Compartir en:
Hay momentos y lugares que te elevan y se convierten en un dejávu, quizá porque te recuerdan lo feliz que fuiste o en su defecto, lo bien que la pasaste, en mi caso, definitivamente es la segunda, el día de hoy pese a estar llena de responsabilidades y trabajo ya que por motivos laborales he estado por fuera de la ciudad, "abandonando" un poco mis obligaciones en la ciudad bonita a eso de las dos de la tarde sonó mi teléfono, la persona al otro lado de la línea era de esas a las que definitivamente no le se decir que no, solo su voz me invita al pecado, es un hombre en la mayor extensión de la palabra, además, con una verga exquisita, debo confesar que hace algunos días no tenía sexo, estaba en abstinencia casi que absoluta, después de unos minutos al teléfono, de hablar sobre temas cotidianos y las preguntas de rigor, como estás? Porqué tan perdida? No extrañas mis cogidas, etc, vino la pregunta que esperaba, podemos vernos? A donde paso y te recojo? Lo pensé un par de minutos, pese a que ese hombre me hace solo pensar en lujuria tengo muchas cosas que entregar el día martes, las ganas me ganaron, le dije a donde pasar por mi, llegó, nos saludamos y nos fuimos de inmediato a un motel que hace mucho tiempo no visitaba, motel que frecuentaba con mi ex pareja y que hoy disfruté al máximo con ese hombre que me hace gritar de placer, pero, hoy con un bonus extra, en mi cuerpo y mi cabeza estaba la realidad de estar con ese hombre que me pega tremendas cogidas por un lado, y por el otro en mi pensamiento el hombre que no puedo negar que me culeaba exquisito y con el que me gustaría repetir un par de encuentros casuales, hoy, bueno, ayer fue un día extraño mientras me dejaba llevar por la cercanía, por la mirada y las embestidas de mi amante amigo, mi mente viajaba entre el presente y los ecos de otro tiempo.
Una parte de mí revivía viejas memorias; otra se rendía a lo que estaba ocurriendo. Y en medio de ambos mundos, solo quedaba una certeza: hacía mucho que no me sentía tan viva... Ahora estoy aquí, frente a la pantalla de mi PC, casi sin piernas, con mil cosas por terminar pero bien culiada, aunque no se porque pese a estar satisfecha, estoy deseando ese encuentro casual de sexo desenfrenado con mi ex...






