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Aún estaba pensando en lo que acababa de hacer con Tomás, estaba allí casi desnuda con mis senos al aire y con el sabor a semen en mi boca, si bien quería convencerme que el gilipollas de mi esposo lo merecía por haberme sembrado en mi mente la idea de hacerlo, yo era la que había aceptado serle infiel y con un hombre de color, pero ahora estaba aceptando que saliéramos rumbo a nuestra suite a consumar lo que habíamos empezado y definitivamente no iba a detenerme, quería sentir todo ese mastil dentro de mi humanidad y saber que se sentía; Alejandra aún estaba desnuda con su vestido hecho un rollo en su cintura y como lo más natural se levantó acomodandose la falda sin pantis y subiéndose las tiras con las que se tapaba los senos, pero en ningún lado vi su ropa interior al parecer se había perdido, solo estaba mi sostén que lo cargaba Tomas, la discoteca era un bacanal ya sin descaro la gente cogía sin importar quien se sentaba a su lado a verlos o intentar tocarlos, era claro que muchos intercambiaron las parejas, era un ambiente muy erótico y salvaje a la vez, algo que jamás había visto pero estaba descubriendo que para mí tenía una chispa de gusto, me ponia muy excitada ver como las parejas tenían sexo y se habian intercambiado algunas y otras las mujeres estaban entre ellas mismas teniendo sexo a la vista de sus parejas, pero en vez de escandalizarme me excitaba mucho incluso ver a mi hermana era lo más excitante que podia vivir, lo entendí desde la primera vez que la vi en el cubiculo de masajes y empezaba a rondar en mi cabeza que al volver quizas le aceptaría a Luis salir con alguna pareja y si la quimica y empatia hacian su trabajo quizas intercambiariamos parejas.
Nos servimos los últimos tragos que teníamos sobre la mesa lo que me sirvió para pasar el sabor de la boca, aunque me había gustado su sabor me recordaba la culpa, y la idea fue cruzar entre las mesas con parejas en orgía y lujuria, inclusive observé que en una mesa estaban Leticia y Daniel, Ana y Jorge teniendo sexo intercambiados, y me causó mucha curiosidad ver la cara de felicidad de Daniel fallándose a Ana en cuatro y con un dedo metido en su ano haciéndola gemir desenfrenadamente mientras Leticia embobaba a Jorge ubicado contrario a donde ellos estaban mirando otras parejas teniendo sexo al tiempo con ellos, (eso me parecio tan excitante que me imagine a Tomas haciendomelo a mi, pero al mismo tiempo me dije a mi misma, ¿como podia pensar en algo asi de pervertido como dejarme meter el dedo cuando nunca habia tenido ese tipo de relaciones con mi esposo?).
Por un momento me detuve pues quería ver como la inocente Ana disfrutaba de ser follada por un tipo que ese mismo dia conocia de la mano de su esposo, y fue delicioso ver que Daniel metío su miembro en el ano de Ana suplicandole quelo hiciera despacio porque era su primera vez, Daniel la sodomizó con placer y lujuria, ella aferraba sus manos a la silla mientras su rostro reflejaba dolor y una lagrima resbaló por su mejilla, ese tipo la habia desflorado analmente y su marido ni por enterado se dio, los cuatro parecían no habernos visto a nosotras con nuestras parejas, Tomas me pregunto si lo que havia visto me gustaba y yo le conte que ellos habian estado con nosotras en el velero pero que ella no era la mujer de ese tipo dejandolo a él mustio con mi explicación, y salimos ante la mirada de la bandida que se habia atrevido a besar la punta del pene de mi hombre uno minutos atrás; Alejandra salió de la mano de Jerson y yo de la mano de Tomás, parecíamos parejas, nuestra suite no estaba muy lejos de allí, Alejandra parecía colegiada besándose y cuchicheando con Jerson que no dejaba de meterle mano y levantarle la falta dejando su trasero al aire o frenándola para chuparle las tetas en cada esquina al punto que su vestido ya volvia a solo estar enrrollado en su cadera como antes.
Mientras Tomas como el caballero que hasta ahora lo caracterizaba y con todo lo que habíamos hecho libertinamente consensuado, pues nada había sido forzado u obligado. Todo lo contrario, con paciencia y paso a paso fue influenciando mi propia excitación para minar o vulnerar mi voluntad con caricias, con frases morbosas, con insinuaciones indecorosas, mostrándome o ayudandome a descubrir que me gustaba exhibirme delante de otros y que me gustaba ver como otros disfrutaban de su pasión y lujuria, yo lo dejé seducirme y ahora él me llevaba abrazándome, besando mi cuello y acariciando mis curvas, pero en ningún momento me levantó mi vestido o me desnudo o me expuso como hacía Jeison con mi hermana. Aunque debo decir que se veía ella super alegre disfrutando de como era manoseada y exhibida con lujuria por el hotel, inclusive ella misma lo cogía de su miembro que ya habia sacado y le daba besitos en la punta jalándolo como una niña golosa.
