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Primero me describo, actualmente tengo 29 años, mido 1,70, peso 73 kg, contextura gruesa pero no gordo. Tengo una espalda ancha, brazos y piernas grandes y con buen músculo. Soy de tez blanca, ojos café y pelo negro. Siempre me han dicho que tengo un rostro bonito.
Este relato inicia a mis 13 años, en ese momento estudiaba en un colegio católico y cruzaba el grado octavo (tercero de bachillerato). En el colegio tenía un compañero que lo voy a llamar pecas, ya que su característica más importante era su rostro lleno de pecas. Pecas desde que lo conocí en sexto era muy amanerado, físicamente tiene rasgos muy afeminados, un rostro pulido, delgado y buena cola, pero lo más llamativo era su color de piel, la cual era muy blanco y su pelo de color rojizo.
Ese año 2010, junto a mi familia nos mudamos a Belén, un barrio muy agradable de Medellín, y en pocos meses me enteré de que Pecas vivía cerca. Un día cualquiera con la excusa de ser nuevos vecinos me escribe por Facebook y empezamos una amistad. En poco tiempo las conversaciones se turnaban mucho sobre temas sexuales, nos contábamos cómo nos masturbamos y que nos gustaba, hasta que un día me pidió una foto de mi verga lo cual me puso muy caliente, fue tanto la extinción que nos masturbamos en una videollamada por skype, al ver por primera vez a pecas desnudo fue una revelación, me encanto su cuerpo blanco, su cintura delgada y caderas anchas, sus nalgas redondas y paradas y lo mejor de todos un cuerpo lampiño 100%, esto fue lo mejor, y aunque mi enfoque era en sus nalgas y cuerpo, cuando vi su verga rosada bien dura me generó miles de pensamientos. Su verga de 15 cm, no muy gruesa pero con venas y con un color rosado hermoso.
Aunque en esos años aún no definía mi orientación sexual, siempre me han gustado las mujeres, pero con pecas era diferente, seguro era por sus facciones femeninas, pero desde la primera vez que lo vi desnudo por videollamada despertó en mí una gran curiosidad.
Las conversaciones continuaron, ahora las pajas por videollamada y las fotos eran más frecuentes, y un día cualquiera pecas me envía un mensaje preguntándome si estaba en la casa y con quien estaba, yo le respondí que estaba si estaba en la casa con mi hermano, pero que él dormía y en menos de 10 minutos estaba tocando mi puerta con la excusa que estaba por fuera y quería un poco de agua. Lo dejó entrar, le doy agua fría y ya en la cocina, como siempre empezamos a hablar de sexo, pero esta vez ya podíamos tocarnos. Al principio cada uno saco su verga, a él le encanto mi verga peluda y a mí su verga lampiña, en poco tiempo me pidió si la podía probar y así fue, bajo por unos minutos, yo me sentí en el cielo, no podía creer que ese niño con su carita tan linda lleno de pecas, con su boca pequeña y sus labios carnosos me la estuviera chupando.
Cuando volvió a pararse le dije que fuéramos al cuarto para evitar que mi hermano nos descubrirá, al momento de entrar al cuarto lo cerramos con seguro y nos empelotamos y por fin lo vi un cuerpo en persona que marcaría mi gusto hacia los hombres de por vida. Lo primero que agarre, bese y mordí fueron sus nalgas, eran las más hermosas incluso más que las pornos que vi, después de jugar con sus nalgas intente chuparsela, pero a él le dolió porque aún no le había bajado el prepucio, por lo que él me acostó en la cama, me la chupo otro rato y luego se monto encima de mí, puso mi verga en la entrada de su culo y sin penetrarlo empezó a moverse como lo había visto en la porno, así estuvimos unos cuantos minutos hasta que el eyaculo, expulsando una gran cantidad de semen, la cual me cayó en el pecho y abdomen, luego él se baja y me hace venir con una rica chupada. Al final se viste con el uniforme de física del colegio y en silencio sale de casa y así comenzamos una historia que duró años donde exploramos cada día más.






