Hace 15 años nos hicimos novios
Ella piel trigueña, 1.55 de estatura, senos pequeños, pezón mediano y café, cola normal no mucho ni muy poco, vagina rosada de labios prominentes, ano café. Yo trigueño 1.67 de estatura, contextura gruesa, con barba, pene promedio 17 CM con curva hacia la derecha. Dos personas normales. Ella solo había estado con un hombre y yo le llevaba ventaja. El sexo eres fantástico, orales deliciosos, orgasmos maravillosos, empezamos a practicar sexo anal y para ella fue la locura, nuestra vida sexual a sido muy buena y excitante.
La mayor parte del sexo lo teníamos en mi casa y en moteles hasta que me empecé a quedar en su casa y a ella le excitaba más la probabilidad de que nos descubrieran, lo mismo pasaba en mi casa solo que la probabilidad era menor ya que mi habitación quedaba en otro piso.
Hasta que un día mis papás se fueron a una fiesta y nos quedamos solos, teniendo sexo en la sala, el patio, el baño, las escaleras, mi habitación y más morboso en la cama de mis papás.
Ya lo habíamos hecho esa noche en su cama y nos quedamos dormidos desnudos, yo me desperté y empecé a consentirla para otra rica sesión de sexo. Ella se despertó y así como estábamos llenos de flujo, semen y fluidos nos hicimos un rico 69, las cortinas traslúcidas de la habitación de mis papás permitía la entrada de luz de la calle y podíamos ver nuestros cuerpos con cierta claridad y detalle, estábamos tan entretenidos y entregados al placer que no escuchamos ni sentimos la llegada de mis papás.
Ella gemía de placer al sentir mi lengua en su vagina y mis dedos en su ano, que dejó el flujo de su primer orgasmo en mi boca y mi cara, cambiamos al misionero y ella me abrazaba con sus brazos y piernas, mientras nos besábamos y chupaba sus tetas, cambiamos de posición ella se puso en cuatro, chupé su ano y lo penetre con mi lengua, para luego meter mi pene lentamente en su ano, ella gemía y gritaba de placer y yo lo sacaba por momentos para meterlo en su vagina.
Ella tomo la almohada de mi papá, la colocó bajo su vientre y su pelvis para acostarse y empinar su culo, me acosté sobre ella y penetré de nuevo su vagina, mientras le apretaba las tetas y le hacía chupar mis dedos como si fueran otro falo, acto que siempre la excita más estaba llegando a segundo orgasmo tomó la almohada de mi mamá y la mordió y babeo toda, sin cambiar de posición saque mi pene y lo metí en su ano haciéndola gritar y gemir contra la almohada, en pocos minutos logro su tercer orgasmo y unos minutos más tarde yo conseguía el mío eyaculando en su recto, provocándole el último orgasmo más intenso acompañado de un rico squirt que quedó en la almohada de mi papá y su cubre cama.
Sin levantarme de su cuerpo nos giramos para quedar en cucharita, mi pene seguía erecto de tri de su ano y ella abrió sus piernas metí mis dedos en su vagina para sacar su delicioso néctar y esparcirlo en su vientre, sus tetas, su cara, su boca y la mía, metí mis dedos de nuevo en su vagina y los metí en su boca y de repente ella deja de chuparlos y agarra mi mano para sacarla de su boca, inmediatamente cerró sus piernas y se cubrió las tetas y la vagina, yo gire mi cabeza y veo a mis papás en la puerta de la habitación mirándonos en silenció coger en su cama.
No dijimos nada saque mi pene de su ano aún erecto y escurrió mi semen sobre el cubre cama, me levante y ella detrás cubriendo su cuerpo con el mío, nos disculpamos con ellos y salimos de su habitación, mi mamá sólo dijo -mañana hablamos-. Bajamos las escaleras y ellos cerraron su puerta, nos quedamos callados en la mitad de la escalera con cierta vergüenza pero más excitados.
Hubo silencio en toda la casa por varios minutos, hasta que escuchamos decir :
Papá: ufff qué rico me lo mamas.
Mamá: pues después de lo que acabamos de ver, como no nos íbamos a excitar.
Papá: pero viste todo lo que hacen?
Mamá: si, y tu encantado de ver cómo estaba ella, que de una se te puso duro.
Papá: ponte en cuatro
Mamá: gemidos
Nosotros más excitados que al inicio nos fuimos a seguir a mi cama hasta que nos quedamos dormidos desnudos sobre las cobijas.