Ya en mi mente la decisión estaba tomada, era inminente que íbamos a consumar la infidelidad que comenzábamos en la discoteca con Tomás, porque paso a paso había sutilmente conquistado mi deseo de ser infiel a Luis, era un caballero, simplemente, mientras nos acercamos a la suite, besaba mi cuello de tal forma que yo cerraba por instantes mis ojos y me entregaba a su placer, me alzaba y me cargaba entre sus brazos por ratos como si fuera su muñeca, o intentaba manosearme mis senos y mi cola con caricias las que me prendian más si cabia en ese momento, inclusive en una oportunidad ya llegando a nuestra suite me le trepe como en la discoteca encima de él, de la misma manera para poder besarlo mientras él me cargaba hasta entrar, mientras seguíamos mirando a Alejandra y a Jerson como jugaban entre pasillos de las habitaciones acariciándose, manoseándose y practicándose algo de sexo oral cada que se detenían en una puerta como esperando si alguien abría y los descubria, mostrando su deseo de continuar de no aguantar hasta la habitación.
Al ingresar a la habitación Alejandra se quitó su vestido dejándolo caer en el suelo completamente desnuda, se giró y quitándole la camisa y las bermudas a Jerson lo tomó de la mano, y solo se dirigió a su habitación dejando su puerta abierta. Mientras Tomás estaba parado en la puerta mirando la escena de mi hermana que parecida desesperada por acostarse con su primo, yo tomé la mano de Tomás y lo dirigí a mi habitación, pero tampoco quice cerrar la puerta pues deseaba escuchar como mi hermana follaba con su adonis; De una manera romántica, seduciendome como un enamorado en su primera vez comencé a besarme con Tomás, mientras le quitaba su camisa y le bajaba sus Bermudas para quedar de frente con ese miembro que minutos antes había degustado en la discoteca.
Él sacó mi vestido por arriba de de mi cabeza, dejándome en pantys, pues ya no tenía mi brasier, comenzó a acariciar mi cuerpo como explorandolo por primera vez como si antes solo había sido un aperitivo para calentarme sin saber lo que me esperaba ahí sumisa ante él, me levantó como había hecho antes para empezar a besarme y con sus manos frotarme la espalda, mis nalgas y parte de mis piernas. Yo ya era una víctima del deseo y de la desesperación por sentír el calor de su cuerpo y de su miembro que no dejaba de latir al rozarse con mis piernas, y deseaba consumar ese momento.
En la habitación de al lado, se escuchaba de manera estruendosa como Alejandra gemia, casi que tenía que escucharse en las demás habitaciones del hotel, la forma en que ella gemía en otro momento me abria parecido vulgar y grotezca, pero increiblemente en ese momento era una delicia a mi oido, mientras nosotros con Tomás nos besábamos y nos acariciábamos, era delicioso de escuchar al punto de querer ya enterrarme en su mastil; Sentir el dorso desnudo de Tomás, sus músculos, su espalda grande, sus brazos fuertes, su abdomen apretado y debajo de mí podía sentir por momentos la presión de sus glande queriendo profanar mi humanidad, intentando tocar por momentos mi vagina. En un momento Tomas, me sentó sobre la cama y luego me acostó girándome hacía él, pensé que queria que en esa posición se lo chupara pues mi cabeza quedaba colgando de la cama. Tomas me volvió a levantar, dejándome bocabajo, dejándome de cabeza, colocando mi vagina en su boca y dejando mi cabeza y mis labios cerca su miembro.
Empecé a sentir como su lengua, lamia y chupaba mi vagina una y otra vez, e introducía con majestuosidad su lengua dentro de ella arrancandome un par de gemidos gloriosos, sintiendo por primera vez su lengua y sus besos que me estremecían, me producían escalofríos del placer que me estaba dando, inicialmente cerré mis ojos y disfrutaba del placer gimiendo de una manera recatada al principio, pues no quería que mi hermana me escuchara gemir al mismo tiempo, pero al parecer eso a Alejandra no le importaba, pues por su parte, subió más los niveles de su excitación por sus gemidos logrando por un momento distraerme del placer que me daba Tomás en mi vagina.
