Guía Cereza
Publicado hace 2 semanas Categoría: Bisexuales 689 Vistas
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Cuando era muy jovencito tenía un vecino en mi barrio, él era cuatro años mayor, moreno, piernón y velludo le gustaban los caballos y juagábamos de todo un poco, en las tardes noches casi siempre lo dejaban solo en su casa.

Desde la acera de su casa se podía ver mi casa, jugábamos y hablábamos de todo y de vez en cuando nos entrabamos a su cuarto y me pedía que se lo mamara o que le chupara el culo, me encantaba su olor y especialmente el tamaño de su verga, grande, gruesa y peluda, sus huevas olían muy rico y ni que decir su culo, disfrutaba mucho de su aroma y tamaño de la verga.

Me encantaba cuando me ponía a mamar, me sentía delicioso mí rosado culito se mojaba y me daba un cosquilleo en mis redondas nalgas, después de muchas entradas y salidas para no generar sospechas, finalmente el se me montaba y me ponía ese enorme glande en mi culo, me dolía un poco, me encantaba sentirme así apretado, atarugado en mi culo. Yo contraía y disfrutaba de sentir esa enorme verga ahí, de repente sentía algo espeso, caliente y abundante que bombeaba chorros de leche, yo me quedaba inmóvil para no interrumpir esa rica descarga.

El único movimiento que hacía era succionar su lengua, me sentía atrapada y satisfecha en ese momento. De ahí Sali corriendo para mi casa me iba muy feliz y no lo entendía.

Ahora ya mayor, solo deseo volver a vivir esa experiencia sentir toda la verga dentro y no solo el glande, volver a mamar una verga y disfrutar ese olor de macho cacorro.

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🍒 Pregunta Cereza

“Lo más excitante que me han hecho sin quitarme la ropa…” A veces lo más erótico no necesita piel desnuda ¿Qué fue lo más excitante que te hicieron sin tocarte directamente? ¡Cuéntanos!