Guía Cereza
Publicado hace 5 días Categoría: Transexuales 370 Vistas
Compartir en:

El relatado que les voy a contar hoy, me sucedió hace unos años. Para ese entonces yo tenía unos 24 años. En un chat de internet, empecé a hablar con un hombre maduro gay, el cual tenía una fascinación por los cacheteros, para ese entonces yo también tenía esa misma fascinación. Hablamos mucho sobre ese tema, hasta que me un buen día me invito a su apartamento, por supuesto yo acepte, pero con una condición, la era que me comprara unos lindos cacheteros, el acepto encantado.  

Llego el día esperado, llegue directo a su apartamento, el me recibió muy formal, era un hombre maduro de unos 40 y tantos años, alto, flaco, con barba, cabello corto, estaba vestido con un jean y un saco. Me invito a pasar, nos sentamos en la sala, me brindo algo de tomar, hablamos un rato, luego empezamos con los picos, luego los besos en la boca, tocar, rozar y acariciar por encima de la ropa, tanto el como yo estábamos muy excitados, el bulto en su jean así me lo confirmaba. Pero faltaba un ingrediente importante en este encuentro, si el cachetero, el cual fuimos a comprar a un éxito que queda cerca de su apartamento. 

Estando en el almacén, él se puso muy tímido, nos acercamos a la zona de ropa interior femenina y él se puso más tímido aun, hasta se puso rojo, yo fresca, pero muy excitada, sentía que mi pene iba a romper mi jean de la excitación que toda esta situación me producía, nos acercamos al stand donde estaban los cacheteros y yo estaba más excitada aun, mi acompañante estaba rojo no se si de la pena o de la excitación que le producía esto ya que el bulto que dibujaba muy bien una verga larga, brotaba de sus pantalones. Me dijo que escogiera el que quiera, pero rápido jajaja... Yo escogí un cachetero de color gris, de licra con un agradable aroma que solo tienen la ropa interior nueva. Pagamos y nos fuimos a culiar bien rico. 

Estando en su apartamento, fuimos a su alcoba, me dijo que extendiera el cachetero sobre la cama y que lo esperaba un rato hay sentada sobre la cama, él salido de la habitación, después de un rato, regreso, sin pantalones y con esa verga súper dura, era larga de unos 19 cm, ni gruesa ni delgada, diría que en un término medio pero deliciosa, unas bolas grandes, bien depilado y lo que más me encanto fue la erección plena que estaba teniendo, esa verga se elevaba hasta la altura de su ombligo, su glande este rojo y brillante por el líquido seminal que de esa linda verga brotaba, yo solo pase la saliva. Él se acercó y me dijo "es grande verdad", yo le respondí, "si, pero he visto más grandes", para ser sincera a él no le gusto mi respuesta y eso hizo que callera un poco la excitación del momento me mando al baño a que me cambiara, yo al ver que mi respuesta sincera, pero no oportuna, había bajado el nivel de extinción de en el cuarto, pase al papel de zorra sumisa. El cual para ese día me vendría muy bien para la faena de buen sexo que se iba a tener. Se que algunos hombres no les gustan que se les comparen en el tamaño de su herramienta, y a él no les gustaba, así que tenía que compensarlo por mi comentario de alguna manera. Entonces desperté ese lado de zorra sumisa. 

Cuando regrese del baño, él estaba completamente desnudo, acostado sobre la cama, su verga se volvió a poner plena apenas me vio. Yo me comencé a comportarme lo más femenina posible, cosa que a él le gusto, lo supe porque me devoro con el beso que me dio, y manoseaba que me dio, me dio un par de buenas nalgadas que me puso a mil por hora. Su verga está muy dura y lubricada, me la empezó a pasar con mis nalgas y la golpeaba contra mi culo, me masturbaba contra mis caderas, luego me metió su verga entre mis muslos cosa que a mí me encanta, mientras me da beso, y con las manos me toca todo. Luego me dio la vuelta y me puso en cuatro contra el borde de la cama, pensé llego mi hora de ser penetrada jajaja... pero no fue así, se siguió masturbando contra mis nalgas, las cuales aún tenían el cachetero puesto. después de un rato, me mando a que me costara boca abajo sobre la cama, yo como buena zorra sumisa hice caso. 