En ese momento abrí los ojos y su miembro colgaba de manera lasiva pidiendo ser lamido, un poco más grueso que el de mi esposo y más largo, apetitosamente deseable en ese color café oscuro, lo cual me sedujo debiendo agarrarlo entre mis manos e introducirlo en mi boca, para comenzar a chuparlo y lamerlo de la misma forma que lo había hecho antes en la discoteca, pero ahora en esa pose tan sensual al quedar vulnerable colgada de cabeza, mientras lo disfrutaba, acariciaba sus testículos con mi mano libre y disfrutaba de esa felación diferente a las que le había hecho Luis en todo nuestro matrimonio; Era una delicia, sentir el sabor de ese miembro en mi boca, nunca ni con mi esposo había hecho esa pose que sentía que era vulgar estando yo de cabeza entre los brazos de Tomás, sintiendo como su lengua, recorría mi vagina y en momentos la mía hasta mi ano y volvía a regresar a mi vagina y la chupanba y frotanba en mis labios vaginales dándome muchísimo placer, mientras yo me aferraba a su miembro y lo seguía chupando y lamiendo en esa posición tan vulgar, pero tan excitante para mí. En este momento estaba descubriendo un tipo de placer que ni en los días más excitantes con Luis lo había sentido.
En la habitación de al lado, ya los gemidos de Alejandra se transformaban en gritos de dolor y placer, llegó un momento donde me alcancé a asustar, pensando en qué estaba ocurriendo para que gritara y gimiera de esa manera, paré la mamada que le estaba haciendo a Tomás perocupada por intentar decirle que me sentía asustada por mi hermana, como si leyera mi mente esto hizo que Tomás me bajara con cuidado y me posara sobre la cama, por lo cual en tono de angustía le pregunté, “-¡que estará pasando que mi hermana grita mucho!-”, mi pregunta sonaba con nerviosismo y Tomás, acercándose a mí oído me susurró “-seguramente mi primo ya comenzó a penetrar a tu hermana, no te preocupes, que pronto dejaras de escucharla gritar, y volvera a gemir con el placer que debe sentír con el miembro de Jerson, ¡que es más grande del que Alejandra estará acostumbrada!-” su respuesta me hizo sonrrojar e imagine como debia entrarle ese mastil en su vagina y por un instante sentí pena por ella debia doler mucho, solo le reiteré que “-¡mi hermana llevaba mucho tiempo sin tener relaciones con otros hombres!, eso de seguro también hace que su vagina fuese muy estrecha-“ no se porque le confesaba eso de mi hermana a lo que él vurlescamente hizo una mueca y concluyó “-¡ya no sera más así!-“ mi rostros debío ponerse colorado ante su respuesta.
En ese momento, Tomás levantó mis piernas y puso su grande en mis labios vaginales, lo que me estremeció e hizo que posara mis manos sobre su pecho, pidiéndole que por favor tuviera cuidado al penetrarme porque él era mi segundo hombre en la vida, su rostro se ilumino con mi confesión comenzando a rozar de arriba a bajo su glande en mis labios lo que me producia placer y escalofrios al mismo tiempo; Al penetrame mi respiración se comenzó a agitar, mis pulsaciones se empezaron a acelerar y mi nerviosismo y mi cuerpo empezarón a contraerse frenando un poco su intento de embestir mientras mis ojos se blanquearon, al tiempo que exhalaba con demasiada fuerza, pues era la primera vez que tenía ante mi vagina un miembro de otro hombre diferente a mi esposo, en ese momento el glande de Tomás cruzó mis paredes, logró separar mis labios vaginales lo que me hizo gemir, volvió y lo retiró con delicadeza sacándolo para nuevamente repetir la tarea de introducir la cabeza y un poquito más de su miembro, volvió a sacarlo mientras yo gemía extenuada y volví a sentir su glande penetrarme, sentí como esta vez entró más de medio miembro, sus penetraciones comenzaron a incrementarse y mis gemidos comenzaron a sentirse más profundos en mis propios oidos, en mi piel, mi cuerpo.
