi cuello ese preciso momento para mí fue mágico solo incline mi cabeza hacia atrás dejando que al descubierto mi feminidad, yo aún muy tímida tenía las manos rígidas al lado.
Luego él solo me volteó ya de frente, levanté mi cabeza desde mi quijada y me dijo otros piropos mirándome. Intenté mirarlo a los ojos, de pronto siento un beso, la primera vez que me besaba con un hombre la verdad estaba impactada no sabía que hacer mientras él introducía su lengua en mi boca me beso con pasión, yo lo miraba consternada mientas él con los ojos cerrados y sosteniéndome de la cintura me besaba intente besarlo, pero no sé qué tan bien lo hice estaba sorprendida.
De pronto, siendo un pequeño empujón con la intención de alejarme y voltearme de nuevo de espalda sin mucha fuerza, pero con la firmeza de un macho, prende su cámara y me pide que pose para el y su lente.
Al principio mis nervios me mantenían rígida, Él obturó algunas veces y tomó las primeras fotografías, hasta que algo en mi interior me dijo que estás haciendo. Disfruta el momento y empecé a posar, sujetando con las dos manos el barandal de la escalera e inclinando mi cola, a lo que él respondía diciéndome, "Eso, mi amor, qué rico asi", Creo que poco a poco fui soltando tomo algunas fotografías más. De pronto escucho un grito "NOOO AGUANTO MÁS", se acerca de manera muy fuerte, me toma de la mano para posteriormente agárrame de la cintura e impulsarme a su cama. En un acto de deseo, quedé en cuatro en su cama, con los pies aún en el suelo. Él los tomó y los subió a la cama, quedando totalmente en cuatro. Sin mediar palabra, se inclinó. Tomó mi body con sus dos manos y con un movimiento brusco lo rompió justo debajo de mi ano.
Como acto segundo sentí cómo con cada mano separo mis nalgas mientras aproximo su boca a mi cola e introdujo de manera rápida su lengua en mi ano intentando devorarlo, solo pude ver al frente y abrir mi boca de placer mientras él me daba lengua sin piedad, ejercía fuerza en mis nalgas intentando abrir al máximo mi culo, cada vez más y más, mientras yo sentía un placer indescriptible, por primera vez un hombre disfrutaba de mi ser e interactiva con mi cola algo que había deseado toda mi vida.
Su lengua poco a poco fue entrando dentro de mí, sentía cómo la punta de su lengua entraba y hacía círculos dentro de mí, solo levantaba su cara, escupía mi culo y volvía a chupar de manera desaforaba al voltear veía cómo su cara se movía de manera irregular intentando encontrar lo más profundo de mi cola. De la excitación perdía fuerza, así que cada vez estaba más inclinada, así que empecé a gemir con voz femenina y suave.
Él me volteó, en este movimiento quedé en la cama con las piernas abiertas así arriba como toda una mujer. Todos estos movimientos los hacía con una fuerza a la que no estaba acostumbrada, lo que me hacía calentar aún más entendiendo mi rol de pasiva. Mientras él se desvestía, me miraba y me decía lo rica que le parecía y lo rico que sabía mi culo. Yo no podía decir una sola palabra, solo lo miraba indefensa. Ya desvestido, me mira y me dice "esta mojadita". Toma mi verga parada y con la punta de sus dedos saca los líquidos que emanaban de mi pene, producto de la excitación y la chupada de culo que me estaba dando, para posteriormente introducir primero dos, luego tres dedos en mi boca, al sacarlo, vuelve y me besa ya con todo su cuerpo puesto sobre mí.
Luego se pone de rodillas y sigue dándome lengua por más de 15 o 20 minutos hasta que por esas cuestiones que te deja el porno, le dije: "Quiero sentarme en tu cara" él se recuesta sobre la cama, primero intento ponerme en cuclillas poniendo mi cola en su cara con cuidado. Ya luego de un par de segundos, dejó caer mi cuerpo y todo el peso de mi culo en su cara, a lo que fue un privilegio para él. A leguas se notaba cómo lo disfrutaba, abrazaba mis piernas, impulsando mi cuerpo hacia él, hasta que en un momento decidí inclinarme al frente y chupar su pene.
Al ser mi primera vez, dado que su tamaño era pequeño, lo metí todo a mi boca de una sola vez, lo solté y le daba besos en el glande rodeando su pene con su lengua. Enseguida noté que empezaba a salir algo de líquido pre seminal, de su pene, a lo que procedí a limpiarlo con mi lengua. Lo escupí un par de veces, lo metía y los sacaba de mi boca apretando con mis labios y enrollándolo con mi lengua para producir placer. De igual forma, chupé sus bolitas hasta dejarle todo lleno de mi saliva. En medio de esta actividad de lujuria, noté que había pasado de chuparme el culo a chuparme la verga. Ya la tenía toda en su boca, yo, en medio de la excitación, me movía de manera que mi verga entrara y saliera de su boca como follándomela.
