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Hace un par de años, publiqué en un foro una fantasía, en ella exponía claramente lo que esperaba. Uno de esos mensajes me generó interés. Comenzamos a charlar, pero dejamos en pausa el conocernos porque yo ya andaba súper encarretada con un noviazgo.
El caso es que un día, decimos conocernos, uds saben la cantidad de nervios que lo consumen a uno, cuando se lanza a conocer a alguien con quién haz contactado por internet, creo que nos pasa más a nosotras las mujeres, pero el chico, a quien llamaré Juan, me inspiraba confianza, pues aunque nuestros chats no eran constantes, siempre se mostró muy tranquilo y respetuoso y sobre todo, muestras conversaciones fueron divertidas, siempre entre esa línea de mantener el interés, y no ser intensos.Yo fuí quien propuso el lugar para esa cita, y al fin presentarnos. Ambos somos casados, y si tú también tienes algún tipo de compromiso, entenderás la excitación que traen estas situaciones, apesar de que también exista el miedo. Quedamos en una tarde, él es considerablemente muchísimo más joven que yo, llegó en su uniforme de trabajo, y pues confieso, yo tengo una fijación por cómo se les marca la verga a los hombres, y evidentemente su uniforme estaba hecho de ese tipo de telas en las que muy poco queda a tu imaginación.
Un saludito lleno de risas de nervios y excitación, me pareció atractivo, ya conocía su físico en fotos, pero no su cara, al conocerlo por fin me sentí toda una vieja morbosa, jajajaja, y es que sí, él se ve muy joven! Iniciamos con una conversación normal sobre nuestras vidas, pasamos a cosas más interesantes como nuestros gustos. Y ahí está lo que hace realmente seduce, puesto que encontramos que teníamos mucha afinidad en lo que queríamos experimentar, apreciaciones sobre cómo unos gusta fluir... en fin, y así entre entre risas coquetas y confesiones, ambos nos fuimos excitando. Sé que soy una coqueta y soy atrevida, pero sé que él no esperaba que de la nada, yo me sacara una teta , dejando ver mi pezón. Y es que sin bien no estábamos muy rodeados de personas, sí estábamos en un lugar público, y demasiado tranquilo como para este tipo de exhibiciones. Risas, nervios por parte de él, excitación y picardía de mi parte... él se dispersó de la conversación jajajjaja, ¡Cualquiera perdería el hilo de una conversación, con algo así de intempestivo!
Me gustó que aunque hice algo atrevido, él solo se limitó a disfrutar de la vista, en ningún momento fue lanzado. Pude notar con tras esa tela, su erección se hacía evidente. Debíamos despedirnos, el tiempo fue realmente corto, pues ambos estábamos volados, pero ese día inició una amistad bastante interesante. Ya luego les contaré un poco más de mis travesuras con Juan.