Todo mi cuerpo vibraba, se estremecía, era la primera vez que un miembro me penetraba completamente sin que fuera el de Luis; Mis gemidos comenzaron a sentirse mientras Tomas apretaba fuertemente mis piernas y seguía penetrándome. Su miembro había entrado más de 3/4 partes en mi vagina y sentía como el placer, empezaba a invadir todo mi cuerpo; Al principio, sentía algo de dolor, como si mis paredes vaginal se empezarán a enzanchar y se empezarán a acostumbrar al grosor y el tamaño del miembro de Tomas. Empecé a sentir como me penetraba y una y otra vez, y pasados tal vez más de cinco minutos, sentí como su miembro entró completamente en mi vagina, era la primera vez que me penetraba profundamente, no emití un gemido si no emetí un grito, así como lo hacía Alejandra en la habitación de al lado, que ya claramente no la escuchaba gritar solo gemir desaforadamente, gemia de una manera extremadamente escandalosa y lo hacía una y otra vez, generándome excitación también al escucharla, entendiendo como disfrutaba de la forma en que era penetrada por Jerson.
Tomás por su parte, comenzaba ya a soltar mis piernas y a acostarse encima de mi cuerpo para hacer que sus penetraciones las sintiera yo profundas, en un misionero comenzó a chupar mis senos elternandolos y descubriendo un nuevo placer, el placer de ser penetrada mientras chupan tus pezones, luego comenzó a besar mis labios mientras me agarraba con sus manos mis manos, intentaba sostenerme duro para poder seguirme penetrando profundamente y mis gemidos invadían también esta habitación. Así estuvimos en esta posición un buen rato, dejando claro que ya habiamos consumado la infidelidad al cornudo de Luis con sus propuestas indecorosas de quererme compartir y vaya que lo habia hecho yo, y la cual estaba disfrutando sin sentirme ni pecadora, ni sentirme que era una mala persona puata si pero lo disfrutaba, si no que fue por el contrario me sentí que era el placer que necesitaba y merecía sentir.
En un momento Tomas me levantó pegada a su dorso varonil, se arrodilló en la cama y sin sacarme su miembro, me levantó, dejándome encima de él, y comenzando a moverme hacia delante y atras, a alzarme y bajarme para hacerme sentír penetrada, arrodillados encima de la cama, sentía como me penetraba una y otra vez, se movía agarrándome de mis nalgas, apretándolas fuertemente para hacerme subir y bajar, era una sensación de placer y excitación increíble, sobretodo en mi mente disfrutando de ese momento de placer con mi vagina completamente llena de su miembro varonil. Sentía placer de saber que en la habitación de al lado, mi hermana también era penetrada por otro hombre de color; No puedo explicar lo que sentía, pero realmente era algo diferente a todo lo que había sentido hasta el día de hoy, sentía ganas de abrazarlo y arañar su espalda, pero lo que hacía era frotar mis manos y acariciarlo como si fuera mio ese hombre, lo tomaba de su nuca e intentaba acariciar ese pelo típico del hombre moreno, y disfrutaba de meter mis dedos por intermedio de su cabellera.
Así me estuvo penetrando y dándome placer hasta que llegó mi primer orgasmo entre gemidos, ese placer me hizo aullar y mis piernas temblaron del placer que estaba sintiendo, sentí como de mi vagina escurrían líquidos que lavaban las piernas de Tomás; En esa misma posición sentía como seguía él penetrándome a un ritmo continuo, con una fuerza impresionante, nunca había sido penetrada de esa manera por mi esposo. Luego de disfrutar un rato Tomás me recostó sobre la cama, sacándome su miembro y girándome a modo de colocarme en cuatro sobre la cama y nuevamente volvió a penetrarme ya sin compasión, pero está penetración fue con fuerza, haciéndome emitir un gemido duro y profundo, sentí como sus testículos chocaron contra mi clítoris; Se aferró fuertemente a mis caderas, apretando también mis nalgas y comenzó una penetración profunda hasta casi sacar sus miembros hasta su glande para volverlo a meter con fuerza hasta que sus testículos volvían a chocar contra mi clítoris, eso me arrancaba unos gemidos de placer mezclados con dolor que de seguro al lado estarian escuchando.
Yo ya recostaba a mi cabeza sobre el colchón, tenía mis manos aferradas a las sábanas, apretando fuertemente para recibí cada una de sus vestidas; Sentí como un nuevo orgasmo invadió todo mi cuerpo, y como mis piernas comenzaron a temblar, mis ojos se voltearon de la satisfacción y el placer que me estaba dando Tomás, era una situación confusa, porque por un lado se escuchaban mis gemidos y el placer que me está dando, y por otro lado, escuchaba los gemidos de Alejandra en la habitación del lado. Por un momento disfrutaba de la sensación de saber que en la habitación de al lado de mi hermana también estaba siendo sodomizada por un hombre de color, y eso me producía un mayor placer al que estaba sintiendo.