El inmediatamente se colocó sobre mí y siguió masturbándose contra mis nalgas, se sentía muy rico el roce de su pene duro, lubricado, el aroma a sexo, la textura del cachetero rozando mis nalgas, yo estaba tan excitada que termine teniendo su orgasmo muy rico. El siguió encima mío, rozando su verga, contra mis nalgas, contra el cachetero, me pido que me quietara la camiseta, yo tenía puesto un brasear de relace de color verde manzana, el me empezó a tocar toda la espalda, hasta que me tomo por las caderas con fuerza y empezó a intensificar su ritmo hasta que sentí los chorros de semen caliente disparados a presión, sobre mi mis nalgas y mi espalda, el aroma a semen era increíble, se sentía muy caliente, los aromas mezclados entre semen y el aroma de ropa interior nueva me produjeron otro órganos delicioso. 

Pensé que todo había terminado, pero... No fue así, su verga aun seguía bien dura y bien paradita, y estaba lista para el segundo raund, el solo me bajo los cacheteros un poco y empezó a empujar esa cosa dura y caliente que aún estaba palpitando por la enlechada que me acabada de dar. Tenía algo de dificulta para entregar en mi colita, así que la ayudamos con lubricante anal, saliva yo misma con mis manos ayudé a separar mis nalgas lo más que pude, sentían como la cabeza lubricada y caliente de ese rico pene quería entrar en mí, hasta que al final entro, por supuesto que él, la empujo con fuerza y sentí que me abrió a la mitad con esa primera embestía, la segunda fue más dura e hizo que esta verga entrada toda en mí, seguido dándome duro y masturbándome al mismo tiempo yo solo gemía como una zorra, ante el gran placer que me producía tener esa verga dentro de mí y a él encima mío, el aroma era delicioso, sentía su cuerpo caliente sobre el mío, sentía y olía su sudor escuchaba su respiración, sus géminos. 

Después de un rato me tomo por la cadera me puso en cuatro sin quietarme el cachetero y sin sacar la verga de mi caliente ano. Me siguió dando duro y parejo, yo solo gemía, sentía como el líquido seminal salía de mi verga, hasta que tuve una deliciosa eyaculación prostática, si de esas eyaculaciones que se producen por la estimulación de la próstata y sin ni siquiera masturbarte, eso fue súper genial, ya que él se vino también dentro de mí, sentí varios chorros de semen caliente, que me llenaron por completo mi culo, la sensación de ese semen dentro de mí no se las puedo describir esa inmensamente deliciosa. Después saco su verga de mi enlechado culo, nos acostamos un al lado del otro, el me abrazo y medio una roda de besos,  mientras sentía como el semen escurría de mi culo. Era grandioso, tenía semen en mi espalda y ahora dentro de mi culo, y a un hombre lindo dándome mi merecido jajaja... 

Para el tercer raund, me dedique a limpia esa verga con mi lengua. Primero le quiete todo el semen que tenía, luego se la chupe como una loca, no duro mucho y se vino en mi cara. Ahora tenía semen en mi espalda, culito y en mi cara, me sentía como toda una zorra, muy satisfecha y feliz, este hombre lindo me dejo muy satisfecha y de baño, si me toco bañarme con él porque no había de otra para quitarme el semen seco de mi espalda, pero el aroma del semen seco es muy rico. Después me llevo a mi casa, con el salimos un par de veces más.

Soy transexual, transito por el género Ver Perfil Leer más historias de milenat
Publica tu Experiencia

🍒 Pregunta Cereza

“Lo más excitante que me han hecho sin quitarme la ropa…” A veces lo más erótico no necesita piel desnuda ¿Qué fue lo más excitante que te hicieron sin tocarte directamente? ¡Cuéntanos!