Guía Cereza
Publicado hace 1 semana Categoría: Bisexuales 435 Vistas
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Trabajo en toda la región de Urabá, en algunas ocasiones me debo de hospedar en algún municipio. Ese día me quedé en Necoclí. Terminé de trabajar a las tres de la tarde, decidí buscar un lugar donde quedarme.

Llegué al hotel y me atendió una joven morena de cabello liso, unas caderas muy hermosas.

Me instalé en el cuarto y dispuse a buscar algo para tomar, al salir del cuarto me encontré con una mujer morena con unas piernas espectaculares y unas nalgas redondas, unos crespos abundantes y unos pechos responsables.

El saludo fue muy cordial, enmarcado por una sonrisa muy linda cargada de cierta dulzura de mujer madura.

Tenía un pareo que dejaba ver su ropa interior muy hermosa, sus pies espectaculares, unas chancletas plásticas muy sencillas que protegían unos pies que al primer vistazo se me hizo agua la boca, no pude disimular el asombro y ella lo noto.

 Me hice a u lado para dejarla adelantar, dio tres pasos más y seguí detrás de ella, su cola me hizo alucinar, ella giro la mirada para darse cuenta que la estaba mirando, me sentí un poco mal.

Pedí disculpas y continué por el pasillo y al pasar por su lado me dijo en voz baja, tranquilo no hay problema me gusta.

Seguí con mis oídos casi zumbando, mientras sonreí un poco, pedí algo para tomar en la recepción, me senté justo al frente del mostrador para ver todo su cuerpo, ella tomo un lugar justo donde su cuerpo fuera visible para mí.

Habló con la chica de la recepción y mientras lo hacia su mano izquierda se sobaba el glúteo, por el espejo de la recepción me miraba para cerciorarse si yo la contemplaba.

Sentí que era el principio de un juego muy interesante, le ofrecí algo de tomar y aceptó expresando la condición de que también debía de llevar algo para su cuarto.

-Dale yo encantada!, muchas gracias, pero no estoy sola en mi cuarto.

-Tranquila es con mucho gusto -le respondí.

  Saco dos cervezas y las destapó, se acercó a mi mueble y brindamos.

-Salud! Por una tarde un poco calurosa y de buena vibra.

Esas palabras las escuché como música para mi cómplice alma.

-¡Salud a ti y a tu compañía!

Sentí una energía muy especial en ella.

Después de mucho rato y ya un poco mas fresco, decidí ir a mi cuarto, al fondo del pasillo en la pared un espejo de todo el alto, mi cuarto era la última puerta al lado izquierdo y ella entró a la ultima puerta del lado derecho.

Al llegar a mi cuarto noté que la puerta del frente estaba entre abierta, no aguante la curiosidad y miré, me encontré con unos hermosos pies, puros, delicados y con uñas maquilladas. De nuevo mi boca se hidrató.

En mi pensamiento se hicieron imágenes de mi lengua lamiendo esas plantas de los pies y chupando todos los dedos.

Mi mirada continuó recorriendo el origen de esos pies y decidí subir por las pantorrillas hasta llegar Asus piernas, cada vez eran mas motivos para no dejar de mirar, me encontré con unos hermosos glúteos redondos y grandes, de una piel hermosa y de una contextura firme y suave.

 Encajaban perfecto con un surco lumbar que se expandía en una espalda femenina y fuerte, y con unos hombros arropados por unos hermosos crespos que se sacudían al vaivén de la cabeza mientras de manera placentera su boca engullía y alternaba con lamidas de toda la lengua en espectacular mástil, grueso, venoso y totalmente recto.

Sus manos sobre el abdomen del macho velludo que admiraba en silencio la dedicación placentera y lasciva de una hembra hambrienta de sexo.

De repente, nuestras miradas se cruzaron y sentí que no debía mirar más. El macho satisfecho me asentó con la mirada, lo cual me sentí más cómodo y di un paso al frente para llegar hasta la puerta.

La hembra recogió todas sus piernas para ponerse en cuatro y seguir disfrutando del rico pene erecto. Descargo todo su pecho en medio de unas hermosas y velludas piernas, así sus nalgas se abrieron y expusieron unos labios vaginales grandes, gruesos y carnudos, totalmente depilada.

El hombre, me señalo con su cara que me entrara, me indico con los labios, que le besara.

Aun con un poco de susto me arrodillé en el piso para empezar a degustar esos hermosos pies; empecé a olerlos y a degustarlos con mi aliento, exhalaba sobre ellos para que me regresara el aroma de sus pies. Olían rico, era el aroma de piel femenina llena de ganas, de vida y de mucho sexo.

Los adoré con pequeños besos secos, y entre cada beso, mordiscos muy leves para degustar esos ricos pies. Decidí lamerlos con toda la lengua, eso le hizo despertar algo y decidí continuar, expandía sus dedos como señal de placer, mi lengua recorría cada espacio entre sus dedos y terminaba succionando el dedo gordo, me encantaba el aroma de los dedos y la textura de esmalte de sus uñas en mi lengua.

Noté como paraba sus glúteos, era como una señal de que ya era hora de cambiar de lugar.

Levanté mi cabeza y pude notar que su vagina estaba un poco húmeda, mis manos sujetaron los glúteos y abrieron el paraíso; un hermoso culo palpitante. Mi lengua se clavó al instante y decidí lamerlo.

De repente el silencio de la habitación se interrumpió por un hermoso murmullo ¡Que ricooo! Comprendí que podía continuar, su ano se contraía como señal de placer, enterré toda mi lengua hasta los mas profundo en ese ano, ella expulsaba gemidos de placer y respondía con succionadas ruidosas en esa hermosa verga. Creamos la sinfonía perfecta.

Para ese entonces ya mi verga estaba erecta y mi culo húmedo, no sabía que pasaría, pero decidido a continuar en lo que ellos propusieran.

Ella asumió el control y decidió sujetarme la cabeza, me apretaba fuerte contra su nalga, podía sentir el deseo de meter toda mi cabeza en su culo, eso me calentó mucho mas y empecé a fantasear con ella, quería que hiciera conmigo lo que quisiera, baje a su vagina y empecé  a lamer sus labios, podía sentir el rico sabor de sus líquidos, ella explotaba de placer cada que introducía toda mi lengua buscando hasta la ultima gota de sus jugos.

De repente me sujeto por le cabello y levanto mi cabeza y se dispuso a lamer mi boca, me encantaba en olor a verga que tenía en su cara, sacó su lengua para que la chupara.

Regreso y chupó la verga, volvió a mi boca para descargar el liquido de su macho, era saliva con sabor a verga, delicioso y placentero.

Así lo hiso por mucho rato, me preparó para que mi boca degustara el rico mástil; me sujeto por la cara y la cabeza, llevó mi boca hasta la verga de su macho ….


Continuará 

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🍒 Pregunta Cereza

“Lo más excitante que me han hecho sin quitarme la ropa…” A veces lo más erótico no necesita piel desnuda ¿Qué fue lo más excitante que te hicieron sin tocarte directamente? ¡Cuéntanos!