En ese momento con la penetración, por alguna morbosa razon que no sabria como explicar recorde como Daniel metía su dedo en el ano de Ana, y Sentí una necesidad absurda de pedirle a Tomas que lo hiciera en mi, “¡quiero que metas tu dedo en mi ano!”, fue lo unico que se escucho y como si fuera una orden sentí como uno de los dedos de Tomas invadia mi ano virginal. Sentí como el dedo gordo de la mano de Tomás, se habría camino sobre mi ano y antes de poderme voltear, empecé a sentir el placer de su dedo introducido en mi ano, mientras él me seguía cogiendo de manera salvaje pero de manera placentera, sin producirme dolor, solamente produciéndome placer y de una manera rápida y contundente empecé a escuchar como Tomás también empezaba a gemir lo que me hizo pensar que se iba a venir pronto.
Tomás, en ese momento se acercó y me preguntó si se podía venir adentro, cosa que me dio susto, porque no teníamos en ese momento preservativo lo que hasta ahora había caido en la cuenta, y tampoco yo tomaba ningún tipo de anticonceptivo que impidiera quedar embarazada. Le pedí que no lo hiciera y le ofrecí voltearme y recibirlo en mí boca nuevamente, como lo había hecho en la discoteca, sin remilgar lo sacó de mi interior, quedando yo arrodilla y él de pie sobre la cama apuntando a mi rostro y boca, comenzó a frotarse su miembro hasta empezar a esparcir su semen en mi boca y en mi cara, dejándome completamente lavada con sus fluidos, pero estaciada con el sabor que producía. Su semen era de un sabor dulce, pero no era un sabor amargo, era un sabor que daba el deseo y el placer de quererlo tragar como una puta salvaje.
Comencé a chupar ese miembro hasta recibir toda su descarga estaciada con lo que estaba recibiendo, limpié ese miembro hasta caer acostada en la cama, completamente ahogada, completamente satisfecha del placer que había sentido, Tomás se recostó por un instante en mi lado, jugando con mis senos y diciendo que definitivamente había sido un placer y un deleite haberme cogido en ese momento disfrutando de todo mi cuerpo y que quería que esa noche no parara aun, que lo dejara descansar un poco más para volver a continuar.
Mientras estábamos ahí recostados en nuestra cama, en nuestro lecho, le agradecí por el placer que me había dado, por haberme hecho sentir mujer deseada, por haberme hecho venir de esa manera tan impresionante como acababa de ocurrir en dos ocasiones, Tomas jugaba con mis senos y me decía que quería continuar que simplemente descansáramos un rato más y siguiéramos lo que me hacia mirarlo insinuandole que era un descarado pero que tambien queria; Mientras tanto, en la habitación de al lado, Alejandra comenzaba nuevamente a gemir de manera estrepitosa, de manera vulgar, lo que me hacía tener ansiedad y al mismo tiempo, tener curiosidad por saber qué es lo que estaba pasando para que gimiera con tanta fuerza, Tomás mirando mi curiosidad y mi forma de poner cuidado a lo que estaba pasando al lado me insinuó de manera directa, “-¿Quieres ver? ¿quieres presenciar como Jerson penetra a tu hermana?-“,como si esto fuera una nueva fantasía, una nueva orden que emanaba de los labios de Tomás, me quedé mirándolo y asintiendo simplemente con mi cabeza, Tomás se levantó de la cama y tomándome de la mano lentamente nos acercamos a la puerta para escuchar de manera más estrepitosa los gemidos que emitía Alejandra, cuando llegamos hasta la puerta, presenciamos la esena que jamás me imaginé ver, era mi hermana en cuatro sobre la cama, recibiendo el miembro de Jerson por detrás entrando y saliendo un mastil claramente más gruso y largo que el de Tomas, al principio me dio impresión y sentí que todo mi cuerpo se estremeció al verla como gemía ahí mirándo ella hacia la puerta y observando como claramente, nosotros la estábamos viendo en ese momento.
Tomás y yo la mirábamos recibir las embestidas de Jerson, pero algo me hizo quedarme fijamente observando y llamó mi atención al darme cuenta que Jerson no la estaba penetrando por su vagina, si no la estaba penetrando por su ano, realmente eso me produjo un escalofrío, ver cómo la cabeza de Jerson con cerca de tres cuartas parte de su miembro entraban en el ano de mi hermana una y otra vez, mientras ella gemía y apretada con sus puños aferrada a las sábanas de la cama, cerrando sus ojos y recibiéndolo pero sin dejar de gemir, sin dejar de recibir placer como si para ella eso era lo que deseaba, ser penetrada analmente.
