
Compartir en:
Estaba en un parque viendo pasar la gente, en eso se me acercó un señor de una edad algo mayor, delgado y aspecto de chacal, me empezó a hacer la plática que se dedica a sobar musculos, que si quería que me sobara los míos, le dije no gracias, pero que lo podía recomendar, me dijo que su tarjeta estaba en su consultorio que si lo podía acompañar, fuimos y era en una casa en un callejón, entramos y estaba su consultorio, con una camilla y varias cosas, en eso me dice que me haría una sesión gratis para que verifique su trabajo, total me ordenó cambiarme de ropa y salir solo con una toalla, me acosté boca abajo en la camilla y empezó a sobar mi cuerpo desde las piernas, luego la espalda y hombros, sus manos se sentían tan bien que no pude evitar emitir un gemido, eso lo noto y empezó a sobar mis nalgas, ahí temble y suspire, en eso se pone delante de mi y saca una verga morena con una cabeza grande, me dice "eres un puntito, aquí tienes una verga para ti" me acomode, su verga estaba dura y me ordenó chuparla, así lo hice y entonces me tomo de mi cabeza para empujarla toda adentro de mi boca, sentí que me ahogaba con su verga, siguió metiendo y sacando su verga de mi boca hasta que se vino, fue tanta leche que se me salía de la boca y nariz, me dejo descansar un poco, pero no mucho, porque fue por un líquido como aceite para cuerpo y empezó a huntarlo en mi cuerpo y sobretodo mis nalgas, sabía lo que se venía, se puso encima de mi y puso su verga en mi culo, que lo había lubricado con el aceite, sentí su enorme cabeza de su pene entrando y gemí como puta, siguió metiendo más y más su verga hasta que su pelvis quedó pegada a mis nalgas, en eso empezó a moverse de un lado a otro y fue cuando me perdí completamente, le dije sin pensar "cogeme, dame tu verga, hazme tu putita" empezó con una cogida salvaje y profunda gracias al aceite, sentía su verga hasta el fondo, me cabalgó con deseo y me decía "toma mi verga puto, así debes de ser una pasiva que obedece a su macho, te voy a coger hasta dejarte preñado" siguió y siguió, yo jadeaba, gritaba por más, le dije "soy tu putita tu perra tu pasiva" en eso la empujó más y se vino dentro, sentí sus disparos de semen caliente en mi ser, yo solo puse cara de loco con la lengua por fuera, quede rendido sobre la camilla, pero feliz de tan gran experiencia, nos vestimos me acompaño a la puerta y nos despedimos, pero esa no fue la única ocasión, depende de ustedes si quieren saber más de lo que él y yo hicimos.







