Guía Cereza
Publicado hace 2 semanas Categoría: Gay 1K Vistas
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Después de lo que me pasó en las escaleras, quedé con la calentura a mil. Caminé un rato por el centro comercial, pero no podía dejar de pensar en todo lo que acababa de hacer. Entonces me fui para otro baño, más escondido, a ver si pasaba algo más.

Cuando entré había dos manes. Uno era más grande, con brazos de gym, camisa ajustada y cara seria. El otro era más joven, con pinta de universitario y esa sonrisa traviesa que uno reconoce de una. Desde que me vieron, se sintió la tensión.

Me fui al lavamanos, el joven se me paró al lado y empezó a arrimarse disimulando, mientras el corpulento me miraba fijo por el espejo. A los segundos ya los tres estábamos al fondo, pegados a la pared, lejos de la puerta. El joven fue el primero que me tocó, me bajó el cierre del jean y me agarró la verga ya parada. Ufff, se me paró más con ese toque. El otro man se acercó por detrás y empezó a agarrarme el culo fuerte, apretándome como si quisiera partirme ahí mismo.

El chino me besaba duro, con mordiscos, mientras me la pajeaba, y yo con la otra mano le agarraba la verga por encima del pantalón… estaba gruesa, caliente. El corpulento me pegó contra la pared, me bajó el pantalón hasta las rodillas y me escupió el culo sin pensarlo. Sentí su verga rozándome, y eso me prendió durísimo. Me punteaba, me sobaba con la cabeza caliente de la verga mientras me agarraba fuerte de la cintura.

Yo me giraba para besar al joven, que ya se había bajado la pantaloneta. Tenía una verga dura, brillando de preseminal, me la metía a la boca y yo lo miraba hacia arriba mientras el otro me punteaba más duro atrás. El morbo de tenerlos a los dos encima era una locura.

El grande no paraba de escupirme y darme nalgadas, mientras el joven me agarraba la cabeza y me metía toda su verga hasta el fondo, haciéndome llorar de lo hondo que me la clavaba en la garganta. Ellos se miraban entre sí y se reían morboseados, como si estuvieran disfrutando verme en medio de los dos.

Yo estaba vuelto mierda de la excitación, jadeando, dejándome hacer. Sentía cómo el corpulento me pegaba la verga cada vez más duro contra el culo, punteándome como si en cualquier momento me la fuera a meter toda… y el joven gemía cada vez más fuerte mientras yo se la mamaba sin parar. Hasta que no aguantó más y me reventó la boca con su leche caliente. Yo me lo tragué todo, sin dejar que se escapara ni una gota.

El otro, mientras tanto, me apretó fuerte, me escupió otra vez y me dijo al oído: “la próxima sí te la meto completa”. Me acomodó la ropa rápido, me dio una nalgada fuerte y salió como si nada. El joven me dio un beso rápido y también se fue. Yo quedé ahí, respirando fuerte, con la leche todavía en la boca, caliente y con ganas de más.

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🍒 Pregunta Cereza

“Lo más excitante que me han hecho sin quitarme la ropa…” A veces lo más erótico no necesita piel desnuda ¿Qué fue lo más excitante que te hicieron sin tocarte directamente? ¡Cuéntanos!


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