Tomás, mirándome a los ojos, me tomó de la mano y me hizo ingresar hacia la habitación para que observará más de cerca como era penetrada mi hermana analmente. Yo con nervios, iba dando pasos lentos y temblorosos, hasta que quedamos cerca de la cama y veíamos como Jerson se aferraba a las caderas de mi hermana, y esta vez intentaba meter más de la mitad de su miembro en el ano de Alejandra, ella gemía y gemía convulsionando al punto que presenciamos como tuvo un orgasmo, de tal manera que empezó a expulsar de su vagina, chorros de eyaculación lavando las piernas de Jerson y salpicando todo alrededor, el piso y la cama donde se encontraban ellos, seguimos observando ahí mientras vimos varias embestidas hasta que Jerson en un momento labó el trasero de Alejandra, dejandome observar por primera vez de cerca su miembro, y yo impresionada con los ojos bien abiertos viendo que claramente el miembro de Jerson si era muchísimo más grande que el de Tomás, y algo más grueso tambien, y como llenaba éste miembro de semen la espalda y las nalgas de mi hermana, dejandola completamente lavada en su espalda mientras bramaba y bufaba como si fuera un animal salvaje, nunca había presenciado algo así en mi vida, ni siquiera había visto algo que se acercara tanto a una película porno, y que se acercara a la escena que estaba presenciando.
Mi hermana cayó rendida sobre la cama estaciada del placer que acababa de sentir. Jerson descansaba al lado orgulloso, tomando con una mano su miembro contento con lo que acababa de hacer y sin pensarlo dos veces se subió sobre la cama, acercando su miembro a la boca de mi hermana para que esta se lo chupara, la que lo hizo sin dudarlo. Ella introdujo nuevamente ese miembro en su boca y la mía como si fuera el elicir, o un caramelo el cual no quería dejar de chupar ni dos minutos. Más tarde estábamos los cuatro sobre la cama, viendo como a Jerson su erección no le bajaba cosa que yo miraba de reojo pues no queria ser descubierta golociando algo ajeno, y la de Tomás ya era más que evidente en ese momento y veía a mi hermana mirarla con deseo y descaradamente. Mi hermana me dijo que necesitaba un baño por lo que nos acercamos y tomándome la mano nos fuimos al baño a pegarnos una ducha y quitarnos ese sudor y olor ha semen que teníamos encima de nuestros cuerpos; En ese momento, Alejandra sonreía satisfecha, por lo que acababa de sufrir y lo que acababa de vivir.
En la ducha, mientras nos quitábamos los restos de semen y de sudor solamente surgió una pregunta que Alejandra me hizo, “-¡disfrutaste lo que acabaste de hacer!“ y yo asentí con mi cabeza y le dije simplemente “-¡sí y mucho!-“, “-pero, Tomás es más cariñoso y más delicado al momento de tratarme-, pues con referencia a lo que acabo de presenciar con Jerson-“ Alejandra, simplemente con una sonrisa me dijo, “-¡aunque no lo creas, es la primera vez que tengo tanto placer y un sexo tan satisfactorio que no me importó haberlo dejado que me poseyera por donde él quisiera!, es lo mejor que me ha pasado en la vida-“, y continuo con su experiencia, “¡Al principio me dolió como un putas!, no te voy a negar, pero luego lo disfruté con tantas ganas que creo que me vine como unas cuatro o cinco veces, mientras que Jerson solamente se vino dos veces y aun debe tener energía para más; Una primera, penetrándome por mi vagina, y luego llenándome mi cara nuevamente de semen pero lo encontre delicioso como cubrió mi rostro de semen, me limpió el mismo con su camisa, ¡luego sin pedirme permiso, me dio la vuelta y comenzó a sodomizarme metiendo poco a poco ‘su verga’ como la llama él en mi ano, y a pesar de qué me produjo mucho dolor y escozor!, ¡lo disfruté como nunca había disfrutado estar con un hombre, y al verlos a ustedes entrar por esa puerta hizo que mi deseo se desvocara relajando mi culo para que me pudiera penetrar más profundo, y tengo claro que quiero seguirlo haciendo, quiero repitir todos los días que nos quedan de éste viaje!-“ su confesión me dejó fria, pero tenía un sentimiendo de complicidad que me invadia y ratificaba que tambien queria seguir todos estos días haciendo lo que Tomas me enseñara y lo guardaría para mi.