Hacía duramos bastante tiempo, hasta que el cansancio nos ganó. Yo me dejé caer de lado quedando en posición fetal, a lo que él se acomodó de la misma manera de frente a mí. Solo nos miramos, él me daba besos mientras me consentía y me tocaba todo el cuerpo, a lo que me dijo una de las frases más raras que a día de hoy no sé si es un alago. Me dijo "me encantas, eres muy andrógeno" y procedió a chuparme el culo de nuevo.
Pero esta vez, junto a mis piernas y las inclino hacia atrás, dejando mis rodillas pegadas a mi cara y dando todo mi culo a sumerce hay me daba nalgadas mientras hacía pequeñas pausas para respirar en medio de la chupada. Era tal la excitación que solo puso mis brazos hacia atrás de mi cabeza estirados en señal de que ya podía hacer lo que quisiera.
Luego abrió mis piernas y empezó a rozar su pene con mi culo. Cada vez más y más con movimientos circulares y de atrás hacia el frente, en ese momento entendí que lo quería meter asi sin preservativo a pelo, como dicen. En un momento de lucidez esperé un par de movimientos más y en un momento empezó a intentar a meterlo a lo que le dije "qué estás haciendo". Me dice, solo estoy jugando con tu culito, pero entendió y se puso el condón como un poco frustrado. Se le notó que no quería, pero no quería exponerme y menos mi primera vez.
Luego me tomó con todas sus fuerzas, me alzó y me puso en cuatro de nuevo, volvió a darme algo de lengua y empezó a intentar penetrarme, mientras con la otra mano me empezó a masturbar. Tomó mi pene con tal fuerza que sentía cada pajaso como único, sentía cómo mi pene era desgarrado por sus manos de arriba a abajo, hacía movimientos largos y fuertes. Especialmente esto, aplicando mucha fuerza, sus manos eran gigantes. Mientras mis testículos se veían apretados y juntas atrás, rozando con mi culo, producto de la fuerza ejercida en cada movimiento, estos factores combinados provocaron mi eyaculación. Recuerdo voltear a ver por debajo de mí y ver cómo salía y salía la leche, toda está regada en el cobertor de la cama.
Recuerdan que al inicio de este relato comenté que al eyacular perdía la libido, las ganas. Lo sentí de inmediato mientras este hombre intentaba penetrarme, ya sentía la cabeza de su pene adentro. Pero por eso el cambio en la excitación de mi ano se contrajo. Él lo sintió de inmediato, por lo que de inmediato procedió a meterme un dedo, el cual era incluso más grande que su pene. Debo confesar que, aunque me dolió mucho, me encantó, Podía sentir cada parte de su dedo, cada pliegue de su dedo con mi culo, lo cual me pareció increíble y un nuevo descubrimiento para mí sentir con tal presión la forma que antes ya había experimentado con juguetes, pero no había sentido esto.
Introdujo un par de veces su dedo hasta que lo paré con mi mano, me dolía y no me sentía cómoda. Él procedió a aplicar un lubricante, de la marca KY (el cual odio desde ese día), pues al contrario de ayudar, me ardió hasta el alma. Ya no estaba excitada, solo sentía un profundo ardor y no me sentía cómoda; cuando sintió la primera, embestida. Me penetró profundo y con todas sus fuerzas, por suerte, no tenía un pene grande, por lo que no me lastimó. lastimosamente, no sentí placer, por lo que solo aguanté un momento mientras sentía que entraba y salía pero con mínimo placer, hasta que por inercia me dejé caer esperando que saliera. Él quería continuar encima de mí dándome, pero no lo dejé. Lo miré fijamente y le dije: "Lo siento, no estoy excitada, me tengo que ir". Él asintió con su cabeza.
Me pare, me fui al baño, me cambié con prisa, ni siquiera me quité el maquillaje, solo quería salir de ahí en el menor tiempo posible. Tomé mi ropa y me vestí con prisa, salí y no le dije nada, solo lo miré y él me dijo: "Lo siento" al salir, no me sentí usada ni nada por el estilo, solo me cuestionaba porque no sentí placer, qué pasó con lo que tanto deseaba ser penetrada por un hombre. he llegado a pensar que para tener relaciones como pasiva no debo eyacular de esta forma, puedo conservar la libido y permitir que me penetran sin ningún problema, es algo que debo conocer con la experiencia.
pero ahora con mas calma pienso que quizás no era el hombre o el momento y que no se si deba seguir con esa búsqueda y entregarme a los placeres más íntimos como una chica trans pasiva.
al llegar a casa me bañe y bloque a esta persona por miedo o pena no lo se; el hecho es que hasta hora me pregunto que hubiera pasado si no me hubiera sentido incomoda, si todavía tuviera encuentros con este hombre o con otros ya como toda una perra en la cama y que paso con esas fotos que me tomo en ese encuentro en que me penetraron por primera vez.