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Siempre he sido heterosexual pero a los 41 años tuve la curiosidad y la necesidad imperiosa de probar un pene. Ya que no me gustan los hombres decidí tener un encuentro con una travesti. Tocar por primera vez el pene de otra persona es una experiencia increible. La penetración fué dolorosa y creí que nunca volvería a hacerlo pero a los pocos meses me entró de nuevo el deseo y volví con otra travesti. Poco a poco le fuí cogiendo el gusto y estuve con muchas travestis por varios años. Durante esa epoca a veces pensaba que era el paso intermedio para llegar a estar con hombres pero lo veia como algo horrible. Pero a los 51 años me entro la curiosidad de estar con un hombre y fué espectacular, estuve con algunos en unas experiencias inolvidables ( Trio, sauna gay, glory hole). Hace dos años decidí no volver a hacerlo pero descubrí que despues de que se ha disfrutado de todo eso es imposible dejarlo. Hoy despues de dos años de abstinencia de verga tengo muchas ganas de tener una en mi boca y en mi culo.