Nos secamos y salimos, en la cama estaban recostados Jerson y Tomás, al principio me quedé quieta, mirando la reacción que iba a tomar Alejandra y presencié como se acercó y empezó nuevamente a besar a Jerson, nuevamente le acariciaba su miembro que ahí ya estaba nuevamente duro y tieso, ese niño de 24 años le había dado el placer más inmenso que mi hermana había sentido en toda su vida al punto que su lujuría se habia desatado cual puta ambrienta, y de alguna manera me daba curiosidad de ver cómo ella ahora acariciaba y disfrutaba del miembro de este hombre, Alejandra estaba poseida por la lujuría seguía acariciándolo, seguía tocándolo, pero ahora se empezaban a besar, ahora ella se recostaba encima de él, en señal de ser su hembra, de ser su mujer y solamente mostrando su deseo de estar con él ahí y disfrutar lo que estaba viviendo; Yo me acerqué a Tomás sentándome entre sus piernas y comenzamos a besarnos mientras él acariciaba mis senos volviendose un habito en él y bajaba sus manos a tocar mi vagina, algo que me producía excitación, no solamente por la forma en que él me acariciaba y como recorría mi cuerpo con sus manos, sino de saber que mi hermana estaba al lado mío, disfrutando pero no siento tocada por su hombre, si no ella tocando a su hombre, acariciándolo sin soltar ese miembro.
Nuevamente mi hermana se metió entre las piernas de Jerson y empezó a lamer y a chupar ese miembro otra vez con devoción y con dedicación, como si se le fuera la vida en ello, lo chupaba y la mía, una y otra vez, no dejaba de hacerlo y era delicioso ver la forma y el placer que esta mujer le daba a este hombre, algo que hizo que me dieran ganas de empezar nuevamente a darle sexo oral a Tomás, me corrí hacia atrás un poco para poderme arrodillar nuevamente entre sus piernas y comenzar a lamerlo y a chuparlo. Esta vez, no quise dejar ni un solo rincón sin recorrer con mi lengua y mis lamídas, su glande pasaba por mi lengua, por todo su mástil y terminaba en sus testículos, metiéndose en mi boca para chuparlos y sentir el placer de masajear esos testículos delicioso dentro de mi boca, realmente era una sensación placentera.
Era una sensación deliciosa. Era algo que nunca, ni a mi esposo se lo había hecho con tanta devoción, me encontraba inmersa dentro del placer cuando observé como Alejandra subía para besar a Jerson y éste aparte de besarla con demasiada pasión, se acercó a su oído y susurro algo que no alcanzamos a escuchar que era, pues era inaudible para nosotros, me sorprendio la expresión de Alejandra de excitación, su cara se puso completamente colorada y su miraba demostraba lujuria perversa, yo miraba como Jerson la miraba, como diciéndole que era lo que él quería que ella hiciera en ese momento, nuevamente Alejandra bajaba a continuar la felación que le hacía a Jerson y observé como Jerson levantó sus piernas y ante la mirada atonita de Tomás y la mía Alejandra comenzaba a lamer y a meter su lengua en el ano de Jerson, y comenzaba a lamerle su cola mientras seguía pajeando el miembro de Jerson.
No puedo describirles lo que sentí en ese momento, porque me dio impresión y sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, fue impresionante observar a mi hermana, como de una manera desaforada intentaba introducir su lengua en el ano de Jerson, como lo lamía, y como disfrutaba él las lamidas al punto que gemía de placer cada que la lengua de Alejandra ingresaba en su ano, ella regresaba otra vez al miembro de este hombre, quien en una palabra delante de todos le decía, “-¡vuelve a lamer mi verga y luego regresa a mi ano!-“, y como si fuera una orden, Alejandra regresó a meterse lo que más podía su boca el miembro de Jerson y lo lamía todo y luego regresar otra vez a su ano, y regresaba a hacer esta operación una y otra vez, sin perder un solo momento el ritmo y la forma tan eufórica como lo hacía.
Yo impavida miraba como mi hermanita, la que siempre había visto como una mujer recatada y pudorosa, como una mujer muy puesta en su lugar, en este momento se portaba como una puta desesperada por el sexo de su macho, desesperada por darle placer y hacer todo lo que él le pidiera. Yo seguía haciendole mi mamada a mí hombre, a mi Tomás, disfrutando de su miembro y lamiendo su testículos, disfrutando de ese momento colorada, como estaba de ver lo que ocurría al lado mío.
