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me hacía imposible lo que hace unos momento había pasado, al salir de la bañera deseaba seguir cogiendomela y recordé cuantas veces la vi. cuando llegaba de trabajar o salía con su galán y de pensar que a lo mejor esto ya no se repetiría, decidí aprovechar todo momento así que la tomé entre mis brazos y busqué su boca para besarla de una manera tierna, a lo que ella también respondió, nos tumbamos en la cama, la coloqué boca arriba y me fui bajando poco a poco hasta volver a llegar a su concha
Volví a mamarle su vagina, esta se encontraba un poco dilatada y no tardó en responde en soltar sus jugos del placer. Ella gemía y me tomaba de la cabeza, al meterle un dedo gimió demasiado, para posteriormente meterle los dos dedos, esas reacciones de euforia hicieron que mi pene estuviera a la orden. Ella me dijo:
-Quiero que también disfrutes, quiero mamarte yo también… -Siiiiiiiii…
Hicimos el 69, me excitaba el tenerla trepada encima de mi y el estarle mamando su concha, así estuvimos un rato para después ella se volviera a montar sobre mi verga.
Veía como se contoneaban de un lado a otro sus senos, hasta llegar al orgasmo,
volvimos a la bañera. Y al salir de la bañera y recostarnos en la cama.
-Nunca creí que fuera a pasar esto, créeme que todavía estoy excitado. -Yo tampoco fue algo loco ¿No?… -Si… pero muy rico, espero no haberte desilusionado… -Nooo, al contrario me dejaste sorprendida. -Me da gusto oír eso ya que la verdad desde que te conocí me impactaste, no hubo un instante que dejara de pensar en ti. -¿En serio? ¿Que es lo que más te gustó de mi? -¡Todo tu cuerpo!
-Jajajaja… -Si me encantó, y más tus nalgas, tu forma de vestir, la forma de caminar… -¿En serio?, me halaga escuchar eso. -Podremos repetir esto. -No lo se, pero fue algo para no olvidar…
Y ella suspiró.