En un momento los ojos de Jerson se posaron sobre los de Alejandra, como con una señal, como si pudiera con solo mirarla decirle que era lo que él esperaba que ella hiciera y en ese momento vi a mi hermana dejar de lamer ese mastil y acercarse a nosotros pronunciando una frase que retumbó en mis oidos, “¡dejame chuparsela a Tomas!”, yo simplemente me quedé mirandola pasmada, sin saber qué hacer o decir, y simplemente observé como la cabeza de mi hermana empezó a bajar y empezó a lamer el miembro de Tomás con la misma devoción que empezaba a chuparlo de manera desaforada, pero éste miembro sí le entraba más de lo que le podía entrar el de Jerson en su boca, claramente podía meterse hasta más de la mitad del miembro de mi Tomás, lo la mía y lo chupaba ante la mirada atonita de Tomás y la mía, estupefacta, esperando que era lo que estaba ocurriendo o qué era lo que estaba pasando por la mente de Alejandra para simplemente tomar el miembro de Tomas y chuparlo como si fuera normal entre hermanas compartir su macho de turno.
Cinco minutos pasaron ahí sin yo decir nada, simplemente mirando como mi hermana ahora mamaba el miembro de mí Tomas, el de mi hombre de ese fin de semana que debia ser mio, y como si no hubiera hecho nada raro regresó a chupar el de su hombre, el de Jerson. Tomas tomó mi cabeza con fuerza como con desespero y la hacerco para continuar la mamada que mi hermana habia avandonado un instante antes, mis labios y boca saborearon ese mastil confirmando que ahora sabia diferente, pero eso no me impidió desear metermelo completo en mi boca o por lo menos lo que me cabia, casi logro que se viniera en mi boca cuando sin saber qué hacer fui retirada por Tomas y luego tomada de la mano de Tomás que me agarró de las manos y me llevó hacia su torso porque quería ya volverme a penetrar; Quería volver a meter su miembro dentro de mi vagina, dentro de mis entrañas, deseo que no era solo de él yo tambien disfrutaba tener su miembro dentro de mi, mis piernas quedaron a horcajadas entre las suyas y sentí como nuevamente se abria paso en mi vagina comensando a gemir ya sin importarme que mi hermana me escuchara.
Era delicioso como su piel contrastaba con la mía, el un mulato café oscuro frotaba sus manos por mi espalda hasta bajar a mis nalgas y apoderarse de ellas, su miembro entraba en mi vagina rosada ya irritada por el miembro delicioso de Tomas, mis gemidos eran ahogados por la lengua de Tomas, me encantaba cabalgarlo porque por primera vez yo era la que tenia el control, sus manos apretaban mis nalgas y un dedo suyo exploraba mi ano, ya no pedia permiso al ser yo la que lo insitó la primera vez a hacerlo; Alejandra tambien cabalgaba a Jerson solo que no bajaba completa por el largo de ese miembro, pero sus gemidos inundaban toda la habitación, tambien sus tonos de piel contrastaban deliciosamente, pues Alejandra era blanca canela y Jerson bien mulato bien oscuro, nos miravamos con mi hermana mientras montabamos a estos hombres, no podia creer que disfrutaba de tener sexo al lado de mi hermana, luego nos levantaron para ponernos en cuatro frente a frente con mi hermana siendo penetrada de manera brusca por Tomas pero al ver las embestidas de Jerson agradecí no ser Alejandra, en un momento de las penetraciones Alejandra tomó mis manos con las suyas y sentí como por un instante compartimos el orgasmo al punto de estremeserme con ello y Jerson se salio de mi hermana y ella se arrodillo a recibir su descarga mientras Tomas aceleraba su ritmo para venirse como acababa de pasar entre ellos, Alejandra tenía su rostro lleno de semen y como golosa se saboreaba mientras Tomas comenzaba a gemir indicandome que tambien estaba por llegar, me arrodille delante de él y recibí con gusto su corrida en mi cara ante la mirada de la otra pareja lo que me excitó para querer limpiar su miembro con gusto si quitarles la mirada a ellos.
No me cabia la duda ya no era solo de Luis, ahora Tomas habia ocupado su lugar y me acababa de dar más placer, más deseo y orgasmos ante la mirada complice de mi hermana que tambien se habia entregado a un hombre prohibido por la edad por su color por su forma de coger y por la forma de venirse sobre ella, actuar como puta en la cama no era tan malo como siempre habia pensado, y el placer tenía formas inimaginables tanto así que disfrutaba hacerlo delante de otros, que me bañara en su semen algo que nunca imagine o tragar el semen de mi amante de turno, o que mi hermana mamara el miembro de mi amante y aunque me sorprendio no hice nada solo lo disfrute en silencio.






